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Entrevista a Sami Naïr: ´Recortar los derechos a los inmigrantes es el primer paso para recortarlos luego a todos´

Publicado el 27 junio 2012 por Lilik
Entrevista a Sami Naïr: ´Recortar los derechos a los inmigrantes es el primer paso para recortarlos luego a todos´
Nació en Argelia, pero creció en el este de Francia y su educación es "casi" alemana. Sociólogo, escritor, profesor universitario, especialista en migración, asesor del gobierno de Jospin, europarlamentario hasta 2004. Vive entre Francia y Sevilla. Sami Naïr, ciudadano del mundo.
POR CRISTINA MARTÍNEZ
- No atraviesa el mundo un bueno momento...
Va mal, mal. En un año, la crisis se cobró 29 millones de puestos de trabajo y ahora tenemos 29 millones de parados más. Aquí en España no es necesario subrayar la situación. Estamos hablando de cifras oficiales, pero en realidad la situación es peor. Se ha desarrollado en estos años de forma incontrolable la inestabilidad social y la precariedad, y el mundo, en cuanto a la situación económica, está al borde del colapso histórico. Dicho de otra manera, la crisis provocada por el sistema financiero la están pagando las víctimas del propio sistema financiero. Estamos asistiendo a una reorganización geopolítica y geoeconómica del mundo. Ayer países del Tercer Mundo y hoy en día actores fundamentales sin los cuales es imposible solucionar los problemas del sistema económico mundial. Hablo de Brasil, de China, de La India... Al mismo tiempo asistimos a la decadencia del imperialismo norteamericano.
- ¿Y eso está bien o está mal?
Está bien porque lo merecen. No han aprovechado su papel de gran potencia para pacificar el mundo, para defender la justicia, para desarrollar la igualdad. Han aprovechado su papel tras la caída de la Unión Soviética para dominar más el mundo, para imponer un poder unilateral en vez de aceptar decisiones multilaterales.

- La gente tiene la sensación de que el mundo está al revés. Los gobiernos han ayudado a los bancos, que a su vez son los principales causantes de este desastre, en vez de apoyar a los trabajadores.
Exacto. La gente tiene toda la razón, pero al mismo tiempo hay que conocer bien la realidad. Esa medida significa que los gobiernos no tienen una autonomía grande respecto al mundo financiero. Dicho de otra manera, han trabajado de forma directa o indirecta para el sistema financiero mundial. Representan al pueblo relativamente, porque representan sobre todo a los intereses económicos y financieros. Por eso, el gobierno tenía que hacerlo. No podía dejar caer a los bancos nacionales porque hubiera sido una crisis tremenda. El problema es saber a cambio de qué se dan esas ayudas. Por ejemplo, en EE UU el gobierno pidió participar en los consejos de administración de los bancos para ver cómo usaban ese capital. Osea que el problema es saber dónde va ese dinero. En Europa, los gobiernos tenían que haber dicho a los bancos que tenían que emplearlo en ayudar a empresas a crear empleo. Eso hicieron los chinos.
- España no está muy bien posicionada para salir de este bache, sobre todo con más de cuatro millones de parados.
No, desde luego que no. Pero España no tiene maniobra porque económicamente es una potencia media en Europa y ha utilizado su dinamismo económico de los últimos 20 años para desarrollar las infrestrucuras del país, permitir un nivel de vida más alto... pero al mismo tiempo es uno de los países que tiene debilidades más importantes. El paro, los contratos basura... la burbuja inmobiliaria es, con la de Irlanda, la más importante, y en esta provincia más. Ahora, las instituciones están mirando de manera severa la situación económica en España. Además los mercados financieros han empezado a dudar de España y yo espero que la situación no desemboque en lo que ocurre en Grecia.
- España preside ahora la UE. ¿Eso ayudará a este país?
Ya lo ha hecho porque ha conseguido que siga en Bruselas un comisario español y eso ya es una victoria en sí. Además, mientras España presida la UE no habrá sanciones ni medidas contra el país. El problema de la presidencia española es que es un desafío tremendo. España no tiene suerte porque asume la presidencia de la UE en situación de crisis, en un momento en el que hay que poner en marcha el Tratado de Lisboa y es muy difícil políticamente pasar de un texto a la práctica.
