Nacido y educado en Sudáfrica (1940), profesor de literatura y lengua inglesa en Estados Unidos, Gran Bretaña y en la universidad de El Cabo, residente desde hace ya más de una década en Australia, J. M. Coetzee es en cierto modo el prototipo del escritor anglosajón (el único que, por otra parte, ha ganado dos veces el Man Booker, el premio por excelencia de esas letras), a pesar de que, en realidad, nació y creció en el seno de una familia de afrikáners, o sea, los descendientes de los primeros colonos holandeses. No es ésta, con todo, la única paradoja de un escritor, cuya literatura tiene la gran virtud de la “infidelidad”, de no resignarse jamás a repetir la misma fórmula (por exitosa que haya sido), que descoloca de antemano siempre al lector, que busca incesantemente perspectivas y modelos narrativos nuevos y que nunca repite, de una obra a otra, el mismo molde literario (aunque no todos ellos sean, hay que decirlo, de invención propia).
Esta permanente variación y novedad de las formas narrativas no afecta, sin embargo, al estilo propiamente dicho, que siempre es equilibrado y elegante, preciso y sencillo, ajeno a todo barroquismo y muy asequible para el lector. Por distintos que sean los moldes de sus obras, la prosa de Coetzee es de las que siempre te acoge y acuna ya desde la primera línea y, sin grandes sobresaltos, de forma sosegada y franquila, pero firme, te lleva en volandas por los meandros de sus argumentos, sus tramas y sus historias, en las que siempre nos aguardan dilemas e interrogantes de gran calado.
La entrevista la realiza The Canadian Seal Hunt, en marzo del año 2008. He aquí su traducción:
THE HSUS: Varios de sus libros han tratado el lado oscuro de la humanidad. ¿Cómo llegó primero a sensibilizarse a la difícil situación de los animales en nuestra sociedad?
J.M. COETZEE: Siempre he sido sensible a la difícil situación de los animales. Los niños son por naturaleza receptivos a los animales. Ellos no ven la diferencia de especies como una barrera enorme. Algunos niños pierden esa empatía en ese proceso de ser socializado. Otros no la pierden.HSUS: ¿Cuándo llegó a ser consciente por primera vez de la caza comercial de focas? ¿Cuál fue su reacción?
JMC: No recuerdo cuándo exactamente. Hace muchos años, cuando por primera vez las imágenes de la caza de focas en Canadá ocuparon las portadas. Mi primera reacción fue de horror, como la de la mayoría de la gente -horror ante imágenes de hombres grandes golpeando hasta la muerte indefensos animalitos con hermosos ojos oscuros. Mi segundo pensamiento fue: ¿Es esto tan diferente de lo que ocurre en los mataderos todos los días?
HSUS: Como ustedes saben, Sudáfrica tiene una de las leyes más rígidas del mundo en cuanto a la protección de las focas, y ha prohibido desde 1990 la caza comercial de focas. Sin embargo, justo en la frontera con Namibia, existen masacres comerciales de gran tamaño de crías de focas. ¿Tiene usted alguna idea de por qué estos países vecinos tienen ese enfoque tan diferente hacia las focas?
JMC: No sé lo suficiente sobre los aspectos económicos de la pesca de focas en Namibia para hacer un comentario exacto.
HSUS: De la misma forma, Estados Unidos prohibió la caza comercial de focas en 1972, pero el gobierno canadiense apoya e incluso subvenciona la caza comercial de focas de Canadá. Mientras la mayoría de los canadienses se oponen a la caza comercial de focas, el gobierno canadiense la defiende como una importante tradición. ¿Cree usted que la tradición puede justificar la masacre comercial de focas o de cualquier otro animal?
JMC: Uno podría también argumentar que debido a que Canadá solía ahorcar a los asesinos convictos, la tradición no debiera permitir que esta costumbre desapareciera. La caza de focas en Canadá no es una tradición, es sólo una práctica ignorante y anticuada. HSUS: Sudáfrica, Namibia, Canadá y Rusia tienen una industria ecoturista floreciente de observación de focas ¿Ha podido usted alguna vez ver focas en su hábitat natural?
