A veces en la vida encuentras personas extraordinarias bajo una capa de cotidianidad, gente totalmente sorprendente que simplemente usa sus habilidades por el objetivo más noble que existe, pasar un buen rato. En la última edición de Retromadrid conocí en persona a Luis Miguel Mayor, más conocido como Pocket_Lucho. Ya me era conocido de antes, gracias al podcast de Fase Bonus en el cual colabora, pero la enorme sorpresa llegó cuando descubrí que ambos vivíamos a escasas calles uno del otro.
La idea de entrevistar a Pocket_Lucho no tardó en llegar y he aquí el resultado de una amena charla que mantuvimos en su casa, rodeados por algunas de sus piezas de su colección: una recreativa de Out Run original, un pinball de Star Trek y una preciosa recreativa Naomi.
El amor por los videojuegos
Bueno, yo ya sé quién eres, pero la gente no lo sabe. Así que preséntate con tus palabras.
Vale, pues soy Luis Miguel Mayor, mi nick es Pocket_Lucho. Hace unos años empecé a hacer réplicas en miniatura de máquinas recreativas, luego ya me puse a hacer máquinas más grandes, un poco más bestias. Tengo por aquí una de Out Run bastante grandota. También participo de vez en cuando en el podcast de Fase Bonus (cuando me dejan). También he programado un juego de Mega Drive, llamado Oh Mummy! Genesis, del cual sacamos este año pasado la ROM, y por lo visto tuvo bastante éxito sobre todo para los especuladores de eBay.
A eso llegaremos después, que es un tema “gracioso”. Por lo que dices deduzco que te gustan mucho los videojuegos. ¿Dónde nació ese amor? ¿Cuáles fueron los primeros juegos que jugaste?
Pues empecé de bastante pequeño, fue algo peculiar. Con cuatro años nos tocó un Amstrad por abrir una cuenta corriente en un banco…
Madre mía, cuando los bancos eran guays.
Sí, cuando eran guays y regalaban cosas. Pues nada, por abrir una cuenta corriente entrabas en una especie de lotería para ver quién acertaba el número que saldría en la ONCE. Pues nos tocó y nos dieron un Amstrad de cinta completo. Así que imagínate, yo con cuatro años, de repente estás en tu casa y te vienen con una caja gigante, porque traía monitor y todo, tu padre lo monta y te muestra un montón de cintas para que elijas.
Y entonces vas mirando y piensas “Coño, vamos a probar este juego que trae unas momias muy monas dibujadas en la carátula”, y era el Oh Mummy! original. Y claro, tú, con cuatro años, sin haber visto un videojuego en tu vida, te plantan eso… pues claro, para mí eso fue una revolución. Y de ahí mi manía persecutoria con el Oh Mummy! que ha llegado hasta el día de hoy y es lo que me ha llevado a hacer el remake para Mega. Porque yo pasé del Amstrad a la Mega Drive. El Amstrad fue mi primer ordenador, el Oh Mummy! mi primer videojuego y Mega Drive mi primera consola.
Y en cuanto recreativas, ¿recuerdas cuándo y cuál fue la primera recreativa que viste y/o jugaste?
No sabría decirte… el problema, o lo bueno, es que yo vivía de pequeño en el barrio de San Blas, en Alicante. Y era un barrio con una cantidad increíble de recreativos. Sin exagerar te diría que había 7 u 8 recreativos. Uno en mi calle, otro en la calle de al lado, otro dos calles más para abajo… y claro, eran unos tiempos en los que cualquier heladería, bar o semejante tenía una recreativa o más de una. Pues claro, encima mi casa daba a una plaza en la que había varias heladerías, por lo que siempre alrededor mía había máquinas recreativas y éstas se renovaban continuamente. Era algo alucinante en aquella época, sobre el 87, cuando ya tenía una edad para ir a los recreativos, con cuatro años ni se me ocurría acercarme a uno. Pero no sabría decirte exactamente cuál fue el primer recreativo que se me puso por delante.
¿Y recuerdas alguno que te impresionara? De esos que piensas “Madre mía qué juegazo, ¿esto qué es?”
