Un aspecto de lo grotesco en la literatura es el Unheimlische (o también conocido en su traducción al idioma anglosajón como Uncanny). Este concepto ocurre cuando algo conocido o natural cambia y se transforma en una cosa monstruosa o extraña. Por esta razón apodaron al actor británico Boris Karloff como “The Uncanny”, debido a sus caracterizaciones aberrantes en la gran pantalla, que le llevaron a convertirse en un maestro del terror y en heredero del mítico Lon Chaney. El concepto de Uncanny fue explorado primero por el psiquiatra Ernst Jensch en 1906, definiéndolo como la percepción de algo extraño en cosas conocidas o como una disonancia cognoscitiva. Cuando Sigmund Freud desarrolló su concepción del Uncanny, en su crítica literaria, él dio nombre a este aspecto encontrado en la literatura grotesca. En esta clase de literatura, dependiendo del contexto de la narración, el lector experimenta un sentido de inquietud, un equilibrio entre horror y humor, o un horror puro, que tiene su raíz en alguna clase de represión. Centrándonos en el «horror puro», cabe mencionar que eso mismo sintió el cineasta John Carpenter cuando todavía era estudiante en la Western Kentucky University. Fue durante una excursión de su clase a una institución psiquiátrica, cuando Carpenter quedaría estupefacto ante un niño de apenas diez años que tenía la mirada fija. El joven padecía esquizofrenia, pero su expresión facial quedó anclada en los oscuros recovecos de su mente.
Este episodio, que le marcó de por vida, fue la génesis perfecta para crear a Michael Myers, la representación del «horror puro» que experimentó de primera mano en sus años de formación académica. «Pasé ocho años tratando de entenderlo y otros siete tratando de mantenerlo encerrado, porque me di cuenta de que lo que había tras sus ojos era pura y simple maldad» —así es como lo describe el personaje del Doctor Loomis, interpretado por el gran Donald Pleasence, en la película "La noche de Halloween" (Halloween, 1978); una obra maestra que se convertiría en la simiente terrorífica que asentaría las bases de lo que conocemos como cine slasher.
Tal fue el impacto y fascinación que sintió el público, en primera instancia, y después los críticos cinematográficos de todo el mundo, que a partir de este largometraje empezaron a proliferar todo tipo de criaturas monstruosas de diversa índole. Nos referimos, claro está, a villanos como Jason Voorhees, el psicópata con la careta de portero de hockey que aterrorizaría a los adolescentes de un campamento abandonado reabierto para la ocasión, llamado "Crystal Lake", en la serie de películas que iniciara el cineasta Sean S. Cunningham, "Viernes 13" (Friday the 13th, 1980) (1); también en un campamento surgiría el temible Cropsy, esta vez titulado "Camp Stonewater", un hombre que tiempo atrás fue quemado vivo y vuelve, cinco años después, con constantes deseos de venganza, llevándola a cabo con sus enormes y poderosas tijeras de podar, unos asesinatos recogidos en el filme "La quema" (The Burning, 1981), de Tony Maylam; quemado fue también, pero esta vez con ácido, el asesino de las manos enguantadas con cuchillas de afeitar Freddy Krueger, que campaba a sus anchas como un espíritu maligno casi invulnerable dentro de los sueños de sus víctimas en la saga de Wes Craven, "Pesadilla en Elm Street" (A Nightmare on Elm Street, 1984); quemado también con ácido, pero en esta ocasión de características pestilentes, surge Melvin de "El vengador tóxico" (The Toxic Avenger, 1984), de Michael Herz y Lloyd Kaufman, este último creador de la célebre productora de películas de serie B, Troma Entertainment; más tarde, Craven también creó a Ghostface, un asesino —enmascarado con una careta que recuerda a la afamada obra de arte expresionista "El grito" de Edvard Munch— que acuchillaba a sus víctimas en la ciudad de Woodsboro, marco en el que se desarrollaba la saga de "Scream: Vigila quién llama" (Scream, 1996); Kevin Williamson, el guionista de “Scream”, nos traería por aquella época a “El hombre del gancho”, un asesino ataviado con una gabardina y un vasto garfio para desgarrar peces, que poseía una sed insaciable de vengarse de aquellos jóvenes que lo atropellaron con un coche el año anterior, en el filme “Sé lo que hicisteis el último verano” (I Know What You Did Last Summer, 1997), de Jim Gillespie. Todos ellos, y muchísimos más que protagonizaron todas aquellas películas slashers que proliferaban en las estanterías de los videoclubs de los años 80 y 90, no alcanzarían el nivel de «horror puro» de su referente, Michael Myers; pese a que este también fue desvirtuado en algunas de las entregas sucesivas de la saga que él mismo protagonizaba.
