No es una amenaza; es un pulso al tiempo. Va a llegar a Valencia revolviendo recuerdos, con canciones que recuperan el gusto de una época en la que aún no braceaba en las aguas de la vanguardia y reinaba en el califato de los Omega. Cuando vuelve al presente se pone serio y mira al Cabanyal, que está perdiendo el dibujo de un barrio marinero picado de sal.
Pregunta.— Felicidades por el premio que recogió ayer [El Ojo Crítico], que reconoce toda una carrera en el escenario.
Respuesta.— Muchas gracias. Es de El Ojo Crítico, un programa de radio que conocemos todos, de gran prestigio. Todos los años le dan el premio a un artista, a un intelectual, y este año me honra que me lo entreguen a mí.
P. — Con su experiencia y con tantos kilómetros acumulados, ¿aún le emocionan este tipo de premios, o ya es difícil?
R.— No hombre.un premio como este es muy de agradecer, porque además lo concede un programa de grandísimo prestigio y los premiados anteriores son de altísima categoría.. .por muchas razones. Y además un premio se tiene que agradecer siempre, claro.
P. — Mañana estará en Valencia para apoyar con un concierto la causa de Salvem el Cabanyal. ¿Cómo llega a convertirse Enrique Morente en la imagen de la protección de un barrio de la ciudad?.
R.— Bueno.a mí me explica el caso alguien de la Fundación Cardamomo, José Ramón, que es un amigo. Ya había oído algo del Barrio del Cabanyal y en alguna ocasión lo he visitado, porque he ido mucho a Valencia en el transcurso de mi vida. Me lo explicaron y me solidaricé inmediatamente con la causa; no puedo hacerlo con todo lo que me proponen porque casi todos los meses tengo algún acto de home-naje.pero la verdad es que me apetecía solidarizarme con el barrio porque es uno de los corazones de la ciudad de Valencia y me parece una barbaridad el plantear que se destruya. Sólo pen-sasrlo ya me parece una barbaridad.
P.— Pero, ¿cómo surge la colaboración entre usted y los Salvem? Le explican las actuaciones que hay previstas en la zona y decide echar una mano.
R.— Sí, la plataforma del barrio se pone en contacto con nosotros, con mi secretario, que lleva estos asuntos, y decidimos ponernos manos a la obra, con una actuación en solidaridad con los vecinos que defienden la supervivencia de un barrio con esa entidad. Es que la situación es muy drástica; los políticos a veces pueden buscar alternativas, que puede haberlas.
P.— Sobre todo cuando hay gente que malvende su casa o se queda sin ella...
R.— Eso es una barbaridad. Son cosas que suceden en diversas ciudades: en los barrios viejos de las grandes ciudades como Barcelona, Madrid. Intentan echar a personas con setenta, ochen-ta.noventa años; con una pensión de doscientos euros...los echan a la calle porque no quieren rehabilitar esas zonas.. .y la protección social debe estar para algo. Eso es una deshumanización y una crueldad. porque la normativa hay que cumplirla pero también hay que tener la sensibilidad de ser flexibles para.no matar a estas personas, porque echar a unas personas tan mayores de sus casas, con una pensión, un solo sueldo, o en paro.. .eso es prácticamente un atropello.. .cerca del asesinato.
P.— El acto va a tener publicidad con su presencia, pero ¿de qué forma cree que puede ayudar?
R.— En realidad no lo sé.. .es un acto de apoyo, de solidaridad.. .ya he hecho otras campañas, de vez en cuando nos sumamos a los actos que podemos, que no son los que deberíamos porque hay tantas causas con la que solidarizarse.. .por ejemplo hicimos uno para la figura de Miguel Hernández, con Amnistía Internacional también, haré algunas cosas más el año que viene, pronto, aunque no quiero tampoco dar publicidad. Yo la verdad es que tengo un camino andado y lo que me apetece hacer,
como lo he hecho en otros momentos de mi vida, lo hago.
P.— Ahora la decisión es del Ministerio de Cultura, que es quien puede hacer algo para que no se derribe el barrio. ¿Esto pone la situación un poco más fácil o da lo mismo?
R.— Espero que sí.porque si no habrá que organizar más conciertos, llevar a cabo más inicia-tivas.y tendré que empezar a hacer footing para prepararme y estar en forma.
P.— ¿Valencia es un tablao agradecido?.
R.— Siempre lo ha sido. Cuando canté en el Palau y en otros sitios siempre me he sentido querido.en Valencia gusta mucho el cante, el flamenco...y es una ciudad que me gusta mucho. Cuando esté allí pasaré por el Mercado Central, como siempre que puedo, que lo hago, y le recordaré a un pescaero que me vendió la última vez que pasé por allí. La verdad es que era casi todo muy bueno, pero había dos o tres gambas podrías. Ese barrio y sus alrededores, lo digo siempre, me encantan.
Para EL MUNDO, VIERNES 18 DE DICIEMBRE DE 2009