Hombre, lo que más recuerdo como alucinante fue en el recreativo de la calle de al lado de mi casa cuando vi por primera vez un Afterburner Deluxe.
Oh, con la cabina que se mueve.
Con la cabina que se mueve, otro de mis asuntos pendientes, algún día conseguiré una… Pues la primera vez que me encontré con aquello me pareció alucinante. Pasaba de la recreativa típica, con su mueblecito, sus dos palancas, sus botoncitos, sus cinco duros… Llegabas a los recreativos y te encontrabas con AQUELLO, que era la cabina de un avión, con una cola tremenda para jugar a 20 DUROS la partida. Que te pueden decir, ¿dónde vas con ese precio? Pero da igual, yo quiero jugar a esa recreativa, QUE ENCIMA SE MOVÍA. Aquello era alucinante. Yo creo que mi amor por SEGA comenzó con esa máquina o con un Out Run Deluxe seguramente.
1985alternativo y la especulación
¿Cómo te metes en el fregado de 1985alternativo?
Aquí aún no había nada de 1985alternativo, pero yo ya era oyente de Fase Bonus aunque no participaba. Les envié un correo en plan “pesao” sobre un programa que hicieron sobre Street Fighter 2 en el que comentaban que si el suelo era modo 7, que si no sé qué no se cuantos… yo en casa tirándome de los pelos y pensando que cómo podían decir esa barbaridad, dios mío, que eso no era modo 7…
Es algo insultante…
Ya te digo (risas). Entonces les envié el correo en modo trol, educado eso sí, explicándoles el tema, que no era modo 7 sino un scroll por líneas y ensalzando las virtudes del Street Fighter 2 de Mega Drive y como la Mega Drive es mejor en general que la Super Nintendo (Luis Miguel vuelve a reír) vamos, el estilo de siempre. Les pareció muy gracioso y empecé a hablar más con ellos y a conocerlos, a Albert, David Murciano, Ignacio… Y un día me pidieron que participara en el podcast, para soltar todo mi rollo seguero. Y a raíz de eso empecé a salir en el podcast y un día les comenté que estaba haciendo el remake del Oh Mummy!. A ellos les gustó mucho y me comentaron que estaban sacando el sello 1985alternativo y me ofrecieron sacar el juego en cartucho. Esto fue hace ya unos dos o tres años, cuando al juego aún le quedaba mucho por ser programado. Por aquel entonces ellos estaban preparando el lanzamiento del Watman para la Game Boy Advance, que era un juego que ya estaba programado y 1985alternativo también se ofreció a sacar a la venta, así que quedamos que el siguiente proyecto sería el Oh Mummy! de Mega Drive. Vamos, que la cosa empezó enviando un simple correo a un podcast.
Watman fue un remake de un juego de 8 bits, Oh Mummy un remake de uno de 16 bits, pero Antarex no es un remake… ¿qué es Antarex y qué os lleva a hacerlo?
Antarex es un proyecto que, sin exagerarte, tiene siete u ocho años de antigüedad. Es un juego que empecé a preparar para Nintendo DS hace la tira de años junto con Manu, quien está participando hoy en día también en el Antarex de Mega Drive, de hecho yo le busqué. Pues eso, empezamos hace años haciendo un shoot’em up para DS, éramos nosotros dos solos, Manu haciendo gráficos y yo programando y estuvimos un par de años con el proyecto. El problema fue que éramos muy inexpertos y tampoco teníamos un diseño fijo, por lo que cambiábamos las cosas cada dos por tres y no avanzábamos. Y alargando el tema, llegó lo que llegó, la gente se casa, tiene hijos y Manu tuvo que dedicarse a su familia, mientras que yo empecé a trabajar y ya no tenía casi tiempo ni ganas para dedicarle al proyecto.
Fue justo entonces cuando empecé a construir mini-recreativas y, más adelante, empezó mi interés en la programación para Mega Drive. Lo primero que intenté fue hacer el Antarex para Mega Drive, pensando yo que al ser una consola de 16 bits la cosa iba a ser más sencilla que en la Nintendo DS. Pero sin tener ni idea de programación para Mega Drive, rehacer Antarex se convirtió en un muro, tenía que empezar por algo más sencillo. Y fue entonces cuando decidí hacer el remake de Oh Mummy!.
