J: Jose ángel Labari Ilundain (Jali): Pamplona 1977, autor de cómic. Álbumes publicados; Plexiglas (Astiberri 2004), El último gran viaje de Olivier Duveau (Astiberri 2009), No despertéis al ser que duerme (Astiberri 2009), y Malaria (Astiberri 2016)
Instagram: @jali_ilustrador Webs: http://plxiglsb.blogspot.com/ https://www.astiberri.com/authors/jali
M: Martino Pintor e ilustrador, Licenciado en Bellas Artes y Arte terapeuta.
Web: http://www.pinturacreativamartino.com
J- Hola, ¿Qué tal?
M-¿Te viene bien hablar ahora?
J-Sí, luego más tarde tengo que preparar la cena y las cosas de los niños porque mañana hay “cole” y ya sabes, lo típico...
M-¿Cuantos hijos tienes?
J- Dos; una de 14 y otro de 6.
M- ¿También dibujan como tú?
J- La de 14 no parece muy interesada, pero al de 6 si le gusta ponerse a dibujar.
M- Quién sabe si a lo mejor seguirá tu estela...
J- Quién sabe, lo mejor es que haga lo que más le guste, sea dibujar o cualquier otra cosa
M-Yo lo veo igual porque así la vida tiene más sentido
J-Si
M-¿Hace mucho frío donde tú estas? ¿Dónde vives?
J-Yo soy de Pamplona, pero ahora estoy viviendo en Barcelona.
M-¿Hace frío por allí?
J- Pues estos días sí han bajado bastante más la temperatura que otros años.
M- Bueno, si te parece empezamos con la entrevista.
J- Sí, sí, tú pregunta, pregunta.
M- La primera pregunta es la típica; ¿Cuáles fueron tus comienzos con el lápiz?
J- A mi me ocurrió como me imagino ocurre en casi el 100% de los casos cuando de niño hay un montón de cosas que te llamaban la atención y un día sin saber cómo cae un cómic en mis manos y va y me atrapa.
M-¿Te acuerdas qué cómic fue?
J-Creo que fue un “Mortadelo” o un “Tintin”, esos son los primeros cómics que recuerdo.
M-...Y el siguiente paso desde leer cómic hasta empezar a hacer tus propios personajes fue inmediato o tardaste un poco? ¿cómo fue?
J- Yo ya dibujaba cuando me encontré con estos cómics, tendría unos 6 o 7 años, en general creo que todos los niños y las niñas dibujan aunque luego llega un momento en que muchos lo dejan, no sé por qué...
M- Es cierto.
J- Antes yo hacía mis garabatos y “mis cosas” pero cuando tuve estos tebeos en mis manos y veía esos dibujos yo me decía; “Jolín, ¡yo quiero hacer esto!”, entonces lo que hacía era que si veía una viñeta en la que salía un personaje que me gustaba pues lo copiaba... por ejemplo... y así le empecé a dar un poco más de “caña” al asunto.
M-¿Y luego, en qué momento distes el salto de publicar algo?
J- Pues para mí el salto fue en Pamplona porque al lado de mi colegio había una Casa de la Juventud que tenía una tebeoteca y también daban cursos de cómic y me dije; “¡¡Ostras, qué güay!!”, entonces nos juntamos allí un “grupillo” de niños y se fue creando un ambiente muy chulo de gente a la que nos gustaban los cómics, incluidos algunos adultos, y con los profesores surgió la idea de hacer un fanzine, yo tendría unos 15 años y lo primero que publiqué fue allí, además vendíamos los ejemplares por el barrio y eso era un "subidón"; de repente encontrar un cómic mío publicado daba mucha alegría.
M-¿Cuántos números sacasteis?
J- Fué un solo número, ja,ja,ja... el fanzine se llamaba Detritus tremens.
M- ¿Los profesores os apoyaron?
J- Sí, estaba hecho entre alumnos/as y profesores/as, ellos también incluyeron sus dibujos y pusieron el dinero para la impresión, aunque luego recuperaron algo con la venta, creo pero fue muy poquito así que básicamente lo hacían “por amor al arte”... esto fue en el 1991 o 1992.
M- ¿Y el salto a las editoriales cómo fue?
J- El siguiente paso fue venirme aquí a Barcelona y empezar a estudiar en Bellas Artes, en la carrera empecé a conocer gente que también le gustaba el mundo del cómic y uno de estos compañeros ya estaba publicando en un fanzine que se llamaba Amaníaco, aún se llama así porque sigue existiendo, aunque ya en formato de revista y no de fanzine.