- Las principales víctimas de esta crisis son también los inmigrantes. Usted, como experto en movimientos migratorios, ¿cómo ve la situación de esta gente que ahora se ve atrapada?
Esta situación es el riesgo natural de la inmigración. Cuando uno emigra debe saber que no va a encontrar el paraíso en el otro lado y que la situación va a ser muy dura. La inmigración entre los 40 y 70, cuando se podía vivir bien en pocos meses, se acabó. Los puestos para imigrantes son cada vez de más bajo nivel. Es una condición que ellos aceptan. Pero el problema tiene que ver con el estado de derecho. Los trabajadores nacionales no deben culpar a los inmigrantes de los efectos negativos de la crisis. La crisis provoca una competencia para conseguir puestos de trabajo y los nacionales tienden a pedir un derecho privilegiado, pero en el mundo del capitalismo el trabajo no funciona así porque estamos en un estado de derecho y no tenemos que diferenciar a una persona por sus orígenes o por su condición de inmigrante. Es el principio de igualdad. Y en la crisis los que lo padecen más son los que acaban de conseguir esos derechos: las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes...
- La crisis ha provocado el retorno de muchos. De hecho en Alicante más de 7.000 inmigrantes no han renovado su inscripción en el padrón.
Pero no vuelven. Muchos quieren volver, pero tenemos el mismo fenómeno en Francia y están a la espera de ver lo que va a pasar. Cuando se trata de inmigrantes con familia aquí es muy difícil que vuelvan. Por lo menos aquí pueden acceder a colegio, sanidad, transporte... Su vida es mucho más fácil. La crisis va a provocar problemas identitarios muy importantes y no solo entre los inmigrantes. La crisis está desestabilizando todas las estructuras sociales.
- ¿Cree que la sociedad española es más racista ahora que hace años? Acabamos de vivir los casos de Vic y Torrejón, donde se negaban a empadronar a inmigrantes sin papeles.
Yo trabajo, y no es un argumento de autoridad, sobre temas de inmigración desde hace 30 años y lo hago por solidaridad, porque alguien tiene que decir estas cosas que son una injusticia. Lo de Vic es más complejo de lo que puede parecer. Un 24 por ciento de la población es extranjera y el ayuntamiento ha puesto en marcha en los últimos años un proceso de integración escolar muy positiva. Es fácil echar la culpa al ayuntamiento, pero me gustaría ver verdaderamente lo que pasa allí. La verdad es que desconfío cuando se coge un elemento y se generaliza como si fuera representativo del resto de los temas. Hubo un problema y tomaron una decisión, aunque fue un error creo yo. Al mismo tiempo, en una situación de crisis, ligada a la falta de educación ciudadana, es muy fácil culpar a los extranjeros y anteponer lo nacional. Además, la verdad es que si comparo con otras naciones, y no voy a citar nombres, el pueblo español se ha portado bastante, sino bien e incluso muy bien, con los inmigrantes y lo digo sinceramente. El racismo existe en todas partes, pero no sé si en España es racismo o más bien un temor, el temor de no conocer al otro, de no conocer su cultura, pero no he visto lo que he visto en otros países, movimientos organizados con objetivos centrales de atacar a los no españoles. Además salvo, digamos, dos o tres grandes ocurrencias, el pueblo español se está portando muy bien y el gobierno ha intentado evitar utilizar la inmigración como un arma política. Creo que los partidos que lo hacen tienen una grave responsabilidad en el auge de la xenofobia y el racismo en este país. Recortar los derechos a los inmigrantes es únicamente el primer paso para recortarlos luego a los nacionales. Eso lo hemos experimentado en Francia. El pueblo no es racista, las élites están jugando con la inmigración de manera peligrosa.
- A veces hablamos de inmigrantes como si fueran un número y se olvida que son personas.
Hay una contradicción siempre entre el aspecto humano y el aspecto funcional del mercado de trabajo. Para la Unión Europea la inmigración es ante todo un factor de trabajo, es una mercancia social que no tiene que ver con su dimensión económica. Pero cuando no los necesitamos económicamente queremos que vuelvan a su casa.
- Hemos hablado antes de Obama. ¿Cree que es un ídolo con pies de barro o todo es más difícil de lo que parece? Ha perdido la mayoría en el Senado, sus reformas no llegan como sería deseable...
