Álvaro Núñez nació en Madrid en 1972. Después de cursar estudios de Arquitectura y licenciarse en Ciencias Empresariales, decidió dedicarse a lo que más le gustaba: dibujar monigotes y escribir historias. Y en eso está. Desde entonces, ha ilustrado tropecientos libros de texto para editoriales de aquí y de fuera; para niños de infantil, primaria, secundaria y alumnos preuniversitarios. Media docena de cuentos escritos por otros han sido dibujados por su mano, aunque también ha participado en revistas con sus propias historietas y chistes. Ha decorado las paredes de un centro de atención primaria para niños con problemas auditivos. Ha pintado un mural de nueve metros en el jardín de un museo mientras explicaba los detalles de su colección permanente. Emprendió proyectos audiovisuales, escribió guiones y ha dibujado numerosas piezas de animación. Recorrió los colegios de media España dibujando sus cuentos mientras los contaba. Junto a Miguel Can y Alberto Díaz creó la exitosa serie de libros Lechuza Detective publicada en Anaya.
-¿Qué aspectos nuevos o desconocidos descubriremos sobre Abril? (que no sabíamos de ella en perro verde).
Conoceremos a Abril con unos años menos, pero con la misma esencia. Eso sí, el lector podrá conocer a su familia y, por ejemplo, de dónde le viene el gusto por la creatividad. De todas maneras, Pandilla Wasabi es una colección en la que todos los miembros de la pandilla van a ser protagonistas. Hemos empezado por Abril porque el lector la conoce de Perro Verde y nos parecía ideal para presentar a todos los demás, pero, libro a libro, descubriremos a cada uno de ellos y nos contarán una historia desde su punto de vista. En la Pandilla Wasabi todos son iguales y todos tienen su voz propia. El lector, y la pandilla, aprenderán muchas cosas de otras culturas mientras se divierten.
- ¿Qué camiseta crees que se pondría Abril si tuviera que recoger a su padre del colegio para ir a pilates?
Jajaja. Muy buena. La camiseta que lleva su padre era el lema de una tintorería de un amigo: yo aprovecho todo al escribir. A bote pronto se me ocurre el dibujo de un cerebro en el que ponga "Espacio reservado para la creatividad".
- Me encanta la idea de invertir los roles: que los padres vayan a clases extraescolares y los hijos les acompañen. ¿Cómo surgió esta idea tan original?
Cada vez que emprendemos una colección nos reunimos un par de veces, sentamos las bases a partir de las cuales me pongo a escribir la trama y, cuando termino, Alberto hace las ilustraciones. Desde el principio teníamos clara la idea de que todo transcurriera en un centro cultural y, al ser tan pequeños, nos parecía gracioso que fuesen los padres los que tuvieran que ir a las actividades. Esta colección quiere dar a conocer a los lectores las infinitas posibilidades de un lugar así.
- No sé si me estaré equivocando, pero cuando leí el libro me sorprendió que el personaje no quisiera leer en la biblioteca. ¿Es por el personaje de "la bruja" o porque está cansado de los libros de la escuela?
Está hecho a posta, claro. Si te metes en la piel de unos niños de esa edad que no conocen a nadie y los meten en una biblioteca donde los mayores están estudiando y tienen que guardar silencio, lo normal es que quieran escapar. La bibliotecaria será fundamental en las nuevas entregas de Pandilla Wasabi. Una buena bibliotecaria que conecte y juegue con ellos es imprescindible para crear hábito lector, y adelanto que en el segundo libro la pandilla disfrutará de lo lindo con ella.
- En este centro cultural tan versátil y grande no solo hay un montón de personajes dispares, también, hay de muchas edades y me ha encantado la manera en la que has roto estereotipos, como es el caso de las señoras mayores bailando... ¿Es lo que querías con algunos de esos personajes?
Tal cual. Me encantan las historias intergeneracionales sin complejos. Esta colección habla de diversidad en todos los sentidos. No hay edad para pasarlo bien.
- En esta aventura nos encontramos a muchos de adultos que les hacen preguntas ¿Qué personaje de los adultos fue el que no tenías claro que aparecería en la historia?
Pues no hay ninguno, la verdad. Aunque el director de teatro pueda parecer disparatado, creo que el humor es importantísimo para enganchar al lector. Y además Emerson, que le encanta actuar, está encantado con él. Creo que todos encajan bien en el microcosmos del centro cultural y le dan ritmo al libro. La estructura del libro es la de un cuento clásico en el que se repiten ciertos aspectos (las preguntas de los adultos, la aparición de la "bruja", la huida) para que funcione narrativamente.
- Dentro de la pandilla Wasabi tenemos a un niño que es extranjero y me encantó la forma en la que todos le aceptan con sus rarezas (que no lo son) y le incluyen en esta aventura. ¿Ha sido un tirón de orejas a la sociedad?(el que este personaje tan simpático se integrará maravillosamente).
Los niños tienen muchísimos menos prejuicios que los adultos, eso está más claro que el agua. Esta colección también surge de la experiencia de visitar colegios de toda España en los que vemos cada vez más mezcla de culturas. A mí y a la Pandilla Wasabi nos parece enriquecedor y queremos dejarlo claro.
- El gato es un personaje inesperado y que da frescura a la trama ¿Sabías donde lo hayarían desde un principio?
La idea del gato surgió mientras estaba escribiendo porque en esa época mi chica y yo acogimos a una gata en casa. Algo parecido pasó con Perro Verde, que salió de mi experiencia de convivir con mi perra Blue. Ahora tenemos perra y gata, je, je. La aparición de Wasabi en la azotea hace referencia a esa imagen de los dibujos animados donde los gatos de ciudad saltan de tejado en tejado. De todas maneras, una pandilla con mascota mola mucho más y nos sirve también para enseñarles a ser responsables.