M-Vaya aguante en el tiempo de esa publicación ¿no?
J- Sí, si, si... la verdad es que llevan mucho tiempo en esto.
M- ¿Ahí fue donde empezaste a publicar?
J- Sí, porque mi amigo me los presentó ¡y yo encantado! Les enseñé unas páginas y como les gustaron me las publicaron, pero esto era “por amor al arte”, y punto.
M-¿Y lo de ganar dinero cuándo fue?
J- Pues resulta que nos juntamos este amigo, otro más y yo para hacer un cómic entre los tres y lo presentamos en una revista que se llamaba Mala impresión y como les gustó, nos lo publicaron.
M- Me suena ese nombre
J- Sí, era una revista de humor de Málaga que se vendía en toda España, del tipo El Jueves, la mitad de los autores eran nuevos como nosotros. Ahí empezamos a hacer cada mes unas páginas y nos pagaban “unos dinerillos”.
M-¿Entonces era un trabajo que hacíais entre los tres?
J- Sí, era un cómic entre tres.
M- ¡Qué curioso!
J- Sí, sí, sí... como los tres dibujábamos parecido apenas se notaba y las historias las hacíamos entre todos, teníamos un nombre de grupo un poco ridículo que era “los muñecos de fimosis” (ríe).(M nota: por aquello de “las muñecas de famosa”, antiguo anuncio de televisión).
M- (Ríe) ¿Y de qué trataba?
J- En cada número de la revista tratábamos un tema que se nos ocurría, por ejemplo el tema “tetas” y en el cómic había un profesor que lo explicaba, entonces nosotros metíamos ahí nuestros chistes...
M- Me parece muy interesante esto de hacer un trabajo con más de una persona porque en el arte, y sobre todo en el arte gráfico y pictórico, se suelen hacer obras individuales, o a lo sumo con otra persona como guionista o dibujante, pero tres no es habitual, me parece original.
J-Yo creo que ganaba mucho el resultado porque al ser tres personas cada uno ponía lo mejor de sí mismo y el final era mucho mejor que si lo hiciéramos cada uno por nuestra cuenta.
M- Sí, se enriquece más
J- Claro, porque a uno se le ocurría una idea, el otro le daba la vuelta y el último lo acababa rematando, era súper enriquecedor y además nos lo pasábamos genial, quedábamos para hacer las páginas y nos reíamos muchísimo, fue una época muy divertida porque era humor “gamberro” puro y duro, hacíamos lo que nos daba la gana sin ningún tipo de censura ni nada.
M- Entiendo... (sonríe). ¿Actualmente cuánto tiempo dedicas a dibujar cómic?
J- Ahora el cómic lo he parado un poco porque el trabajo de ilustrador me ocupa casi todo el tiempo.
M- ¿Para dónde son las ilustraciones?
J- Para libros de texto de colegios, cuadernos de vacaciones, cuentos infantiles...
M- ¿Cuánta libertad de estilo te permite este trabajo?
J- Pues depende de cada caso, en unos encargos tengo más libertad y en otros me ponen algunas pautas que tengo que seguir, por ejemplo, si es un libro de matemáticas me pueden pedir que el estilo sea limpio y claro para que el dibujo no haga confuso el texto sino que lo fortalezca.
M- ¿Además del dinero qué te aporta a nivel personal dibujar cómics?
J- Pues comparándolo con mi actividad como ilustrador me permite una mayor creatividad, me permite expresarme sin filtros tanto en la historia como en el estilo, y eso es una felicidad, lo único que pasa es que dibujar cómics toma mucho tiempo y no me salen las cuentas...
M-¿Y qué mas te aporta?
J- Por ejemplo me gusta jugar con las posibilidades que me da a nivel narrativo.
M- Sé que tienes un proyecto que estas terminando ¿no es así?
J- Sí, se trata de una historia policíaca con un punto de humor, es un caso detectivesco que se desarrolla en la época victoriana, este cómic va a ser distinto a todo lo que he hecho hasta ahora, tanto en el tipo de dibujo como en la historia, no quiero decir mucho más para no estropear la sorpresa (ríe).
M- ¿Tienes algún otro proyecto en mente?
J- Sí, ¡uff!... ¡esa es la putada!, que tengo en la cabeza como 10 cómics, los tengo dándome vueltas por la cabeza y hasta que no los dibuje no me los puedo quitar de encima.
