Entrevista a Félix G. Modroño

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Imagen tomada de la web del autor

     Félix G. Modroño es vizcaino, aunque hace tiempo que reside en Sevilla. Licenciado en derecho por la Universidad de Salamanca lleva años compaginando su trabajo habitual con la literatura. Su primera obra fue un libro de fotografía titulado Villalpando, paisajes y rincones, en 2002 y desde entonces nos ha presentado a personajes como don Fernando de Zúñiga o, más recientemente al protagonista de La ciudad de los ojos grises, Alfredo Gastiasoro, con el que llegó a las casas de muchísimos lectores. Hace apenas unos meses nos sorprendía al aparecer como ganador del XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla 2014 con su último libro, Secretos del Arenal, que acaba de salir a la venta.
     -No te voy a negar que con el paso del tiempo, las diferencias entre hombres y mujeres cada vez son menores, pero aún así. ¿Ha sido muy difícil meterte en la piel de una mujer, en cómo siente una mujer ante determinados temas?
     - Tengo que confesar que me pueden los retos (quizás sea ese bilbainismo latente). Supongo que hacer que mi protagonista sea mujer y que hable en primera persona me ha enriquecido. Todos deberíamos bucear en esos matices que llevamos dentro de nosotros. Me gusta escuchar más que hablar y soy lo suficientemente viejo como para haber escuchado a algunas mujeres muy interesantes. Me he limitado a hacerme eco de algunas de esas voces.
     - La novela está llena de sentimientos: pasión, amor, venganza, secretos... ¿Son esas pasiones las que mueven a las personas o las vamos dejando en el camino de lo cerebral?
     - Creo que es Bob Dylan quien dijo que hay personas que sienten la lluvia y personas que simplemente se mojan. Transitamos por la vida a toda prisa, motivados por la rutina impuesta por una sociedad que prefiere individuos que no se detienen a pensar porque cuando lo hacen son imprevisibles. Sinceramente creo que es la pasión, el deseo, el amor... los que nos hacen ser conscientes de nuestra libertad.
     - Y hablando de sentimientos y pasiones, ¿nos puedes contar qué sentiste cuando te descubriste ganador del Ateneo?
     - Fue un día muy especial para mi. Uno de esos que uno no olvida jamás. Fue la mejor noticia literaria que me han dado hasta ahora. Se supone que los escritores disfrutamos escribiendo, pero también sufrimos. En mi caso, he escrito mis novelas robando tiempo a mi familia, al sueño y a mi mismo. Confesaré que al colgar el teléfono, cerré los ojos, me encerré en mi cuarto y lloré.
     - Siempre se habla de la dificultad de escribir una novela a cuatro manos. A mi ahora me gustaría saber si es difícil escribir dos novelas, a dos manos, en una misma historia. ¿Cómo surge?
     - Otro reto. Me atrajo la idea de escribir dos historias que incluso se pudieran leer de forma independiente y que una no dominara sobre la otra. Al principio quise alternar su escritura, pero en seguida me di cuenta que cuando abandonaba una me costaba adaptarme a la otra. Así que opté por escribirlas por separado y luego mezclarlas, buscando la adaptación adecuada.
     - Tengo entendido que parte de la documentación de esta novela ha sido "de viva voz de quienes vivieron la época" ¿Nos puedes contar un poco como llegas a estas personas y sus historias?
     - He tenido mucha suerte. Cuando me encontraba a personas muy mayores, casi que las asaltaba para preguntarles la edad y si eran de Sevilla. A algunas les fallaba la memoria pero otras, casi centenarias, tenían una cabeza tan lúcida que resultaba increíble. En la novela cuento anécdotas de hombres y mujeres que vivieron en la Sevilla de los años 40 que, desde luego, no aparecen en ningún libro de historia.
     - Una cosa que me parece complicadísimo es elegir el título de un libro. ¿Por qué Secretos del Arenal; tan atractivos nos resultan los secretos o acaso todos tenemos algún secreto?