Es decir, coger una idea de un juego ya asentado y adaptarla.
Exacto, algo sencillo, que pensé “Esto lo programo yo en dos patadas”, aunque me costó dos años hacerlo. De hecho mi idea original era hacer una conversión directa del Oh Mummy! original. Lo que pasó fue que, una vez hecho, empecé a cambiar los gráficos, añadir items nuevos, incluir modo a dos jugadores… claro, por eso tardé dos años en terminarlo. Una vez terminado, hubo bastante boom con el Oh Mummy! aunque nosotros no le hicimos demasiada propaganda, tan sólo en Fase Bonus y poco más.
Entonces contacté de nuevo con Manu, varios años después, y le comenté la idea de retomar el desarrollo de Antarex. A él le pareció genial y como yo ya tenía bastante base con el trabajo hecho en Oh Mummy!, nos pusimos manos a la obra, cambiándolo todo de nuevo, cómo no. En principio iba a ser un juego de scroll vertical y lo cambiamos a horizontal. Esta fue una decisión que se tomó entre todos los miembros del grupo que estamos realizando Antarex, porque pasamos de ser dos a más miembros en el equipo. A mí me gustan más los shooters verticales pero si la mayoría decide hacer el shooter con scroll horizontal, pues nada, se hace. Así que todo el trabajo que se hizo hasta la fecha con Antarex, a la basura, pero nunca fue trabajo desperdiciado, de todo se aprende.
Hablando de aprender, ¿dónde aprende uno a programar para Mega Drive? ¿A dónde va? Eso no se encuentra a simple vista, ¿no?
Hoy en día con internet y Google encuentras a algún chalado al que se le ha ocurrido hacer las cosas antes que tú, y Mega Drive diría que es una de las consolas más amigables a nivel de programación. Es bastante impresionante la cantidad de recursos que existen, incluso se puede programar en varios lenguajes (C, BASIC, Ensamblador…). Hay gente muy buena que ha programado un amago de librerías, como por ejemplo las conocidas SGDK (Sega Development Kit) con las que programé el Oh Mummy!. El problema es que las librerías tenían algunos bugs que ha heredado el juego, algo que me repatea enormemente, tanto que para Antarex estoy programando mis propias librerías.
Pero aparte de esas hay más librerías como por ejemplo BasiEgaXorz, hechas en BASIC, más sencillas de programar pero algo más limitadas y lentas. Y por supuesto y desde siempre estarán los gurús que te dirán “o ensamblador o nada”, que es como se programaba en su día en Mega Drive. Hay por la red mucha documentación que te explica cómo funciona la máquina de arriba a abajo, los emuladores también han ayudado mucho en esto al tener que hacer ingeniería inversa para averiguar cómo funciona la consola, por eso hay tanta documentación. Y no es lo mismo una máquina como Mega Drive que una Playstation 2, que es una máquina emulada pero resulta un infierno encontrar documentación a ese nivel. Una Mega Drive no deja de ser un microprocesador Motorola X68000 que estaba presente en muchísimos cacharros, empezando por un Amiga, pasando por un 90% de recreativas y hasta incluso Apple llegó a utilizarlo en sus tiempos. Es un micro que está documentado a tope, al igual que otro que utilizaba, el Z80, un clásico de la época de los 8 bits y que también está documentado hasta las trancas. La Mega Drive es una máquina que no tiene mayor problema, así que tirando de Google y buscando ejemplos poco a poco se pueden sacar cosas. Con paciencia todo sale.
Hablemos de pasta. Algunos creen que con 1985alternativo os habéis montado en el euro aprovechando el boom del retro. ¿Eso es verdad o la cosa no pinta de tan buen color?
1985alternativo es un proyecto que desde el principio no ha tenido ánimo de lucro, es un hobby. Simplemente nació por el amor al retro y el único dinero que se sacara iría a cubrir costes. Hay otras empresas que se han profesionalizado más al respecto y sí sacan dinero de ello, 1985alternativo no. Por eso los precios de sus juegos son lo más barato posibles. Watman se sacó a 15 euros, creo recordar, para producir los cartuchos, las cajas, la placa, las instrucciones… Dudo mucho que con ese precio alguien pensara que se ganara dinero con el juego.