M- ¿Apuntas esas ideas de alguna manera?
J- Sí, tengo un cuaderno para cada historia, apunto el título o el posible título del tebeo y ahí dentro voy anotando cosas y haciendo dibujos según me van viniendo, también es una manera de descansar, porque si tengo una idea que me ronda por la cabeza la apunto y me quedo tranquilo. El cómic que estoy terminando lo empecé igual hace diez años, desde entonces iba apuntando detalles e ideas que se me ocurrían.
M- Y a partir de este cuaderno donde recopilas dibujos e ideas, ¿cómo haces para convertirlo luego en una historia?
J- Es un proceso laborioso, al menos para mí, porque yo no puedo ir improvisando el argumento sobre la marcha, yo necesito tener todo el cómic hecho en “sucio” antes de ponerme a entintarlo. Lo primero que hago es todo el storyboard donde concreto las viñetas que van a ir en cada página y la historia que cuentan, es verdad que con los diálogos improviso luego mas, pero lo que es toda la estructura de viñetas y la historia la tengo que tener hecha del todo.
M- Y ya una vez que tienes todo el storyboard, ¿cómo haces para materializar las páginas?
J- ¿En el cómic o en la ilustración? es que yo trabajo de maneras diferentes.
M- Coméntanos un poco de ambas si quieres.
J- Pues en el cómic puedo entintar con rotulador de punta fina los bocetos, o también, otra cosa que hago es repasar los bocetos con lápiz más fuerte, y luego, llevarlos a Photoshop para convertir esas líneas en negras y poner grises, el lápiz me gusta mucho para “entintar” porque lo siento mucho más fresco.
M- ¿Y en la ilustración como haces?
J- En ilustración también trabajo de dos maneras: puedo hacer el boceto a lápiz, escanearlo, y en Photoshop tomarlo como referencia para poder hacer líneas limpias como me piden las editoriales, además el color se trabaja rápido con este programa. Otra manera es dibujar en digital directamente en el ordenador, sin hacer bocetos a lápiz antes.
M- Por lo que dices veo que en el cómic eres mucho más minucioso y con la ilustración te lanzas más a la improvisación, imagino que esa rapidez de la ilustración te vendrá bien para cumplir con los plazos de entrega.
J- Sí, exacto
M- ¿Cuáles serían los autores que más te han motivado o que te motivan ahora?
J- A mí me siguen gustando ahora los mismos autores españoles que de pequeño: Raf, Ibañez, Jan, Sergio Aragonés... luego cuando me vine a Barcelona me gustaban Santiago Sequeiros, Javier Olivares que me influyeron mucho... También: Daniel Clowes, Joan Sfar, Bill Watterson, Will Eisner, Ralf Konig, Robert Crumb, Peter Bagge, Segar. Cómics como Spirou, Percevan, Umpa Pa. Marvel, DC, dibujantes como Mignola, Harold Foster, Romita Jr. Giorgio Cavazzano... y seguro que se me quedan bastantes autores en el tintero.
M- ¿Eras seguidor de las revistas 1984, Cimoc, Zona 84, Creepy...?
J- No mucho... Yo leía todo lo que caía en mis manos pero estos estilos de cómic no me acababan de llenar, prefería el cómic franco-belga como Tintin o Spirou por ejemplo.
M- Te gustaban entonces los estilos un poco caricaturescos...
J- Sí, en esos años sí, pero ya te digo que veía todo tipo de cosas; Marvel, Spirit, Little Nemo, Popeye, etc. Veía de todo, nunca le he puesto “peros” a ningún estilo.
M- Entiendo
J- Leía también manga ... Akira, cuando salió Akira me gustó un montón, ¡joder, qué guay!
M- ¿Además de los dibujos, hay alguna otra forma de arte que también te enriquece?
J- Sí, me gusta la pintura, me gusta mucho el cine, la música ... A veces me da la impresión de que la música es el arte principal del que no se puede prescindir.
M- ¿Te gusta dibujar con música?
J- Mmm... depende, a veces me gusta dibujar con música, y otras veces me pongo un programa de radio, por ejemplo; lo que no me gusta es dibujar en silencio, necesito escuchar algo aunque luego esté muy concentrado y no le preste atención.
M- ¿Qué tipo de música prefieres para dibujar?
J- Pues a veces me pongo bandas sonoras según el cómic que esté haciendo porque me ayudan a entrar en la atmósfera o en el ambiente que quiero expresar.
