Roberto Augusto entrevista a José Miguel Caparrós Madueño, autor de El Oro de Barajas.
¿Hace mucho tiempo que escribe?
Creo que desde que me jubilé profesionalmente en la empresa en la que trabajaba, hará de esto unos ocho años, empecé con un libro autobiográfico a modo de prueba y cuando lo acabé, me di cuenta de que me gustaba escribir y mucho.
Además de El oro de Barajas, ¿cuántos libros ha escrito y publicado?
Tengo escritos unos dieciocho y en preparación dos más, y en lo referente a publicar le diré que he intentado que me lo publicaran algunas de las grandes editoriales, pero no tengo quien me avale para presentarme a las personas con poder decisorio, por otro lado he contactado con bastantes editoriales de estas que se anuncian en internet y que dicen que están para ayudarte. La verdad es que la mayor parte de ellas se han interesado por algunas de mis obras, diciéndome que les gusta mucho y que están interesados en editarme alguna de ellas, pero cuando estamos avanzando en él proceso, todas, todas sin excepción, acaban pidiéndome dinero para editar, de tal forma que acabo por quitarme de en medio. Lo hago básicamente porque si acepto el pago exigido me quedo con una importante cantidad de novelas y tendría que venderlas yo personalmente, mi trabajo no es vender, mi trabajo es escribir. En pocas palabras, tal como está la situación para escritores de mi talla, de momento he decidido seguir escribiendo para mi propia satisfacción.
¿Sus viajes y el haber vivido en otros países han influido en sus libros?
Pues creo que sí. El hecho de haber vivido en algunos países de habla hispana o anglosajona me ha producido cierta curiosidad por su historia, sus gentes y sus vivencias, e indudablemente eso se transmite a las obras que escribo.
Díganos un escritor que admire y que sea un referente para usted.
Hay bastantes, la mayor parte escriben literatura de evasión tales como, Julio Verne, Alejandro Dumas, Emilio Salgari, Mark Twain, Vicente Blasco Ibáñez, Arturo Pérez Reverte, Pedro Antonio de Alarcón, Leopoldo Alas Clarin, Idelfonso Falcones, Alberto Vázquez Figueroa, Arthur Conan Doyle, Frederik Forsyth, John Le Carré, Ken Follet, Umberto Eco, Mario Benedetti y en fin no sigo más porque la lista sería interminable.
Pero sí, pues todos los citados escriben a mi modo de ver para que la gente se distraiga y se evada de sus problemas diarios.
Tiene predilección por la novela histórica. ¿Cuáles son los temas o épocas que más le interesan?
Sí, y lo que más me atrae son las crónicas escritas en su tiempo sobre la conquista del Nuevo Mundo. Creo que fueron gestas de una categoría importantísima, ya que los medios con los que contaban eran escasos y de una penuria total.
¿Qué encontrarán los lectores que lean El Oro de Barajas? Podría definir el libro en tres adjetivos.
Una sucesión de circunstancias que van encadenadas una tras otra y que hacen leer incesantemente hasta el final de sus páginas. En tres adjetivos: audaz, objetivo y apasionado.