Pero sí hay otra gente que se ha dedicado a comprar muchas copias de Oh Mummy! y revenderlas en eBay a precios desorbitados.
Confiamos en la buena fe de la gente que hizo los pedidos más gordos, en que no revendieran las copias que compraron a precios exagerados, sabiéndose que en nuestra web estaban a 25 euros. Vale que la vendas a 30, para pagar gastos de envío o similar, lo que no es normal es que algunos las vendieran a 200 dólares, como vi a uno en eBay. A ver, señores, que el juego no es tan bueno. Yo estoy orgulloso de él, pero, admitámoslo, no es el Panzer Dragoon Saga. Que he visto algún Radiant Silvergun de Saturn más baratos que algunos Oh Mummy! que hay por ahí.
Eh, eso es algo sobre lo que sentirse orgulloso. Pagan más pasta por tu juego que por un Radiant Silvergun.
No sabes si sentirte orgulloso o tonto por no haber hecho más negocio con la venta de los juegos (risas). No, no es eso, la idea original no era sacar dinero. De hecho hemos liberado la rom para que cualquiera pudiera jugarlo en emulador o hacer sus repros. Otros, como la gente de Watermlon que sacaron el Pier Solar, no han liberado la rom ni tienen planes de hacerlo. Es otro sistema de negocio, y por mí perfecto, que cada uno haga las cosas como mejor crea.
Creando el Arcade soñado
Dejando a un lado 1985alternativo, hablemos de recreativas. ¿Qué es lo que te lleva a fabricar recreativas por tu cuenta?
Yo es que siempre he sido muy fan de los juegos arcade. A mí me dicen “Qué bueno es el X-Com” y respondo “Lo siento, ponme un Street Fighter, ponme un shoot’em up, mi género favorito”, yo me quedé en los 90. Como he dicho antes yo estaba rodeado de recreativos en mi barrio, al igual que todo el mundo en Alicante. Era algo bárbaro. En la zona levantina hay varios fabricantes de muebles arcade, en Valencia está VideoValencia, en Elche estaban Lunatech y otros más, por eso era muy barato poner recreativas por esta zona, porque las fábricas estaban al lado. Además era una época en la que en España habían placas piratas a punta pala, que eran más baratas. Por eso era tan fácil encontrar recreativas en cada esquina.
Cuando el mercado de recreativas empezó a decaer y los salones empezaron a cerrar, yo ya me quedaba en casa jugando a la Play, que también tenía muchos juegos arcade, algunas conversiones incluso. Fueron pasando años y un buen día mi hermana me dice “Oye, ¿sabes que ahí detrás, al lado del Night Club, hay una recreativa tirada en la basura?”. Yo me quedé muy flipado. Llamé a mi padre para que ayudara y entre los dos nos fuimos a por ella con una carretilla de obra.
Fue algo muy bonito, la recreativa estaba en un barrio bastante chungo, con chabolas y esas cosas, ya sabes. Era una Videoval de madera y yo me dije que por mis cojones me la llevaba de ahí, no sabía bien cómo, pero me la tenía que llevar. Poco a poco, y con ayuda de mi padre, la llevamos a casa, que no estaba ni a un kilómetro de distancia, tardando una hora. Y si esto no fuera suficiente al subir la rampa de la entrada de la casa, la recreativa se cayó al suelo y se rompió más todavía. Fue una gran aventura.
Esto fue en Agosto, así que aproveché las vacaciones del trabajo para ponerme con ella. Dentro llevaba una MVS del Metal Slug, y en cuanto lo vi me dije que tenía que arreglar aquello costara lo que costara. Esa fue mi primera locura restaurando recreativas, una pura casualidad. Si hubiera dejado la máquina al lado del contenedor, es muy posible que alguien la hubiera destrozado más aún, incluyendo el Metal Slug.