M- ¿Con qué género de cómic te sientes más a gusto trabajando?
J- Yo creo que siempre tiendo a hacer historias con un punto surrealista, también me tira lo onírico y el mundo infantil, me gusta coger elementos de cuentos tradicionales y llevármelos a mi terreno, evidentemente el lector sabe que estoy haciendo un “guiño” a un cuento en concreto... eso me gusta.
M- Tal vez la obra tuya más valorada ha sido la Plexiglás, donde también se ve ese punto surrealista, onírico y en algunos momentos de cuento infantil... ¿nos cuentas un poco sobre cómo “diste a luz” esta obra?
J- Antes de Plexiglás las historias que yo hacía tenían unas 32 páginas porque era lo típico hasta entonces, pero sobre sobre 2005 ya era más común ver historias largas y entonces me animé a hacer ésta con unas 160 páginas, así que fue mi primer cómic largo, la experiencia fue muy diferente, yo le tengo mucho cariño aunque no sé si será mi mejor tebeo, en aquel momento tuve críticas muy buenas pero en otras me pusieron a parir porque decían que eran “pajas mentales” mías.
M- Bueno, el surrealismo es así, se expresa lo primero que nos viene sin juzgarlo y así salen cosas de algún modo extrañas pero a la vez interesantes.
J- Si, claro, yo en ningún momento pensaba que era una paja mental ... además este cómic lo fui construyendo a lo largo de muchos años, dándole vueltas y más vueltas, no era una historia hecha de manera improvisada para nada, estaba todo muy pensado.
M- ¿Para este cómic tenías también un cuaderno con anotaciones y dibujos?
J- Sí, sí, tenía la libreta... a mí las historias me vienen como en un flash, en forma de imagen, y en el caso de Plexiglas me vino la imagen de una chica que estaba como metida en una urna de cristal a la que no se podía tocar y también veía una montaña... luego a partir de ahí la historia empieza a crecer y van apareciendo los diferentes personajes, en ese momento yo vivía en Barcelona con unos compañeros de piso y eso lo plasmé también en la historia porque me parecía muy divertido ese rollo de ver conviviendo juntos personajes muy distintos.
M- Antes comentaste que también te gusta el cine, ¿la animación también te gusta ?
J- Sí me gusta, veo animación de todo tipo, creo que resaltaría las historias de Hayao Miyazaki porque es muy bonito y tiene mucha sensibilidad, pero aparte de este autor, el anime y el manga no es lo que más me atrae, tampoco las animaciones de súper héroes... los trabajos de Pixar si me gustan más, porque tienen cosas muy chulas, también me gusta explorar cortos que se hacen por todo el mundo porque también hay cosas muy interesantes.
M- ¿Te gustó Coraline hecha con la técnica“stop motion"?
J- Sí, sí me gustó, y ahora me viene a la mente Pesadilla antes de navidad, que utiliza la misma técnica y me encantó.
M- Has dicho que te gusta Pixar, últimamente están haciendo historias con una temática un poco más profunda, me refiero a las animaciones Inside out y Soul, ¿qué opinas de esta nueva tendencia que están iniciando?
J- A mí me gustó más Inside out, la encontré muy original, es una animación que plasma muy bien el mundo interior de las personas y de los sentimientos, creo que puede ser bien entendido tanto por niños como por adultos, sin embargo Soul la veo más confusa en algún momento incluso para adultos, la veo menos lograda, además creo que los escenarios en lugar de ser tan realistas podrían haberlos distorsionado un poco al igual que han hecho con los personajes, que son caricaturescos.
M- Volviendo al cómic otra vez ¿cómo ves el panorama en España?
J- ¡Uff!... como lector es una maravilla, porque hay una gran variedad de publicaciones, la oferta es increíble, pero como dibujante veo que hay muy poco mercado, creo que es necesario alternar el cómic con otro tipo de trabajos, por ejemplo como hago yo que me dedico también a la ilustración.
M- No sé si en el extranjero estará mejor la cosa... ¿Has publicado algo en el extranjero?
J- Astiberri ha publicado en Francia mi historia de Olivier Duveau, tal vez porque el personaje tiene nombre francés (ríe)... y en Italia creo que han publicado todos mis trabajos. De todas formas, no me sale a cuenta buscar encargos de cómic en el extranjero por todo el tiempo que hay que echar para sacar un álbum, tengo dos críos y muchos gastos (ríe).
M- ¿Qué prefieres; el cómic digital o en el cómic en papel?
