La hazaña, la más grande del siglo XX, quedaría registrada en la memoria de todos a través de fotografías, videos y los nombres de los astronautas más reconocidos: Neil Armstrong, Edwin "Buzz" Aldrin y Michael Collins.
Pero el Programa Apolo, el más ambicioso e impactante llevado a cabo por Estados Unidos, fue el resultado del denodado esfuerzo de cerca de 400.000 empleados trabajando para diferentes contratistas a lo largo y ancho de todo el territorio estadounidense.
El papel de la NASA durante el Programa Apolo consistía en el planeamiento de la misión y entrenamiento de astronautas. Pero la mayor parte del trabajo era encargado a contratistas, los cuales debían asegurarse que todo fuera perfecto, realizando experimentos, pruebas sobre modelos a escala y desarrollando el cohete tripulado más grande de la historia, el majestuoso Saturno V, con una altura de 110,6 metros por 10 metros de diámetro, mientras que su peso era de 2,9 millones de kilogramos.
Sin embargo, se ha dado poco reconocimiento al trabajo de los contratistas y el esfuerzo de sus empleados para alcanzar la meta de conquistar la Luna.
Por este motivo entrevisté a Sara Howard, una ingeniera aeroespacial que trabajó en la Instalación de Ensamblaje Michoud perteneciente a Boeing en Nueva Orleans. Allí se realizaba la construcción y ensamblaje del segmento S-IC del Saturno V que serviría para llevar al hombre a la Luna.
En primer lugar ¿cómo comenzó a sentirse interesada en las ciencias espaciales? ¿Podría mencionar su interés en la astronomía y qué tipo de educación recibió?
-Tuve mi primer telescopio en 1958 y me enamoré de la astronomía. Soy la fundadora y primera presidente de la Sociedad Astronómica de Shreveport, Louisiana, la cual aún está activa.
Me gradué con honores en matemáticas con astronomía como asignatura secundaria en la Universidad del Estado de Louisiana en Baton Rouge. En la universidad estudié varias ciencias.
¿Cuál fue el punto bisagra en su vida que la hizo elegir ingeniería aeroespacial como forma de vida?
-No había ingeniería aeroespacial en los 60s. No elegí aeroespacio. Me enamoré de Apolo.
Actualmente las mujeres participan activamente en las ciencias, pero usualmente uno piensa que por aquellos tiempos todo lo que estaba relacionado a las ciencias del espacio pertenecía al reino de los hombres. ¿Fue difícil ganar una posición dentro de su campo de trabajo?
-No, en absoluto. Boeing estaba buscando activamente mujeres, especialmente con grados en matemática. He trabajado por más de 25 años, fundamentalmente con hombres. Mis empleadores estaban buscando mujeres técnicas. Fui tratada con cortesía y respeto por todos los hombres con los cuales trabajé.
¿Sabe cuántas mujeres estaban trabajando en la misma posición o posición similar para el Programa Apolo?
-Sólo había otra mujer trabajando en la misma posición que yo. Había cerca de doscientas mujeres trabajando en laboratorios de investigación. Ninguna de ellas trabajó en el Saturno V.
¿Cómo terminó trabajando para Boeing? Ya estaban trabajando para el Programa Apolo?
-Boeing era el principal contratista de Apolo. Entonces llegó North American Aviation, McDonnel Douglas e IBM. Boeing fue seleccionado como el mayor contratista cuando comenzó Apolo.
¿Sabías que Boeing es el mayor contratista del Transbordador Espacial y la Estación Espacial Internacional?
El segmento S-IC contenía los cinco motores F-1 para impulsar al vehículo durante el despegue. El Saturno V era una máquina muy compleja. ¿Podría proveer a los lectores con alguna información relevante sobre Saturno V y particularmente el segmento S-IC?
-El Saturno V era un cohete de tres segmentos con tres módulos. Así tenía que ser para llegar a la Luna. Saturno V es el cohete más grande y más poderoso jamás construído en la historia de la humanidad. Aún lo es. Es dos veces más alto que la Estatua de la Libertad. Se lo conoce como "levantador pesado."
El segmento S-IC es la clave de todo el Saturno V. Sin este segmento nunca habríamos llegado a la Luna. Es el segmento más grande y poderoso jamás construido. Y aún lo es.
Esta segmento generó 3,4 millones de kilogramos de empuje. Llevó a Saturno V hasta 61 kilómetros en dos minutos y medio a 9.650 kilómetros por hora. Nada puede igualar esto.
En Michoud se ensamblaban el primer y segundo segmentos del Saturno V. Eran los segmentos S-IC y S-II.
