Los psicólogos dicen que se puede entrenar el optimismo y que las personas optimistas viven más y mejor. Algunas personas tienen tendencia a deprimirse, no disfrutar de la vida y ser desgraciadas, mientras que otras tienden a buscar la felicidad; los científicos dicen que hay mecanismos neurológicos que desencadenan la alegría de vivir más allá de las preocupaciones personales, porque el sobrellevar los problemas diarios es una capacidad que no todos tenemos desarrollada de igual manera, pero nos podemos entrenar para ello.
Primero proponen potenciar nuestra parte más hedonista, con actividades que nos reporten placer, desde las muestras de cariño, comer algo delicioso, escuchar la música que más nos gusta, o practicar las aficiones que más nos emocionan y divierten. Proponen también buscar un sentido a la vida más allá de uno mismo, sentirse parte de un grupo.
Un ascenso en el trabajo o la loteria son algo tremendamente efímero, la satisfacción desaparece rápidamente y luego es como si nada hubiese pasado; debemos aprender a satisfacer las necesidades con unos ingresos medios sin envidiar a los ricos, porque no son de ninguna manera más felices que nosotros, y tampoco es cuestión de sentirse más afortunados que los habitantes de épocas pasadas, quienes a pesar de no haber contado con las comodidades que tenemos hoy día, se consideraban igual de felices que nosotros. Ni la educación, ni el país, ni la raza influyen a la hora de ser felices, ni siquiera un estado de salud óptimo nos la garantizan. Así que de la trilogía salud, dinero y amor, nos queda el último, el que parece ser que nos da una felicidad más plena. Nuestra relación con los seres queridos, pareja, amigos, nos dan ese aporte de felicidad que necesitamos.
Es lo que nos queda en estos momentos, ser optimistas, pensar en positivo a pesar de los pesares, creer que a partir de ahora solo vendrán cosas buenas, que el mejor vino está aún por beberse, el mejor atardecer, la compañía más agradable, los momentos más divertidos están a la puerta de nuestra casa y pronto harán su entrada triunfal.