Entrenamientos Personales. ¿Por Qué No?

Por Aranchawp @MeigayCaldero
Si estás buscando ponerte en forma, los entrenamientos personales son una de las mejores herramientas para conseguirlo. Son sesiones dirigidas por en entrenador, que te diseñará las rutinas de ejercicios para que puedas alcanzar los objetivos que hayáis marcado de antemano. Estas metas pueden ser desde moldear el cuerpo (en todo o en parte) a prepararte para alguna competición, pasando por mejorar la forma física después del embarazo o de alguna enfermedad.
Aunque pueda parecer que sus precios son prohibitivos y que sólo están el alcance de los más pudientes, son mucho más asequibles de lo que se puede pensar. Es cierto que no es una actividad lowcost (ni debe serlo, porque requiere a un profesional especializado), pero merece la pena la relación inversión-resultados si tu economía te permite apartar una cantidad todos los meses para estar en forma. Si pagas una cuota anual en un gym y trabajas por tu cuenta, te va a salir más económico que contratar a un entrenador una vez a la semana durante ese mismo año, evidentemente; pero la pregunta es: ¿va a ser igual de efectivo? La respuesta probablemente es no. 
Si quieres saber más acerca de los entrenamientos personales, sigue leyendo...
Lo que conseguirás a nivel físico
  • Mejora de tu tono muscular. El buen tono muscular no sólo es importante para tu aspecto físico, que lo es, además es importante para tu salud, puesto que ayuda a mantener la postura y a moverte sin dificultades.

  • Aumentará tu fuerza. Te sentirás con más energía en tu día a día. Notarás que te cansas menos y que resistes más, tanto en tu vida laboral como personal.

  • Notarás mejoría en articulaciones y tendones. Así no sólo evitarás el dolor, también ciertas molestias y lesiones.

  • Coordinación. Te ayudará a moverte con más elegancia y precisión. Y, además, todo lo que implica la coordinación, también trabajo nuestra mente.

  • Equilibrio. Los entrenamientos personales bien dirigidos, mejorarán tu equilibrio y contribuirán a que te sientas más segura y evites caídas innecesarias. Lo notarás en tus actividades más cotidianas: llevar tacones, montar en autobúso o metro sin sucumbir a los traqueteos y frenazos, bailar, subirte a una escalera sin miedo, etc. 

  • Agilidad. Ganarás ligereza, serás más rápida y te sentirás más joven

  • Flexibilidad y Elasticidad. Tus músculos realizarán su labor de una forma más fluida, por lo que evitarás lesiones y tus movimientos cotidianos te serán más completos y fáciles.

  • Mejora de la postura corporal. Y esto no sólo es bueno para tu cuerpo, puesto que es la manera en la que todo funcione bien; también lo es para tu mente. Si estás leyendo esto ahora con la espalda encorvada, por ejemplo, prueba a enderezarla y mira cómo te sientes... mucho mejor ¿verdad? Una buena postura te ayudará a evitar dolores de espalda, de rodillas, de caderas, etc.

  • Pérdida de peso. Los entrenamientos te ayudarán a perder peso... pero, ojo, tendrás que apoyarlos con una alimentación equilibrada y con una vida saludable. También podrás observar que ganas algo de peso (en báscula) al comienzo, porque tu grasa se convierte en músculo y éste pesa más. No te desanimes y fíate de cómo te sienta la ropa, no del peso. Después, irás comprobando que vas bajando kilos poco a poco.

Mejoras a nivel psicológico
  • Motivación. Trabajar con entrenamientos personales tiene esta gran ventaja. Si eres habitual de las clases colectivas, te habrás dado cuenta que es fácil caer en la autocomplacencia y no esforzarse cada día un poco más. El entrenador te va a exigir mucho y va a utilizar contigo distintas técnicas de motivación.