Desde entonces he fabricado quince mini-recreativas, cuatro recreativas grandes…
Ahora una Sega Rally.
Ahora una Sega Rally, exacto.
El Afterburner llegará algún día.
Yo la busco. De hecho se me han escapado dos, espero que la tercera sea la vencida.
Estoy mirando tu salón y evidentemente destacan tu Out Run, tu pinball de Star Trek y tu Naomi. Hoy en día, a pesar de la crisis y los pisos cada vez más pequeños, ha habido un pequeño boom por tener una recreativa en casa. ¿Tú lo ves así o crees que es algo muy pasajero?
Yo creo que es porque estamos en la crisis de los 30, y claro, o te compras una moto o te da por recordar la infancia, esa marcada por los recreativos. Entonces la gente empieza a recordar que de pequeño tenía una NASA en su habitación. Pum, me compro una NASA. El siguiente paso es recordar lo bien que se lo pasaba uno en los “recres”, y a través del amigo listo te enteras que te puedes comprar una recreativa o hacerte con alguna de algún almacén que cierra. Es que incluso te puede salir gratis, porque lo único que hace la máquina allí es ocupar espacio, así que estás haciendo un favor. A finales de los 90 era la mejor época para esto.
Pues poco a poco entras en la espiral por recuperar lo sistemas de juego de tu infancia, y a medida que uno ya tiene una edad y ya tiene su casa (cada día cuesta más tenerla), pues buscas recreativas. Aunque ahora es algo más difícil hacerse con ellas como antes. Ahora lo más sencillo es comprarlas ya hechas.
De hecho hay varias empresas que se dedican a eso.
Y las hacen muy bien. No tienen nada que envidiar a las recreativas antiguas, de hecho son mejores, aunque yo soy más partidario de lo clásico. A mí me das un monitor LCD y te lo tiro a la cabeza, yo quiero uno de tubo (risas). Pero bueno, cuantas más recreativas haya, mejor, yo encantado con ello. Si alguien tiene una recreativa en casa, es una buena persona.
Hablando más de retro. Este boom que estamos viviendo ahora no es sólo de gente comprando juegos retro sino de diseñadores creando ahora juegos de estilo retro. La estética retro se ha colado en el día a día. De hecho puedes ver a gente con mochilas con los marcianitos del Space Invader.
Sin saber lo que es.
(Luis Miguel vuelve a reírse) A lo mejor sí lo saben. Pero no se puede negar que el coleccionismo retro está en auge y no sabemos si será por la crisis de los 30 u otra razón. Porque, por ejemplo, tú empezaste a coleccionar retro hace ya bastante tiempo, la pregunta es, ¿por qué?
Son simplemente las ganas de tener juegos que en mi infancia no pude tener. Cuando empiezas a trabajar y no tienes muchos gastos aún, te ves con ánimo de comprar caprichos, y si a eso le unes las épocas en las que la generación de consolas está cambiando, te puedes encontrar a gente que desea deshacerse de todo lo anterior. Es como, ahora sale la Play 2, qué bonita, yo quiero jugar al nuevo Need for Speed, FIFA, PRO, el que sea, y todo lo anterior es una mierda y ya no lo quiero. Revendo mi Playstation a precio de saldo con mis juegos para poder comprarme esa nueva y fabulosa Play 2 y ponerle el chip.
Y ahí estabas tú ojo avizor.
Claro, si llegas tú y dices, “oye quiero ese Lunar tan bonito de Playstation que tienes” pues podías sacar algunas gangas. El problema es que con el tiempo la gente empezó a recuperar la cabeza, a sentarla y buscar de nuevo esos juegos que vendió, por lo que ahora los precios están disparados y casi no se puede comprar nada. Hace cinco o diez años podías conseguir juegos retro a precios aceptables, no como ahora. A mí en su día me dio por comprar juegos de PC Engine por leer la revista Super Juegos (la mejor revista de videojuegos que ha existido, un saludo Némesis). En su día la revista mostraba muchos juegos del mercado japonés, que si Captain Tsubasa, que si Snatcher… ya sabes. Y eran juegos que uno podía comprar en su momento, fue cuando empezó la importación, pero a unos precios carísimos, claro está. Eran juegos a precios prohibitivos para un chaval de trece años con los dientes demasiado largos. Gracias a Dios, con los años, todo ese material se fue devaluando, tú ya tenías algo de dinero y te podías permitir comprarlas.
