¡Muchísimas gracias a la autora por su tiempo!
¿En qué momento se despertó en usted el gusto por la escritura?Desde antes de saber leer, mi mamá solía narrarme cuentos y leerme novelas, tratando de fomentar el hábito de la lectura en mí. Y creo que fue gracias a eso que me di cuenta de la magia de los libros. Así que desde que aprendí a escribir comencé a narrar mis propias historias. La vida puede llegar a ser bastante aburrida, así que desataba mi imaginación y me perdía en mundos más entretenidos que este. Y así comenzó todo... Aunque tal vez habrá quien te diga que simplemente estoy loca, jajaja.
¿Hay algo en especial que le inspire a la hora de escribir?Los días nublados, las tormentas eléctricas, una taza de café, un buen libro y la música. Combina esos elementos y mi imaginación le gana la partida a la realidad.
¿De dónde nació la idea para la historia de Los dominios del Ónix negro: La elevación?¿La verdad? La idea comenzó cuando tenía como doce años, y fue la base para uno de los primeros cuentos que escribí. Muuuuchos años después, me interesaba hacer por mis primas adolescentes lo mismo que mi mamá hizo por mí, fomentar el hábito de la lectura, pero al no encontrar libros apropiados para ellas, decidí escribirles una "historia corta", basada en aquella que había escrito cuando estaba pequeña. Cuando llegué a la página 500, me di cuenta de que de historia corta no tenía nada, así que continué, inspirada al ver a mis primas atrapadas por la trama, y así cobraron vida Los Dominios...
¿Cómo nació Vanessa? ¿Qué podemos esperar de este personaje?Vanessa está basada en su mayoría en mis primas, pero en realidad creo que es capaz de reflejar a cualquier chica adolescente que está intentando encontrar su propia identidad. Deseaba que mi personaje principal fuera una mujer fuerte e independiente, pero que al mismo tiempo se tratara de alguien tan vulnerable como todos nosotros, alguien que crece conforme se va enfrentando a su propia vida, a su destino, alguien que lucha por lo que quiere y que logra lo que se propone.
Este es solo el primer libro, ¿Nos puede adelantar algo del siguiente? ¿Qué podremos encontrar?Mmmhh, no sé que tanto pueda decir sin que me regañe mi editor, jejeje, creo que lo poco que les puedo adelantar es que en el segundo libro conoceremos más a fondo a los personajes, sus vidas, sus motivaciones, y también les advierto que está lleno de mucha más acción que el primero, y de giros bastante inesperados que los dejarán boquiabiertos ante la sorpresa.
¿Hay algún proyecto fuera de Los dominios del Ónix negro?Sí, estoy trabajando en un par de historias que atraparon por completo mi atención, y al igual que los Dominios, están llenas de magia, romance y aventura... aunque los Dominios aún tienen su reserva de aventuras que merecen ser contadas más adelante.
Vanessa tiene 17 años, está en el último semestre de la preparatoria y tiene una vida muy aburrida (según ella). Lo único que hace que sus días sean tolerables son sus sueños, los cuales la llevan a lugares muy apacibles. Lo malo es que últimamente éstos no han sido cordiales. Si bien en ellos se ha topado con Erick, un apuesto joven que se siente irremediablemente atraído por Vanessa, también ha estado en un par de ocasiones en peligro de muerte.Facebook de la autora Fotos FB de la autora
A pesar de esos riesgos, la chica se ha obsesionado de tal modo con Erick, que ya no pone atención a nada de lo que ocurre en su vida cotidiana, aunque esto le cueste la posibilidad de hacerse novia del alumno más guapo (y real) de toda la escuela.
Tras varias semanas de incertidumbre, el mundo de Vanessa se desmorona cuando descubre que nunca ha soñado, sólo se ha transportado a una realidad alterna, la cual se encuentra amenazada por un ser malévolo que se está apoderando de las almas de sus habitantes. Pero el panorama no es tan desolador como aparenta. Antiguas profecías señalan a Vanessa como la elegida para salvar (o llevar a su destrucción) a los habitantes de esa realidad, entre ellos el apuesto Erick, quien ha jurado proteger a la joven aun a costa de su propia vida (y de paso ganarse su corazón).