¡Buenos días a todos! Hoy os traigo una entrevista con la autora Elena Garquin, autora de novela romantica histórica y contemporánea. Actualmente publica con Phoebe, el sello romántico de Ediciones Pàmies y con Romantic Ediciones. Espero que os guste.
********************************************
Elena Garquin nació en Benavente, Zamora, donde reside actualmente con su marido y sus dos hijos. Cursó derecho en la Universidad de Salamanca, pero desde niña su verdadera pasión fueron los libros. La vocación de escritora le llego a través de la lectura, y reparte su tiempo entre esta y su familia. Le encanta el cine, y adora el campo y la naturaleza. Escribe desde la adolescencia, aunque dejó de hacerlo cuando se casó. Después de bastantes años, decidió retomar algo que para ella se había convertido en una forma de vida.
El placer es mío, siempre. Muchas gracias por esta oportunidad, Carmen.
- “La heredera” fue tu primera novela publicada. Está claro que ha habido una evolución desde entonces a “Tiempo de promesas” ¿Cómo ves tú esa evolución?
Positiva, en todos los aspectos. Mis personajes están más llenos de matices, las tramas son más completas sin llegar a ser complicadas. Mi técnica también ha mejorado bastante a la hora de plasmar situaciones y sentimientos, pero lo que más me gusta es que mis novelas generen debate entre los lectores. Que encuentren «peros» con los que poder debatir razonadamente, por supuesto. Y creo que en eso también he mejorado. Sin ir más lejos, hay ciertos personajes en TIEMPO DE PROMESAS que despiertan emociones extremas odio-compasión. Esa es la evolución que siempre he buscado.
- Ahora ya llevas cuatro novelas históricas publicadas, ¿Qué te está pareciendo la historia de publicar? ¿Sigues poniéndote nerviosa cuando mandas un manuscrito?
¿La historia de publicar? Única en su especie, jajajajaja. Con cada una ha sido una aventura diferente, pero la experiencia, al menos bajo mi punto de vista, es inigualable y no la cambiaría por nada. No puedo compararla con la autopublicación porque yo no he autopublicado nada de momento, pero sí puedo decir que el hecho de enviar manuscritos y esperar respuesta resulta, cuanto menos, excitante.
¿Que si me pongo nerviosa? Bueno, no tanto como al principio. Ahora tengo la seguridad relativa, muy relativa, de que lo que envío tiene al menos calidad suficiente como para que guste a alguien. En ese sentido he aprendido a armarme de paciencia cuando mis manuscritos empiezan a volar. Los nervios los dejo para cuando van a salir publicados. Ahí sí que me como las uñas, pensando si a la gente le va a gustar mi historia que, en definitiva, será para ellos.
- “Tiempo de promesas” es tu última novela publicada con el sello Phoebe. Con ella nos trasladas a un periodo histórico concreto. ¿Qué te llevo a escribir sobre este periodo? ¿Qué es lo que te lleva a decantarte por un periodo histórico concreto u otro? ¿En qué te basas para elegir? ¿te basas en algún acontecimiento o hecho histórico concreto?
En principio, siempre busco épocas poco explotadas por la literatura romántica. Hay varias novelas centradas en la lucha entre moros y cristianos, pero muy poco en esa época en concreto, principios del siglo X, y mucho menos centrada en los problemas de uno de los reyes cristianos de entonces, Ordoño, por centralizar el poder de unos condes castellanos que reclamaban su propio espacio y denunciaban injusticias. Decidí centrarme en ese problema en concreto, y no en el obvio de la reconquista.
Para elegir el periodo histórico en el que centrar mi historia, no busco nada en particular en un principio, aunque una vez que sitúo más o menos el año, empiezo a indagar hasta encontrar el marco histórico adecuado que pueda poner al servicio de mi propia trama. Para introducir al lector en esa época en concreto de la mano de mis personajes, sin que dicho lector se dé apenas cuenta.
En este caso, cuando ya tuve claro que Ordoño sería el rey de Martín y Jimena, decidí empezar con la batalla de Castromoros, un hecho que posiblemente no se dé en los libros de historia, pero que me interesó por su mezcla de leyenda y realidad.
- Casi todas tus novelas son novelas históricas ambientadas en nuestro país, ¿te lleva mucho tiempo documentarte sobre la época histórica que has elegido? ¿Te resulta difícil o laborioso encontrar la información?¿acudes a algún archivo histórico o algo parecido?
El tiempo siempre es relativo, aunque suele ir directamente relacionado con la proximidad histórica. Cuanto más cerca está de nuestros días, más información se puede recabar y con más facilidad. Normalmente no me resulta difícil, aunque con TIEMPO DE PROMESAS reconozco que tuve alguna que otra dificultad. Exceptuando las fechas de batallas, los nombres de personajes relevantes y demás, el resto de la información más precisa, como detalles en el vestuario, costumbres, me costó un poco más.
Sí, he accedido a archivos históricos para después tener que ofrecer la información encontrada a cuentagotas. Considero que el fin de esa información en una novela romántica de corte histórico es el de introducir al lector en una época, nada más. Por eso, siempre encuentro mucho más de lo que al final acabo necesitando.
- ¿Tienes planeado ambientar alguna otra de tus novelas fuera de nuestro país?