Bueno, al final de pudiste vengar de Némesis mostrándole tu recreativa de Out Run.
Que me costó 90 euros (risas). Aunque para restaurar.
Volviendo al tema de las recreativas, ¿cómo se plantea uno un proyecto para restaurar una recreativa?
Aquí influye mucho la oportunidad. Las oportunidades surgen ante ti. Tú las puedes buscar, pero muchas veces las mejores son las que se plantan sin querer delante tuya. Es lo que casi siempre me ha pasado a mí, de hecho he dejado pasar algunas y todavía me estoy dando cabezazos contra la pared. Mi segunda recreativa fue una Naomi, pero es que la vendía un chaval que vivía en mi misma calle, y claro, yo no tenía pensado comprarme una, pero ante una oportunidad así, es muy difícil resistirse. Yo no busqué la Naomi, la Naomi me buscó a mí.
Con la Out Run me pasó tres cuartos de lo mismo. A través de un buen amigo, que sabía que me dedicaba a restaurar recreativas, contacté con el operador de unos recreativos de aquí de la zona, los Iris, que estaban liquidando máquinas. Estuve negociando con él y al final le saqué la recreativa por 90 euros. ¿Cómo le dices que no a una recreativa de Out Run, preciosa, por 90 euros cuando hoy en día te puedes gastar ese mismo dinero o más en un juego de 360 o PS3? La recreativa estaba bastante hecha polvo, pero tras restaurar la Videoval ya no me daba miedo nada y pillé el toro por los cuernos. Después de esta llegaron el pinball de Star Trek y la Sega Rally, pero esas sí que las busqué yo. Cuando vi que tenía dinerito me hice con el pinball ya que me aficioné mucho a ellos a través de unos amigos que son coleccionistas. Ya había jugado a juegos pinballs en consola y ordenador, pero no es lo mismo que jugar a un señor pinball de los años 90. Es como comparar un futbolín de verdad con un juego de futbolín de iPhone, no tienen nada que ver. También ayuda el hecho de poder jugar gratis, así uno se aficiona más y se puede tirar jugando ocho horas seguidas con los amigos.
Así que me puse a buscar un pinball. Casi por sorpresa había vendido un pinball virtual que fabriqué y con ese dinero pude hacerme con uno mecánico, pero no sé si en circunstancias normales me hubiera aventurado a comprar uno. Un pinball en buen estado no baja de 1000 o 1200 euros, eso duele más que los 90 euros del Out Run.
Ahora que estás casi acabando tu proyecto actual, esa Sega Rally tan molona, ¿ya estás pensando en la siguiente recreativa que te gustaría conseguir?
Pues ya tengo deberes. Me han dado un mueble de pinball vacío de Tecam, que luego se convirtió en Tecmo, que pertenecía a un Pinball Action, una máquina que salió por el ochenta y pico y fue el primer pinball virtual, es decir, una máquina con la forma de un pinball normal y corriente pero que tenía un monitor donde se mostraba el juego, por así decirlo. Así que cuando acabe con la Sega Rally, ahí la tengo mirándome con ojitos para que la arregle.
Y después de esa tengo pensado volver a fabricar un pinball virtual como el que vendí, porque era muy chulo. También quiero terminar mi proyecto de mini-recreativas con las cuatro consolas de 16 bits. Ahora mismo tengo la Neo Geo y la PC Engine transformadas en pequeñas recreativas, me faltan la Mega Drive y la Super Nintendo. De hecho la de Mega Drive la fabriqué dos veces, pero vendí ambas. Así que a ver si la próxima me la quedo yo, para variar.
Por si acaso, no la enseñes por ahí.
Es que es lo típico. Uno se compra la casa, se hipoteca, hay que comprar muebles… y es un asco dedicarle tantas horas a una máquina y luego acabar vendiéndola para comprarte el mueble del comedor.