El escritor Octavio López Sanjuán desglosa y analiza con minuciosidad la franquicia de Michael Myers en su tercer trabajo editorial: “Noches de Halloween” (Applehead Team, 2018). Un fascinante libro que relata las influencias esenciales que dieron lugar a la obra maestra de Carpenter, también como absorbió el cine de terror la llegada de Myers, y como se forjaron cada una de las entregas de una franquicia cinematográfica que, aún en la actualidad, sigue incólume y dando que hablar. Después de su paso por las jornadas del Fantasti’CS de Castellón en 2019, quise entrevistar a Octavio López para que me hablara en profundidad de su genial libro, centrado en uno de los monstruos cinematográficos modernos más impresionantes de todos los tiempos.
¿Qué fue lo que te llevó a escribir “Noches de Halloween”? ¿De dónde surgió la idea?
Era fan de la saga desde hacía años. Y puesto que alrededor de 2015 había publicado mi primer libro sobre el fenómeno de “Los Cazafantasmas”, llamado “¿A quién vas a llamar?”, después pensé en qué nueva aventura literaria me iba a embarcar. Así que se me ocurrieron dos caminos: escribir un libro sobre la saga de “¡Estoy vivo!” y los bebés mutantes de Larry Cohen, y otro sobre la franquicia de Michael Myers, el psicópata de “La noche de Halloween”. Al final, decidí iniciar los dos en paralelo, ir recopilando entrevistas y preparando la estructura. Ese fue el comienzo.
Lo primero que llama la atención de tu gran trabajo editorial es el prólogo, que está escrito por P.J. Soles, actriz que interpretó el personaje de Lynda en el clásico de John Carpenter, “La noche de Halloween”. ¿Cómo conseguiste que participara en tu proyecto?
Fue mi amiga, colaboradora y traductora Justine Ryan quien tuvo la idea, en una tarde que recuerdo muy bien. Estábamos pensando diferentes artistas a los que proponer la escritura del prólogo, y fue ella quien pensó que sería buena idea enviarle la proposición. Así lo hicimos, y no tuvimos que esperar mucho. Contestó enseguida, quiso saber más detalles sobre de qué iba el libro, y accedió rápidamente. ¡En cuestión de un día teníamos su confirmación! Unas semanas después, envió el texto, y como pueden comprobar aquellos que lo han leído, escribió una síntesis formidable sobre cómo fue participar en la mítica producción de John Carpenter y cómo se convirtió en un fenómeno.
Indagando en el interior de tu libro, encontramos análisis profundos de cada una de las entregas de la saga, tanto la saga original numerada como el violento reinicio con Rob Zombie, así como la última en estrenarse en las salas cinematográficas. A todo esto, aportas numerosas entrevistas exclusivas de más de cuarenta implicados en la franquicia, entre los cuales se incluyen testimonios del propio Carpenter, como Tommy Lee Wallace, Rick Rosenthal o Nick Castle, entre otros muchos. ¿Cómo y dónde has conseguido entrevistarlos? ¿Cuál de ellas fue la más interesante? Y también, ¿has echado en falta entrevistar a alguien más? Como por ejemplo Rob Zombie, Jamie Lee Curtis o David Gordon Green.
Echo la vista atrás, y la verdad es que ha sido una labor titánica conseguir todas esas entrevistas de las que consta el libro. Ni más ni menos que medio centenar, entre ellas, como las que indicas. Las de John Carpenter o Tommy Lee Wallace fueron especialmente significativas para mí por lo mucho que adoro a estos cineastas. No te sabría decir cuáles fueron las más interesantes, porque hubo muchas y muy buenas. Por citar unos pocos ejemplos, recuerdo que la de James Jude Courtney fue especialmente extensa. El actor que da vida actualmente a Michael Myers se explayó describiendo cómo afrontó la interpretación del mítico personaje. Pero también David Geddes, el director de fotografía de “Halloween: Resurrection”, o Robert Ferretti, el editor de la misma película, los cuales convirtieron el capítulo dedicado a dicha producción (en mi opinión de las menos destacables) en un alarde de información y proceso cinematográfico muy revelador.