  • Descubrirás las ventajas de la disciplina. El mero hecho de contratar unos entrenamientos te hará ser más disciplinada contigo misma, porque son más caros que una cuota anual en el gimnasio, así que te obligarás a tomártelo en serio para aprovechar al máximo el gasto. Y la disciplina, querida, es buena para todo: seguir un dieta, dejar de fumar, dejar la tarjeta en casa en época de rebajas...

  • Descubrirás tu capacidad de superación. Una de las cosas que vas a aprender inmediatamente es que el "no puedo" no es una alternativa... y lo digo por experiencia. Por ejemplo, hay días en los que el entrenador te dice te tienes que subir en el bosu y tienes que ponerte a la pata coja, aguantando unos segundos y tú piensas que ha consumido sustancias ilegales... hasta que te subes y ves que puedes hacerlo, al principio de una forma torpe, pero luego con mucha seguridad. Y eso es importante para tu autoestima y para ir a la ducha pensando que vas a comerte el mundo

Otras ventajas de los entrenamientos personales
  • Personalización de los ejercicios. Una de las ventajas de contar con un buen entrenador es que te personalizará tu rutina, no sólo para que se adecue a tus necesidades, también para que te sea agradable según tu personalidad. Como suelen cambiar los ejercicios con frecuencia, convirtiéndolos a menudo en un reto y un juego, te salvarás de tu peor enemigo: la pereza.

  • Eficiencia y eficacia. Otra ventaja más es que tu esfuerzo será más rentable, es decir, vas a emplear mejor el tiempo y el dinero para conseguir resultados. Muchas veces nos pasamos horas en el gym y no obtenemos ningún resultado, nos estancamos; con estos entrenamientos, conseguirás alcanzar tus objetivos y, lo mejor de todo, mucho más rápido.

  • Mejora de la técnica. El entrenador te enseñará, además, buenas técnicas para trabajar; algo que no suele ser muy frecuente si acudes a clases colectivas o consultas al monitor de cabecera del gym. Esto te evitará lesiones y te ayudará a conseguir el objetivo que busques con cada ejercicio.

  • Se refuerza el trabajo que se hace fuera de los entrenamientos. Si haces trabajo en la sala de musculación o en clases colectivas durante el resto de la semana, se reforzará y completará con los entrenamientos. Te aconsejo que le comentes a tu entrenador qué actividades realizas, para que te pueda diseñar tu rutina a medida.

Qué necesitarás
  • Un buen entrenador. Es lo primordial. Y eso no significa que tenga que ser el más caro, sólo tiene que tener una buena formación, experiencia y una excelente actitud. Lo de la actitud es importante, porque tenéis que congeniar y te tiene que gustar su estilo. Si no es así, cambia rápidamente, porque se te hará muy cuesta arriba un entrenamiento duro con alguien a quien no soportas.

  • Un buen gimnasio. Lo mismo que con el entrenador, no tiene que se elitista, tiene que contar con unas buenas instalaciones, con unos horarios razonables y estar muy limpio

  • Ropa cómoda. Prendas con las que te puedas mover a gusto y que transpiren bien, porque vas a sudar... y mucho. No hace falta que sean cool, sólo tienen que ser apropiadas para entrenar.

  • Zapatillas adecuadas. Es vital que busques unas zapatillas de calidad, porque una mala elección puede tener consecuencias: lesiones, deformidades, etc.

  • Unos guantes. Vas a levantar pesos, a tirar de cuerdas, a coger barras... y todo eso provoca unas callosidades en las manos de lo más incómodo y antiestético. Pide unos guantes de fitness en tu tienda de deporte para estos menesteres.

  • Una toalla. Por higiene (para que la pongas en las esterillas) y para secarte el sudor.

  • Agua. Vas a sudar muchísimo y necesitarás reponer líquidos para evitar la deshidratación y sus incómodas consecuencias

  • Dejar pasar unas 2 h. entre la última comida y el entrenamiento. Te puedo asegurar que las consecuencias de haber comido justo antes de la sesión puede ser muy incómodo.

  • Esfuercina Forte y Disciplinil 600 mg... :D

Y, ahora... ¿te animas?