Pero seguro que el trabajo se disfruta y aprendes para el siguiente proyecto.
De hecho yo me lo paso muy bien, si no, no lo haría. A mí me gusta mucho hacer esto, llegar los fines de semana en julio y en lugar de estar en la playa me pongo a lijar chapas y luego pintarlas. Hay gente para todo y yo soy un poco raro. Ya estoy deseando que lleguen las vacaciones para darle un empujón a la Sega Rally y descansar.
Venga, y la pregunta obligada. ¿Tu videojuego favorito?
No tengo ninguno. Si fuera “videojuego favorito de tal consola”, ya me costaría responder. Si hablamos de videojuego en general y en toda la historia, ahora te puedo decir uno y dentro de diez minutos otro. Ahora puedo decir que Shenmue me marcó un montón, sí, pero las horas que le metí a Final Fantasy VII no se las he dedicado a nada, pero el Oh Mummy! fue mi primer juego y le tengo mucho cariño, aunque este no es el mejor de la historia, eso está clarísimo.
Pero cuando decimos que un juego es nuestro favorito no tiene por qué ser el mejor.
Exacto, es algo muy personal. Yo no podría decir uno, al igual que no podría decir cuál es mi película favorita. Me gustan muchas y videojuegos me gustan más. Pero si me preguntaras “¿cuál es el videojuego por el que darías un riñón?”, lo tengo claro, la recreativa de Afterburner. Esa es la espina que tengo clavada. Ni Radiant Silvergun (que lo tengo) ni juegos que cuesten 500 euros en el mercado retro. Si me vendieran una recreativa de Afterburner por 500 euros me parecería barato, aunque estaríamos hablando de cosas distintas.
Entonces el Afterburner. Eso dice bastante de tus gustos en videojuegos.
Arcades shoot’em up, mi género favorito. Aparte de que la recreativa me marcó mucho en su día, claro está. Una recreativa que, al verla, nunca se te pasaría por la cabeza tener un juego así en casa, con esos gráficos, que ahora dan risa.
Es uno de esos juegos que, cuando lo estás jugando, es el único que existe en el mundo.
Sí, pero creo que en ello entra en juego el factor nostalgia. El Afterburner o el Out Run lo jugamos en su día pero, por ejemplo, el Pitfall de Atari 2600 no es de nuestra época, y no sentiríamos lo mismo al jugarlo ahora.
¿Cómo piensas que veremos, dentro de 20 o 30 años, a la generación retro del momento, esa que considerará retro al Call of Duty: Black Ops? Porque yo creo que esto se volverá a producir, otra ola retro.
La diferencia que creo que va a haber con respecto a ahora es que nosotros sí que sabemos valorar, no tanto pero sí en cierta medida, esos videojuegos anteriores a nosotros. Pero dudo mucho que entre la juventud de hoy en día encuentres muchos casos de gente que valore los juegos anteriores a ellos. Es lo que me temo porque es lo que veo. Le enseñas a la chavalada cualquier cosa de hace diez años y reniegan totalmente de ella. Cualquier chaval que jugara de niño a la Playstation, ahora parece que esa consola no haya existido para él. Chico, si te lo pasaste genial de pequeño con esa consola, con el Crash Bandicoot, el Final Fantasy VII o el Gran Turismo y ahora dices que todo eso es mierda.
En nuestra época primaba la jugabilidad sobre los gráficos porque estos últimos estaban muy limitados. Hoy en día es al revés. La masificación del videojuego ha provocado que la industria tiene que llegar a un público al cual no llegaba antes. Antes jugaba al que le gustaban los videojuegos, con que fuera divertido le valía. Ahora tienen que vender el juego a gente que no tiene por qué gustarle los videojuegos, ahí está la Wii. Buscan otros mercados de gente que no quiere calentarse la cabeza ni jugar a nada complicado. A eso es a lo que vamos. Tú antes podías hacer un X-Com y la gente flipaba. Ahora sacan el remake del X-Com y tienes un tutorial de ocho horas.
La entrada Entrevista a Luis Miguel Mayor, restaurador Arcade, coleccionista retro y programador en 1985alternativo es 100% producto Deus Ex Machina.