En cuanto a las ausencias, por supuesto, me hubiera gustado contar con los testimonios de todos los que no están. En cualquier caso, pudimos contactar con sus representantes y fue decisión suya no involucrarse. A veces están muy liados y no tienen tiempo, y en otras sencillamente no lo ven procedente. Siempre desconsuela un poco cuando te contestan que no pueden participar, pero cada vez más prefiero centrarme en aquellos que deciden formar parte y conseguir que sea una buena experiencia, ya sea por teléfono, por Skype o por email. A veces, surgen imprevistos que ponen a prueba la paciencia. Recuerdo especialmente la que he mencionado sobre James Jude Courtney, que una vez teníamos el día fijado se desató un huracán en su ciudad y luego un apagón, y tuvimos que ir posponiendo la fecha ¡Pero lo conseguimos!
La segunda parte, "Halloween II: Sanguinario" (Rick Rosenthal, 1981), tenía un título muy extraño en España, ¿a qué fue debido? Y, además, pienso que fue criticada e infravalorada por la crítica y público, pese a que fue la primera secuela de la historia del cine en comenzar en el mismo final de su predecesora. ¿Qué te parece esta continuación inmediata de la primera?
La primera entrega como sabéis desató la fiebre por el slasher, y en un breve periodo de tiempo, películas de esta naturaleza invadieron los cines de todo el mundo. Esto conllevó que se forjara también una especie de sesgo a la hora de valorar estas producciones, y la gran mayoría se metían en el mismo saco de «todas son iguales». “¡Sanguinario!” creo que sufrió un poco de esa perspectiva, a pesar de que contiene ideas innovadoras y pasajes muy potentes, como bien dices en la pregunta. A mí siempre me ha gustado bastante, y la veo una digna sucesora de la primera entrega. La labor de fotografía de Dean Cundey es, de nuevo, formidable, y la sensación de continuidad está genial.
El cambio de título en España estoy convencido a que obedece al paradójico poco éxito que tuvo la primera película en nuestro país. Por eso, se inventaron ese título, que por un lado ponía de relieve el aspecto sangriento de la producción para equipararla a esa oleada de slashers que inundaba las salas (y que aquí en España la saga de “Viernes 13” fue la más beneficiada) y por otro rompía el vínculo con su predecesora, para aquellos despistados que no se diesen cuenta que era secuela una de otra, y que no tuviesen en alta estima a la primera entrega.
De todas las producciones de la saga de Halloween, en especial llama la atención la tercera entrega, “Halloween III: El día de la bruja” (Tommy Lee Wallace, 1983). Una rareza que prescinde de su enmascarado antagonista y que relata una historia completamente distinta, ambientada en la noche de las calabazas. En sí la idea es bastante interesante; sin embargo, enfureció a los fans que esperaban ver a su maníaco favorito, al Doctor Loomis y a la ‘final girl’ Laurie Strode. ¿Piensas que la desinformación en la época provocó su fracaso comercial? Hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos internet era pura ciencia ficción, y, ¿crees que la idea daría para una buena serie de televisión en la actualidad?
Desde luego, creo que la desinformación y una campaña publicitaria confusa fueron los responsables en parte de la fría repercusión de la muy interesante “Halloween III”. Una película que, al igual que “¡Sanguinario!”, contiene una atmósfera estupenda, claustrofóbica y onírica que la convierten en una de esas joyas ocultas del fantástico que poco a poco va ganando adeptos. Cuando uno supera esa contradicción de no encontrar a Michael Myers en el largometraje, puede deleitarse con esta pesadilla de tintes apocalípticos con una fotografía estupenda.
Como todo, si se hace con los ingredientes adecuados y en buena proporción, podría dar como resultado una gran serie de televisión. Podría quedar genial que directores clave del fantástico o del terror, ya fuesen de la propia saga de Halloween o no, dirigiesen cada uno un capítulo, de un modo similar a la serie “Masters of Horrors”, creada por Mick Garris.