JMC: He remado por Seal Island en False Bay, la bahía oriental de la Península del Cabo, y he observado cómo las focas disfrutan de una vida bastante normal. (En aras de la exactitud histórica debo decir que estas visitas a las focas tuvo lugar en la década de 1980, cuando las focas de Seal Island no se fiaban mucho de los extranjeros- los pescadores visitaban regularmente la isla también, cargando rifles, y disparando a muerte a los habitantes) HSUS: Varios países han prohibido el comercio de productos derivados de la foca, y la Unión Europea está considerando la prohibición absoluta del comercio de productos derivados de la foca dentro de la UE. ¿Cuáles es su forma de pensar sobre las responsabilidades de los gobiernos en poner fin al comercio de productos no éticos? JMC: La frase "productos no éticos" significa cosas diferentes para personas diferentes. Yo diría que para cualquier observador desapasionado todos los productos derivados del asesinato no son éticos. Pero yo no preveo que la UE o cualquier otro organismo gubernamental vaya a prohibir el comercio de los productos derivados del asesinato en un tiempo cercano.
HSUS: Millones de personas-incluyendo un número de escritores eminentes como Farley Mowat, Findlay Timoteo, Michael Ondaatje, Barbara Gowdy y usted mismo se han manifestado en contra de la caza comercial de focas de Canadá. ¿Qué hay en esta masacre, que provoca reacciones tan fuertes en el público?
JMC: En primer lugar, las focas bebé son muy fotogénicos. En segundo lugar, se encuentran totalmente indefensas y no tienen la menor idea de lo que está a punto de sucederles. En tercer lugar, incluso el más duro de corazón tiene sus propias reservas de matar a criaturas que apenas han probado la dulzura de la vida. Y en cuarto lugar, la gente que hace esas masacres son muy poco atractivas y nada fotogénicas.
HSUS: Uno de nuestros más grandes retos en esta campaña es que la mayoría de la gente no es consciente de que la caza comercial de focas todavía existe. ¿Qué papel cree usted que la literatura puede desempeñar en la exposición del tema de la situación de los animales a las personas de todo el mundo?
JMC: Los documentales y fotografías tienen un efecto más inmediato y más poderoso que cualquier cosa que pueda hacer la literatura.
HSUS: La opresión social tanto de las personas como de los animales han sido un tema recurrente en sus novelas. ¿Usted ve una conexión entre la violencia hacia las personas y la violencia hacia los animales?
JMC: No es es una conexión a la que yo dé importancia. En primer lugar, bastantes sociedades pacíficas matan violentamente y a gran escala a animales. En segundo lugar, si vamos a reformar nuestro comportamiento hacia los animales no deberíamos estar haciéndolo por algún segundo motivo, por ejemplo, como la reforma de nuestro comportamiento hacia los miembros de nuestra propia especie.
HSUS: Uno de sus personajes, Elizabeth Costello, habla acerca de la bondad como una constante universal, y que los niños de todo el mundo tienen una afinidad natural para con los animales y que se les tiene que enseñar que está bien matarlos para el consumo humano. Dado que es nuestro instinto natural tratar a los animales amablemente, ¿cree que estamos haciendo progresos en la lucha contra lo que se nos ha enseñado durante miles de años- que es aceptable causar sufrimiento a los animales para nuestros propios fines?
JMC: Depende de lo que quieres decir con "nosotros". Al mismo tiempo que un segmento de la clase media en Occidente está teniendo dudas en cuanto al trato dado a los animales como si fueran cosas, la demanda de "productos de origen animal", es decir, trozos de animales muertos-crece a ritmo acelerado entre los pueblos emergentes del mundo que hasta hace muy poco sentían hambre de carne. Fuente: http://lucesdigitales.blogspot.com/2010/04/entrevista-jm-coetzee.html#ixzz27Yrd6TYk