En el fenómeno Obama hay dos aspectos. El primero es el que se haya elegido a un afroamericano como presidente y no conozco otro país -y yo siempre he luchado contra el imperialismo americano- que hubiera podido hacer eso. Enhorabuena. No me puedo imaginar a un país africano eligiendo a un blanco o a un argelino como presidente de Francia. El aspecto simbólico se va a quedar porque es una normalización del principio de igualdad. Es un paso inmenso. El segundo aspecto es que todo el mundo quería pasar la página de Bush, pero el programa de Obama era vacío, estaba basado en conceptos. Además nunca ha tenido apoyo de su propio partido. Está haciendo cada vez más retórica, aunque ha hecho cosas muy buenas en política internacional, más que nacional. Ha acabado la batalla con Rusia en torno al escudo antimisiles, ha empezado las negociaciones para reducir armas nucleares, ha congelado la estrategia de enfrentamientos con Irán, pero al mismo tiempo ha incrementado la presencia en Afganistán y está cayendo en la trampa de Al Qaeda porque interviene cada vez más en Yemen y EE UU va a entrar en ese juego.
- El gobierno americano acaba de anunciar el envío de 30.000 soldados más a Afganistán, España también va a mandar más efectivos. Por el contrario, las tropas americanas empezarán a abandonar Irak en agosto.
Pero no van a retirar muchas tropas, pretenden dejar soldados en las bases americanas que quieren montar. La verdad es que me parece imposible retirar todas las tropas, salvo que decidan que no se puede solucionar y que hay que dejarlos a ellos, pero eso significaría en el marco de unas semanas una guerra civil. Esa intervención no podía tener otro resultado porque fue una invasión.
- ¿Cree que la lucha contra el terrorismo está en el buen camino? Porque resulta que mucho control y luego alguien consigue subirse a un avión con explosivos.
No se puede ganar la batalla en contra del terrorismo de manera solamente militar. Se puede luchar cuando es necesario, pero no es lo adecuado. El medio adecuado es muy sencillo, se llama justicia, saber por qué existe este terrorismo y luchar en contra de las causas que lo provocan. El terrorismo está basado en tres elementos: la ocupación de Arabia Saudí por parte de EE UU, la injusticia impuesta al mundo musulmán a través del caso palestino y la guerra de Afganistán que no supo solucionar los problemas de ese país. Para vencer a Al Qaeda hay que asociar la lucha militar con el desarrollo de esos países, no como en Afganistán que se ha dado el poder a un corrupto antiguo agente de la CIA. ¿Qué hemos hecho en Palestina? Es un desastre.
- ¿Cree que España está seriamente amenazada por el terrorismo islámico?
No creo que haya una amenaza directa. España se encuentra en una frontera y como país fronterizo tiene sus riesgos. Estos últimos años han entrado muchos inmigrantes y no era un blanco para el terrorismo. Lo que cambió la situación fue la actitud del gobierno del PP. La postura de Aznar al lado de Bush ha dañado históricamente y no solo coyunturalmente a España porque hizo de este país, y nadie lo entendía, el principal aliado con Inglaterra de Estados Unidos y eso sirvió a los terroristas como excusa, pero no creo que hoy haya una amenaza especial hacia España.
- ¿Usted es musulmán?
Yo soy de origen musulmán, pero no he tenido educación religiosa. En todo caso cristiana durante cinco años, pero soy no creyente, agnóstico.
- ¿Qué mundo le gustaría llegar a ver?
Me gustaría vivir en un mundo de paz, en el que el desarrollo del ser humano sea verdaderamente el objetivo social, no en el que los seres humanos tienen que luchar para sobrevivir; en el que se viva realmente con el arte, la filosofía, la igualdad, el amor real... Hay conflictos que me afectan mucho y por eso me gustaría ver la paz entre palestinos e israelíes. Tengo un gran afecto por estos dos pueblos. Además, antes de morir me gustaría ver la paz entre ellos y ver el mediterráneo transformarse en una zona de intercambio. Y que fuéramos conscientes de lo bueno que puede ser el mestizaje. Un mundo en el que las diferencias no sean limitadoras, excluyentes, tiránicas... Fuente: diario información

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