"Halloween H20" (Steve Miner, 1998) supuso el regreso de Jamie Lee Curtis a la franquicia, auspiciado por el estreno en 1996 de "Scream: Vigila quién llama" de Wes Craven. Se podría decir que es un filme bastante estimable que, además, cuenta con un interesante guiño tanto para los fans del clásico de Carpenter como para los de "Psicosis", de Alfred Hitchcock", tras reunir a Lee Curtis con su madre Janet Leigh. ¿Qué opinas sobre esta película de la saga? Y también, sobre la entrega posterior, la controvertida "Halloween: Resurrection" (Rick Rosenthal, 2002).
Disfruto mucho de “Halloween H20”. Recuerdo que cuando la vi en el cine se me pusieron los pelos de punta cuando Laurie coge el hacha, y grita el nombre de su hermano, para que dé la cara y se enfrenten por fin ambos, en un combate a muerte. La música de John Ottman en ese momento eleva las expectativas de la contienda. Me parece que era justo lo que la saga necesitaba en ese momento, un reflote potente aprovechando las nuevas corrientes del slasher. El inconveniente fue que, precisamente, al heredar las características de ese nuevo slasher, tenemos unos protagonistas adolescentes con una jerga directamente prestada de “Scream: Vigila quien llama”, que no funciona igual de bien que en aquella y donde la trama del hijo de Laurie no llega a ninguna parte. Aun así, es un gran divertimento como digo.
“Halloween: Resurrection” supuso todo lo contrario. No disfruté nada de la narración, y no me parecieron muy acertadas ninguna de las decisiones para con la producción. De hecho, me parece de las menos destacables de la saga. Pero como todas, tienen elementos de interés. En este caso, una labor de fotografía que vira desde tonos azules a púrpuras muy llamativa, o una variación del clásico tema de “Halloween” que adquiere un tono sutilmente trágico.
El cineasta John Carpenter posando con un ejemplar del libro "Noche de Halloween" | Foto: Octavio López
Se podría afirmar que hasta la aparición de Michael Myers los monstruos que reinaban en el mundo del cine, así como en la cultura general, eran los clásicos; es decir, los Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo, la Momia, etc. Pese a los precedentes de Norman Bates (en “Psicosis”) o el Leatherface de “La matanza de Texas”, ¿crees que Myers renovó la parrilla de monstruos cinematográficos? Y eso que Myers, si lo pensamos detenidamente, no deja de ser una actualización del clásico “hombre del saco”, como bien describe P.J. Soles en el prólogo del libro.En aquel momento, la inexpresividad del personaje lo convirtió en todo un villano experimental, donde su aridez en el rostro potenciaba ese misterio insondable del mal, y donde cada uno podía ver reflejado sus propios temores. Es una gran actualización, no cabe duda, pero prefiero utilizar el término de “sucesor” en lugar de “renovador”, porque creo que Carpenter realizó una labor respetuosa con sus antepasados, especialmente con la citada “Psicosis”. De hecho, “La noche de Halloween” es una suerte de homenaje formal y de fondo al clásico de Alfred Hitchcock, también en la actualización de lo que un villano aparentemente normal (ese niño angelical que encierra al mal puro) o una cara desprovista de rasgos demoníacos pero que guarda la locura.
Carpenter y su obra maestra “La noche de Halloween” asentaron las bases del género slasher. Desde entonces, durante toda la década de 1980 y los 90, han aparecido diversos monstruos inspirados, en mayor o menor medida, en Michael Myers, como por ejemplo Jason Voorhees de la saga “Viernes 13”, Freddy Krueger de “Pesadilla en Elm Street” o “Ghostface” de “Scream: Vigila quién llama”, entre otros. De todas estas criaturas la única que sigue todavía vigente es Myers, ya que en 2018 volvió a resurgir con el filme de David Gordon Green, y hasta incluso se están preparando sendas secuelas de esta: “Halloween Kills” y “Halloween Ends”. ¿Piensas que el género del terror ha cambiado? Es decir, que el miedo ya no se personifica en un monstruo en concreto, sustentándose en lo que podría decirse la emoción en sí misma.