     - Todos albergamos secretos. Pensamientos, cuando no actos, que somos incapaces de revelar a nadie, ni siquiera a nuestro amigo de confianza. También he de decir que la palabra "secretos" es un homenaje solapado a mi grupo musical favorito quien, por cierto, aporta canciones en la novela que componen su banda sonora.
     - Llegas con el respaldo de muchísimos lectores que se acercaron hasta La ciudad de los ojos grises y además con un premio reconocido, ¿eso hace que estés más tranquilo ante la salida de esta nueva novela?
     - Eso hace que mi agradecimiento a mis lectores sea más grande y mi responsabilidad hacia ellos más sentida. Tengo la tranquilidad de saber que he sido honesto con ellos y conmigo a la hora de afrontar esta nueva aventura literaria.
     - Esta vez no se puede decir que haya una ciudad protagonista, pero si que Sevilla tiene un valor importante y una presencia que no es posible pasar por alto como si fuera una simple ambientación. ¿Qué tiene Sevilla que te hizo volver a sus calles literariamente hablando?
     - Me gusta escribir sobre ciudades que conozco. Tal vez podría contar una historia en la India o en Nueva York, pero a Sevilla la respiro cada día, paseo por sus plazas escondidas. Pienso que para escribir sobre una ciudad hay que ser de ella y hacerlo desde la distancia, o no serlo y hacerlo desde dentro. También echaba en falta una historia de Sevilla alejada de los tópicos. Con todas las novelas que se han escrito ambientadas en Sevilla, aún creo que está por escribir una novela sobre Sevilla.
     - Sin olvidar que estamos ante una historia de ficción, tengo que decir que hay un personaje en tu libro que me ha parecido que tiene una fuerza tremenda, y es "La Madrid", así que conocida tu costumbre de mezclar personajes reales y ficción, no puedo evitar preguntarte si realmente existió esa mujer.
     - Fernanda "La Madrid" existió, aunque dado que no he sido capaz de averiguar más que algunos detalles sobre su vida, me he permitido novelar sobre ella. Es la primera vez que me ocurre que un personaje cobra en mi novela más protagonismo del previsto. Lo que sí he hecho es pasear sin rumbo fijo por la callejuela donde vivió. Tal vez una forma absurda de buscar su inspiración.
     - Vino, música y literatura, son tres homenajes claros en esta novela; ¿son también tres de tus pasiones?
     - Soy apasionado. Qué le voy a hacer si yo nací en el Cantábrico. Una buena copa de vino marida con una buena lectura o con una buena canción pero, sobre todo, marida con una buena compañía.
     - Dicen que cuando un escritor pone el punto final en un libro, tiene ya imágenes del siguiente en la cabeza, ¿qué pasa por la tuya en este momento?¿Tienes alguna historia rondándote?
     - Cada vez que me sumerjo en una época, me dan ganas de seguir escribiendo sobre ella. Especialmente porque me encuentro con historias o personajes que no tienen cabida en mi historia actual y pienso que se merecen una para ellos. En esta novela me han surgido dos, que no desvelaré. Sin embargo, creo que estoy en deuda con don Fernando de Zúñiga y esta vez sí que le mando a Venecia.
     - Por último es conocido mi lado más cotilla literariamente hablando. ¿Me puedes contar qué estás leyendo en este momento?
     - Mi labor de documentación no consiste solo en leer tesis doctorales o libros de historia. Además procuro leer novelas de temas que tienen que ver con mi próxima historia o que se ambientan en mis próximos escenarios. Acabo de leer Regreso a Venecia de Francisco Granado y ahora estoy inmerso en Adriático de Eva Díaz Pérez y en Marca de agua de Joseph Brodsky.
     - Muchas gracias por tu amabilidad y por tu tiempo.
     - Gracias a ti por haberme reservado este espacio. Un placer.

     Y, como os digo siempre, gracias a todos los que pasáis por este espacio.
     Bibliografía:
     - Villalpando, paisajes y rincones (libro de fotografía)
     - Paisajes (colaboración)
     - La sangre de los crucificados
     - Muerte dulce
     - La ciudad de los ojos grises
     - Secretos del Arenal