Haz que cada mañana salga el sol
Hoy en la Sección de Entrevistas contamos con Arancha Merino (@aranchamerino) que es autora de una obra de reciente aparición dentro de la temática de Libros de Inteligencia Emocional que lleva por título Haz que cada mañana salga el sol (Alienta), y con subtítulo: Aprende a interpretar correctamente las emociones.Es habitual pensar que la rabia, la tristeza y el miedo son emociones negativas. Sin embargo, y como bien apunta Arancha Merino, «sin rabia, ¿cómo me expreso si alguien me manipula? En cuando al miedo: ¿cómo podría defenderme de un peligro?, ¿cómo sabré de dónde proviene una amenaza? En estas situaciones, nos guste o no, estas emociones se hacen indispensables».
A menudo clasificamos y etiquetamos la emociones en buenas o malas, cuando todas son necesarias para el equilibrio de nuestras vidas. Sólo el correcto o incorrecto uso que hagamos de ellas será lo que determine los resultados que obtengamos, ya sean los deseados o indeseados.
Haz que cada mañana salga el sol es un libro muy interesante sobre un tema indispensable que ayuda a identificar cada una de las emociones y a usarlas para mejorar nuestra existencia y decidir que cada mañana salga el sol para nosotros. Os dejamos una entrevista con Arancha Merino, y destacamos el siguiente titular: «TENEMOS QUE ENTENDER QUE SOMOS ALGO MÁS QUE UNA MENTE PENSANTE E INTELIGENTE»
¿Cuándo y por qué nace el libro Haz que cada mañana salga el sol?
Soy economista y he trabajado durante más de 20 años en el mundo de la empresa con puestos de máxima responsabilidad. Mis resultados fueron muy buenos pero la presión, el estrés y algunas enfermedades me hicieron recapacitar, pensé "debe haber algo más en la vida" y salí a buscar ese algo que me faltaba, ese algo que cubriera mis insatisfacciones personales que el brillo del éxito no lograban cubrir. Estudié de la mano de serios profesionales las emociones y el comportamiento humano durante más de 5 años y comencé a impartir seminarios sobre la gestión emocional y cómo nos mejora la vida. El libro surgió ante la creciente necesidad de la sociedad de construir una vida mejor. Creo que no dirigimos nuestras vidas, que dejamos la responsabilidad de nuestra felicidad en manos de otros y por eso nunca alcanzamos nuestros sueños. Mi intención es llegar al máximo número de personas, para que tomen conciencia de que en su interior se encuentran las respuestas que tanto buscan.¿Cuáles son las principales aportaciones este libro respecto a otros de temática similar? Entender que somos algo más que una mente pensante e inteligente, que estamos dotados de un ser que nos conecta con nuestra parte emocional ayudándonos a entendernos a nosotros mismos y a los demás, no es tarea fácil cuando se nos ha enseñado a rechazar nuestra completitud. Mi lenguaje es sencillo y cercano. Aproximo el mundo de las emociones a cualquier situación cotidiana que tenga que manejar un directivo, unos padres, un ama de casa. Todos tenemos emociones y valen para algo. Desvelo el para qué, el cuando, el cómo, el donde, el qué y el porqué huyendo de tecnicismos. Creo que mi principal aportación es hacer fácil, comprensible y práctico lo que hasta ahora resultaba complejo, tedioso y difícil de llevar a cabo.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido al investigar y escribir este libro? Llevo muchos años investigando las emociones y nuestro comportamiento ante ellas. Lo que me sigue sorprendiendo es comprobar que seguimos prefiriendo permanecer en nuestra zona de confort, aunque no nos satisfaga, antes que abrirnos a nuevos aprendizajes que implican cambios pero también mejoras. Me sorprende que prefiramos quejarnos en vez de poner límites a las amenazas, que prefiramos culpar a otros en lugar de responsabilizarnos de nuestra propia vida.
¿Qué parte te gusta más del libro y por qué? La tercera parte, donde explico cada una de las seis emociones básicas (miedo, tristeza, rabia, orgullo, amor y alegría), ante qué estímulos debemos utilizarlas y qué conseguimos con ello. También explico las disfunciones que se producen en nuestra mente y en nuestro cuerpo, cuando las utilizamos incorrectamente. Aporto claves muy precisas y entendibles para que cualquiera que desee profundizar encuentre respuestas. Me gusta porque nos guste o no somos seres emocionales, y esta parte es una guía muy práctica para manejarnos en ese campo.