El personaje en sí, tal cual lo articuló John Carpenter, es tan elemental que bien tratado puede adaptarse con éxito a cualquier época. El terror ha cambiado (ahora es más visceral, cruento y sensitivo) pero no creo que la fórmula del éxito de Michael Myers resida específicamente en el terror que provoca, sino más bien en la fascinación que produce. No creo que la película de 2018 sea especialmente terrorífica, pero sí que plasma acertadamente, y en algunos casos de forma innovadora, el aura de Michael Myers. De hecho, si recordáis, continuamente tratan de hacer hablar al personaje, para que explique lo que hace o siente, y éste nunca responde. Llegado el momento, hasta hunde su pie en la cabeza de uno de los personajes que insiste sobre esta cuestión. Su fuerza innata como icono es lo que le hace sobrevivir, y pese a que el largometraje de 2018 es un tanto sencillo, en el sentido que no es una gran reinvención del cine slasher, creo que dio de lleno en lo que ansiaba. Rescatar el personaje de una manera simple pero efectiva, que contentase a los seguidores de toda la vida y atrajese nuevo público. Todo salió bien, a nivel creativo y sobre todo a nivel económico, que arrasó con unos beneficios desorbitados. Quizás ahora con las dos nuevas entregas adquiera un tono un tanto más complejo, pero en cualquier caso mi más fuerte deseo es que la manera de plasmar el personaje sea contundente, atmosférica y respetuosa.
Siendo en esencia la personificación del mal más absoluto, ¿cuáles son las diferencias entre el Michael Myers de John Carpenter y el de Rob Zombie? ¿Qué opinas sobre la reimaginación a cargo de Zombie en 2007?
Me encanta. Es un buen ejemplo de lo que citaba anteriormente. Al ser un personaje tan elemental, puede orientarse hacia cualquier faceta, y si se hace correctamente, puede arrojar producciones realmente interesantes, como la de 2007 y su secuela. Rob Zombie conocía bien la esencia del personaje (incluso de su vínculo con “Psicosis”, como recuerda el último fotograma de su secuela de 2009) pero en lugar de repetir lo que había hecho Carpenter, se dirigió en sentido opuesto. Quiso rascar en la sordidez de la mente del personaje, como monstruo humano, y ver qué había en su interior. Para mí, fue todo un éxito.
La saga en la actualidad está muy viva, como hemos podido apreciar después del rotundo éxito del largometraje de David Gordon Green. ¿Existe la posibilidad de ampliar el libro en sucesivas ediciones?
Si, desde luego, aunque no será a corto plazo. Muy probablemente cuando la última entrega de Gordon Green se estrene, allá por 2021, me pondré a trabajar en una actualización. Pero como el futuro no está escrito, sugiero a los interesados que no disponen de él que no lo duden y lo adquieran de inmediato. [Risas]
Sin tener en cuenta la obra maestra de Carpenter, ¿cuáles son tus tres películas favoritas de toda la saga y por qué?
Le tengo un especial cariño a “Halloween 4: el regreso de Michael Myers”. Creo que continuó muy bien el espíritu de la saga, además de rescatar de manera adecuada al personaje para finales de los ochenta y darle el impulso que necesitaba. Si no hubiera salido bien, y teniendo en cuenta el varapalo sufrido en “Halloween III”, probablemente la saga hubiera terminado ahí. O al menos, hubiera estado mucho tiempo desaparecida. Ya he mencionado que Rob Zombie hizo una gran labor, así que elegiría su remake como una de las mejores aportaciones, y también la citada de 2018, muy disfrutable y directa al corazón del amante de Michael Myers.
Cambiemos de tercio. Tengo constancia de que en este 2020 has lanzado, con la editorial Diábolo Ediciones, el libro “Hace un millón de años: Todo el cine de dinosaurios (1914-1987)”. ¿Este trabajo es una revisión de tu anterior libro “Cinezoico”? Háblame en profundidad sobre él.
En parte, es una revisión de “Cinezoico”. He utilizado su esqueleto para forjar una nueva lectura, y he ido añadiendo películas que se quedaron en el tintero, hasta conseguir recoger todas las producciones con dinosaurios en su metraje desde 1914 hasta 1987. En conclusión, mi idea era tratar de alcanzar un aire enciclopédico. Por ejemplo, hay todo un capítulo nuevo dedicado a las películas basadas en la novela de Jules Verne, “Viaje al centro de la tierra”. Pero sobre todo, la narración ha adquirido toda una nueva dimensión gracias al magnífico apartado gráfico, como es habitual en los libros de Diábolo Ediciones. Se puede decir que, además de contar la evolución de estas películas, puedes contemplarla en todo su esplendor gracias a la profusión de imágenes a color y pósteres de la época. Es todo un tesoro en este sentido, y recomiendo a cualquiera que lo encuentre en una librería que lo ojee para darse cuenta de lo esforzado de ese apartado. Desde “El mundo perdido” de 1925, hasta “El planeta de los dinosaurios” (1978), pasando por el clásico de 1933 “King Kong", "El monstruo de tiempos remotos” (1953), los filmes de la Hammer y Amicus, más un buen puñado de pequeñas joyas ocultas. El lector creo que alucinará con el viaje; y si todo va bien, en unos meses saldrá el segundo volumen con el resto de producciones prehistóricas, desde 1988 hasta nuestros días.