En contemporánea, después de BOOMERANG (ambientada en Australia), la verdad es que no lo sé. ¡Casi no me ha dado tiempo ni a pensarlo! En lo que se refiere a histórica, aparte de TUAREG, ambientada en el Sahara, tengo en mente algo relativo a la guerra de Secesión americana e incluso una breve incursión por el antiguo Egipto, pero solo son ideas fugaces, de momento. Creo firmemente que en España tenemos historia de sobra para ambientar tramas románticas inmejorables.
- Martín y Jimena son los protagonistas de esta novela ¿Cómo los defininirias? ¿Te inspiraste en alguien en concreto para crearlos, ya sea un persona pública o alguien de tu entorno, o en algún personaje histórico?.
Martín es un hombre hecho a sí mismo. Uno de tantos que, en aquella época, pasaban mil penurias para conseguir llegar a su edad sin morir en el intento. Quizá sea esa dureza en su vida lo que hace de él un hombre perseverante, un guerrero implacable cuando debe serlo, pero que hace de la estrategia su modo de vida, hasta el punto de ir a por lo que realmente lleva queriendo desde hace tiempo, y no reparar en medios para conseguirlo. De hecho, consigue lo que parece imposible, aprovechándose de la suerte cuando le da la cara: cambia de estamento social sin hacerlo por derecho de nacimiento. Creo que es esa mezcla de ternura, dureza y ambición lo que hacen de él un personaje tan atrayente.
Jimena puede parecer lo contrario, pero es que es mujer, y las mujeres en aquella época contaban muy poco. El hecho de tener que encuadrarla bajo esos patrones y dotarla a la vez de fuerte personalidad, fue quizás la parte más complicada. Pero creo que el resultado ha sido creíble. Una muchacha joven, excesivamente protegida por sus hermanos mayores y que por tanto tiene su parte caprichosa, pero que evoluciona a lo largo de la novela. Martín hace que desarrolle su parte más valiente, su sensualidad. Consigue que su parte infantil remita para dar paso al fin a su personalidad adulta.
¿Inspirarme en alguien? Claro. En toda la gente que me rodea, tanto en sus virtudes como en sus defectos. Soy de las que piensa que las personas no nos diferenciamos gran cosa de nuestros antepasados. Lo único que nos separa son los convencionalismos sociales, esos que en otra época han reprimido el carácter de cada cual.
- He de felicitarte por la portada de esta novela. Creo que es perfecta y representa muy bien lo que vas a encontrar dentro de la novela. ¿Fuiste tú quien dio la directrices de como quería que fuera o bien fue la editorial la que te presento unos borradores y sobre ellos decidiste?
Digamos que al cincuenta por ciento, jajajajajaja. Ellos me consultaron primero, me preguntaron cómo veía a los protagonistas para hacer coincidir ideas. Luego me pidieron ejemplos de cómo veía yo la portada, y fuimos descartando hasta quedarnos con algo que nos convenció a las dos partes.
- Cuando leo una novela siempre pienso en que banda sonora tendría. ¿Cuál crees que sería la banda sonora de “Tiempo de promesas”?
Escribiendo determinadas escenas de TIEMPO DE PROMESAS, reconozco que me venía a la cabeza una canción que, pese a no comulgar con la serie donde se cantaba, me encantaba. Formaba parte de la banda sonora de ÁGUILA ROJA, y es la canción de Margarita.
- ¿Qué crees, a tu juicio, lo que no puede faltar en una novela histórico romántica?
Coherencia histórica. Tanto en hechos, como en costumbres y, también, en las expresiones. No me gusta leer un «venga, vale», en una novela ambientada en la edad media, por ejemplo. Son cosas que te sacan de contexto. Por lo demás, lo que pediría a una contemporánea. Exaltación de los valores como el honor, la nobleza, el amor incondicional, que para eso estamos leyendo una novela romántica, el final feliz. Una trama completa, sin dejar cabos sueltos por el medio, unos personajes que comulguen con lo que se espera de ellos dada la época, lo que no quiere decir que no puedan expresar lo que sienten o lo que piensan, y sensualidad y sexualidad. Fundamental, estemos en la época que estemos. No creo que escribir romántica histórica sea sinónimo de tacañería en la cama. Estoy convencida de que hay cosas que siempre se han hecho y siempre se harán.
- Eres una autora que se ha puesto nuevos retos, de hecho también publicaste el año pasado una novela contemporánea. ¿Con que retos, si es que se pueden mencionar, está ahora Elena Garquin?
Uy… En principio con uno que me están pidiendo las lectoras de TIEMPO DE PROMESAS de modo muy sutil… Algo relacionado con un lobo al que le tienen muchas ganas, y no digo más en ese sentido de momento. Aparte, tengo empezada una novela contemporánea muy diferente a BOOMERANG, pero que de momento está en el tintero. Yo solo puedo escribir una novela a la vez.
Deseo que tu nueva novela sea todo un éxito y sobre todo que tenga una muy buena acogida. Muchas gracias por tu tiempo, ha sido un placer entrevistarte. Espero con entusiasmo tus próximas publicaciones.
Muchísimas gracias a ti y a todos los lectores, por la oportunidad, Carmen. Ha sido un verdadero placer y todo un honor.