J- Yo como lector prefiero el papel, porque me gusta tocar las páginas, tocar los dibujos...
M- ¿Crees que tiene potencial el cómic digital?
J- Sí, yo creo que sí, porque es una puerta más que se abre, creo que pueden convivir ambas maneras. Álvaro Ortiz, por ejemplo, durante el confinamiento publicaba cada equis tiempo en Twitter, Instagram y Facebook un fragmento de una historia acerca de un Batman cachondo que sale a buscar cerveza y luego, al final, se lo ha publicado Astiberri en papel. Para este trabajo ha utilizado el formato que me gusta mucho que es el cuadrado, es el mismo que he decidido utilizar yo también para el cómic que estoy preparando.
M-¿Tú publicas en las redes sociales?
J- Hace poco me he abierto una cuenta en Instagram y allí si voy colgando algunas cosas que hago.
M- Ya estamos terminando, me quedan solo tres preguntas, la primera sería ¿Qué arquetipo o arquetipos de personaje te gusta que aparezcan en tus historias?
J- Me gustan mucho los personajes infantiles que se encuentran frente a algo a lo que se tienen que enfrentar, también me gusta expresar en ellos cierta soledad.
M- Eso lo podemos ver por ejemplo en la historia del Sr. Duveau, cuando aparece un niño en una cuna sin nadie que lo acompañe ¿no?
J- Sí, si, sí
M- La segunda pregunta sería; ¿Qué es lo que más te apasiona de crear personajes?
J- Yo como más disfruto es montando las historias en mi cabeza: es como hacer un rompecabezas donde las piezas van encajando... luego dibujarlo es casi la parte “obligada” pero cuando más disfruto es cuando invento las historias.
M- ¿Cuál es el punto de partida de tus historias?, ¿los personajes, el argumento...? ¿O ambas cosas al mismo tiempo?
J- Normalmente comienzo con los personajes porque una vez definidos casi son ellos los que me van llevando por la historia, se me ocurren muchas ideas, pero intento no forzar, de manera que si algo no encaja realmente en la historia pues no lo pongo aunque me sepa mal.
M- Entiendo, entonces no buscas el "efectismo", sino que tratas de ser fiel a lo que sientes como verdadero.
J- Exacto. Otra cosa que me gusta es darles a mis historias un toque poético...
M- La última pregunta está dedicada a la gente joven que está empezando a dibujar y que tal vez le gustaría vender sus trabajos de cómic e ilustración, ¿Qué consejos les darías para afianzarse en este mundillo?
J- Si les gusta, si es su pasión, si les llena, les diría que no se lo pensaran dos veces y continuaran por ese camino, les diría que dibujen mucho, que intenten disfrutar cuando dibujan porque así es como los dibujos salen mejor, les diría que miren como lo hacen diferentes dibujantes y aprendan de ellos...
M-¿Algo más...?
J- Sí, les diría que intenten encontrar su propio estilo y sobre todo, que le den valor a su propio mundo: cada ilustrador y cada dibujante tiene su propio mundo y expresa algo distinto a los demás. También les diría que tengan paciencia... ¡y no se rindan! (ríe), porque esto es una carrera de largo recorrido: hay momentos de bajón y momentos de subidón... ¡es así!
M- La perseverancia es importante si...
J- Otra cosa que les diría es que no se preocupen de si su nivel es mejor o peor, porque lo fundamental está en el mundo que contamos y en la expresividad de los dibujos y no en que el dibujo sea “muy bueno”.
M- Si, lo de dibujar “bien” o “mal” es muy relativo, yo creo que el buen dibujo no es el más realista, sino el que te hace disfrutar más; si disfrutas dibujando ése dibujo es bueno, eso me parece.
J- Sí, yo eso cada vez lo tengo más claro, las mejores cosas que he hecho son aquellas con las que me lo he pasado mejor, da igual si los dibujos son mejores o peores, creo que es importante dibujar sin miedo y sin dudas, porque sale todo más fresco y eso luego queda en el papel... “El papel no engaña”, (ríe)... (aludiendo al anuncio que decía “El algodón no engaña”).
M- Pues ya te dejo porque seguro que tienes tareas que hacer en casa, muchas gracias por dedicarnos una parte de tu tiempo.
J- Espero que le sea útil a los lectores
M-Yo creo que sí, al menos a mí me ha parecido muy interesante conocer un poco más sobre ti y sobre tú trabajo
J-Gracias
M-A ti.