A pesar de la situación tan dramática que estamos viviendo, con la pandemia del Coronavirus. ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto editorial? Y de ser así, háblame de él.
Estoy dándole los últimos retoques a “¡Está vivo! La saga mutante de Larry Cohen”, que es precisamente aquel otro proyecto del que os hablaba al principio de la entrevista. Trata sobre las tres películas de los bebés mutantes (también del remake) y el tratamiento es muy similar al de “Noches de Halloween,” con la misma estructura en cuanto a entrevistas y análisis de los largometrajes. De hecho, ambos forman parte de la misma colección, “Noche de lobos” de la editorial Applehead Team. Tiene un valor añadido muy especial, ya que contiene una entrevista muy extensa (probablemente la más larga que haya mantenido nunca) con el propio Larry Cohen, que fue un sueño hecho realidad. Espero poder honrar la memoria del cineasta, un hombre que lo dio todo por el cine a lo largo de su vida entera.
¿Dónde se puede adquirir el libro “Noches de Halloween”?
En cualquier librería y tienda especializada como El corte inglés o Fnac, también en Amazon y en la web de la editorial Applehead Team.
NOCHES DE HALLOWEEN: LA SAGA DE MICHAEL MYERS (Noche de lobos) (Español) Tapa blanda
Me gustaría felicitarte por haber escrito un libro tan fascinante, repleto de una multitud de interesantes anécdotas y profundos análisis cinematográficos, sobre una de las mejores sagas terroríficas de todos los tiempos. Y, para terminar, ¿alguna recomendación a los lectores?
Creo que estoy un poco anquilosado en este aspecto, porque siempre recomiendo lo mismo, pero bueno. Aquel que no lo haya leído ya, sugiero precisamente “Parque Jurásico” de Michael Crichton. Lo tiene todo: es una lectura emocionante y adictiva, repleta de pasajes inolvidables. Sobre estas bestias del pasado también he terminado recientemente “Auge y caída de los dinosaurios”, de Steve Brusatte, muy ilustrativo y recomendable para conseguir una visión global de estos animales, totalmente actualizada.
En cuanto a ensayos cinematográficos, y aquí voy a ser un poco ombliguista, recomiendo los editados por Applehead Team dentro de la citada colección “Noche de lobos”; es decir, los dedicados a “Posesión infernal”, “El exorcista” y “Demons”. Tienen un tratamiento y cuidado excelente. También me ha llegado a casa recientemente “El Bond Del Nuevo Milenio: Los Días de Pierce Brosnan como James Bond”, que tiene muy buena pinta si os gusta todo lo que rodea el personaje de 007. Y estoy a punto de empezar “Japan Extreme: Las películas más bizarras, extrañas y delirantes del cine japonés”, que como su título indica es un compendio de las más peculiares producciones procedentes del país del sol naciente.
(1) Aunque es necesario puntualizar que Jason Voorhees empezaría a protagonizar la saga a partir de la segunda entrega, “Viernes 13 Parte 2” (Friday the 13th Part II, 1981), de Steve Miner, puesto que en la primera película de la franquicia, dirigida en 1980 por Sean S. Cunningham, el antagonista principal era Pamela Voorhees, madre de Jason, que fue interpretada por la actriz Betsy Palmer.
Entrevista realizada por Oscar Vela para el blog "La Taverna del Mastí"
Fotografías promocionales de Octavio López de los libros "Noches de Halloween" y "¡Está vivo!", realizadas por © Laura Sanjuán.
Carteles de los libros "Noche de Halloween" y "¡Estoy vivo!", cortesía de © Octavio López y © AppleHead Team.
Cartel del libro "Hace un millón de años", cortesía de © Octavio López y © Diábolo Ediciones.
Fotografías de portada y promocionales, cortesía de © Octavio López.
Fotos interiores del libro "Noches de Halloween", realizadas por © Oscar Vela
Foto de John Carpenter, realizada por © Octavio López
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