¿Cuáles son las 3 principales aspectos a tener en cuenta a la hora de gestionar nuestras emociones? – Primero, observar y diagnosticar. Comprobaremos que no observamos y nos perdemos partes importantes de nuestra vida que aportan informaciones valiosas. No vivimos la vida, pasamos por ella. – Segundo, tomar conciencia pues no somos conscientes de muchos de nuestros actos ni de muchas de nuestras reacciones. Eso produce cantidad de pérdidas de tiempo, energía y salud que podrían haberse evitado. – Tercero, analizar. Nos da pereza pararnos a reflexionar para ver como podemos resolver una situación. Tomamos el camino fácil de culpar a otros o pasarles nuestras responsabilidades.Si no observamos, ni somos conscientes, ni analizamos las causas de los problemas para que no se repitan, vamos perdidos, sin orientación y nos convertimos en víctimas impotentes de las circunstancias. Esto también ocasiona que el falso miedo mental nos bloquee.
¿Cuáles son los 3 emociones más peligrosas para nuestra felicidad? Las emociones bien utilizadas son todas necesarias para una vida en equilibrio. Es cuando las usamos mal cuando se pueden convertir en tóxicas y peligrosas. La que peor gestionamos es la rabia que produce, a mi entender, los mayores desastres. En concreto: – La envidia, el pecado nacional, se produce al sentir rabia en vez de orgullo (admiración), en lugar de admirar lo que nos supera, sentimos rabia hacia el que pretende superarse a sí mismo. Tratamos de hundirle. – El resentimiento, se origina al sentir rabia ante una pérdida en lugar de tristeza que sería lo apropiado. Es una forma de aferrarse a algo o a alguien y no soltarle. Eso produce mucha infelicidad además de impedirnos aprender de nuestros errores – El sentimiento de culpa que se ocasiona al sentir tristeza ante una manipulación, engaño o traición en lugar de responder con la rabia justa que nos haría reaccionar y ponernos en nuestro lugar. Nos callamos cuando deberíamos reaccionar y reaccionamos agresivamente cuando deberíamos asumir y reflexionar.
En general somos bastante "analfabetos emocionales". ¿Cuáles son las principales claves para aprender a gestionar las emociones? – Querer ver las amenazas y aprender a poner límites diciendo NO. – Responsabilizarnos de nuestras pérdidas y errores para encontrar solitos soluciones y aprender. – Reaccionar ante injusticias y manipulaciones en el momento justo sin dejarlo para después. – Admirarnos por nuestras grandezas y superaciones. – Aceptarnos y querernos. No dar lo mejor de nosotros mismos a los que menos lo merecen. – Abrirnos a los cambios sin miedo. Pues estamos capacitados y tenemos recursos suficientes para resolver cualquier situación que se nos presente.
¿Quiénes gestionan mejor y por qué las emociones: hombres o mujeres? Las mujeres tenemos más desarrollado el hemisferio izquierdo que nos conecta con el mundo emocional. Los hombres además sufren el inconveniente de su educación centrada en no sentir, ni manifestar emociones.
¿Puedes decirnos si existen diferencias culturales entre países a la hora de gestionar emociones, y cuáles son, desde tu punto de vista, los que mejor lo hacen? Cada país tiene una emoción que se manifiesta de forma dominante y marca el carácter de la sociedad en su conjunto. En España domina la rabia, en Italia la alegría, en Alemania la tristeza, en Francia el orgullo. Ningún país se caracteriza por una adecuada gestión emocional contínua. Sin embargo ha habido épocas en que algunos han sabido resurgir de situaciones dramáticas aplicando las emociones por encima de otros intereses, como Japón.
Daniel Goleman dice que "entre los directivos existe universidad (capital intelectual) y poca guardería (inteligencia emocional)". ¿Qué 3 consejos darías a un directivo para que se anime a mejorar y cambiar?. Un directivo debe estar abierto a aprender y a evolucionar. No pensar que lo sabe todo. Deberíamos apartar un poco tanto Máster y MBA y atender a otra inteligencia, la emocional que aporta resultados espectaculares y contínuos en el tiempo. Abandonar el tópico de que las emociones nos hacen débiles. Es al contrario no conocerlas ni gestionarlas nos convierte en altamente manipulables, pues nos provoca depender en demasía del juicio de los demás. Elegir potencia en lugar de poder. El poder nos lo pueden dar o quitar. Si te lo quitan te quedas vacío. Por eso surge la competitividad feroz. Si eliges potencia, es tuya, nadie te la puede arrebatar y serás cada vez más fuerte, sin que las circunstancias externas alteren tu potencial.
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