A penas voy al cine, y mira que me gusta. Es una emoción que sentí muy pronto en mi vida. Ahora creo que debí buscar la manera de dedicarme al séptimo arte. Consumo cine sin parar desde que tengo uso de razón pero más en casa, antes vía video club (pobres), ahora a través de internet que va fagocitándolo todo sin oposición alguna por nuestra parte.
Hago como con los restaurantes, ya lo he comentado alguna vez, si puedo escoger voy a aquellos donde preparan cosas que yo no sé hacer en casa. De manera que escojo la gran pantalla cuando sé que la película lo merece como cuando se trata de superproducciones con espléndida fotografía, paisajes hermosos y grandes efectos.El otro día fui a ver la última de Tom Cruise, y lo digo en el sentido más amplio, porque este hombre es de esos profesionales con tanto poder que escoge, produce y controla los proyectos en los que trabaja. No hace lo que quieren los demás hace lo que el quiere, que envidia, ¿no? Yo estoy en un punto en el que no es que no pueda hacer lo que quiero sino que ni siquiera sé lo que querría hacer. Si Tom Cruise fuera yo estaría hecho polvo.La gente lo desprecia. Bajito, guapo y por tanto sospechoso de ser mal actor, poderoso, influyente, y raro por su condición de seguidor de la Cienciología; lagarto, lagarto. Indefinido sexualmente, todo el mundo piensa que es homosexual no confeso, con relaciones varias todas ellas con tufo de montaje. Qué sabe nadie.Vi la película, que me captó y me entretuvo sobremanera, eso ya la hace “buena para mí”, pero lo que no pude dejar de pensar mientras la veía es por qué este hombre que tiene el mundo en sus manos opta por realizar estos productos de puro entretenimiento. ¿Hará Tom lo que quiere, formará parte de esa oligarquía que nos maneja a placer, o será un títere en manos de otros o en manos de la codicia más grosera?Por qué no escoge mejor los guiones, los temas y hace largometrajes de mayor enjundia, de esos que remueven, que influyen a la la gente y generan opinión ¿Sería lícito usar el cine, las artes en general para modificar conciencias, no es lo mismo que estoy medio denunciando aquí? El arte no se debe instrumentalizar, dejaría de ser auténtico para pasar a convertirse un folletín propagandístico.
¿No es el entretenimiento un bien en sí mismo, con esa capacidad que tiene de sacarnos por un momento de las tensiones del día a día? Creo que sí, quizá el entretenimiento es bueno todo ese rato en que te entretiene. Golosinas que difícilmente alimenten el alma de nadie. Pero que ni las quiten ni se acaben, un ratito más por lo menos…