¿Qué tipo de problemas tenía que enfrentar como ingeniera aeroespacial trabajando en el segmento S-IC?
-Cómo ganarle a los hombres. Es una broma.
Arriba: Ensamblaje de los segmentos del Saturno V. En la imagen se ven los segmentos S-1C-10, S-1C-11 y S-1C-9 en posición horizontal para el ensamblaje de los motores en Michoud. Crédito: NASA.
El Programa Apolo involucró a unos 400.000 trabajadores a través de diferentes contratistas llamados por la NASA. ¿Cómo era la relación con la agencia espacial?
-No tengo la menor idea. Nadie que yo sepa vio a ninguna persona de la NASA. Creo que Boeing contrató a los subcontratistas. En los 1960s la NASA era una pequeña organización con sede en Huntsville, Alabama.
El Programa Apolo fue el esfuerzo más grande de los Estados Unidos para vencer a los soviéticos durante la carrera espacial. ¿Podría decirnos cómo era el ambiente laboral en ese momento, en medio de la Guerra Fría?
-No había preocupaciones sobre la Guerra Fría. Eso era para nuestro gobierno. Nosotros estábamos muy ocupados construyendo los segmentos del cohete y divirtiéndonos mucho haciendo ese trabajo.
¿Podría compartir con los lectores algunos recuerdos del trabajo en Boeing para el Programa Apolo?
-Mi libro, Something Funny Happened to the Way to the Moon, estará disponible en un par de meses y allí están mis recuerdos sobre Apolo.
-Dejé en 1967 porque habíamos construído la mayor parte de los primeros segmentos. La gente de Seattle comenzó a regresar a casa.
Trabajé por 25 años más en varios trabajos. Soy flexible y fui contratada por casi todos los trabajos a los que me presenté. Trabajé además para un contratista desde 1974-1979 en el Submarino Nuclear Trident.
Izquierda: Elevación del segmento S-IC del Saturno V correspondiente a la misión Apolo 10, dentro del Edificio de Ensamblaje de Vehículo (VAB). Crédito: NASA.
¿Aún sigue en contacto con la gente con la que trabajó?
-Desafortunadamente no. Han pasado unos 40 años y no hay manera de encontrarnos.
Dado que el Programa Apolo fue concebido, como dije antes, para vencer a los soviéticos durante la carrera espacial, mucha gente considera que la exploración lunar estaba destinada a ser cancelada y dejada de lado una vez que la gran meta fuera alcanzada. ¿Qué piensa al respecto?
-Una vez que alcanzamos nuestra meta de aterrizar sobre la Luna, ¿por qué seguir con el programa? Creo que estuvimos en lo correcto en ir a Marte, construir telescopios espaciales, explorar nuestro Sistema Solar y crear nuevos proyectos. Incluso Stephen Hawking sijo que el hombre debería encontrar otro planeta similar a la Tierra. Amo nuestra exploración espacial y las nuevas ideas.
En los últimos años ha habido un aumento en el porcentaje de gente que cree en teorías de conspiración alrededor de Apolo. ¿Por qué cree que esto sucede después de más de 40 años de los primeros pasos de Neil Armstrong sobre la Luna?
-No tengo idea, salvo que también hay teorías de conspiración sobre los atentados del 11 de septiembre.
¿Qué tipo de tecnología se encontraba disponible al momento del Saturno V? ¿Cuáles eran las limitaciones?
-Muy poca. No había computadoras personales. Usábamos reglas de cálculo. No había electrónica. Los transistores no habían sido inventados. La televisión era primitiva. El radar muy pobre. Mira a tu alrededor. Lo que tienes ahora en su mayor parte no existía.
Después de la propuesta presupuestaria de Obama y la cancelación del Programa Constellation, algunos defensores del programa espacial han apoyado el presupuesto propuesto para 2011 e incluso aseguraron qeu el próximo paso es Marte, no la Luna. ¿Qué opina al respecto?
-Creo que ir de vuelta a la Luna no es práctico. Por una razón, la superficie ha sido bombardeada por rayos cósmicos, todo tipo de radiación, incluso de nuestro Sol por miles de millones de años. La superficie está radiactiva. Vayamos a Marte. Creo que la Luna ahora no tiene sentido.
¿Pero no considera que al tener a la Luna como el próximo objetivo para el asentamiento humano los científicos podrían desarrollar los métodos y tecnologías necesarios para un futuro viaje tripulado a Marte?
-Aún no, porque ahora tenemos la tecnología para ir a Marte. El problema es tener suficientes recursos -agua, aire, alimento, combustible, energía, provisiones de emergencia, etc. Sería lo mismo que desde la Luna. Probablemente se necesitaría menos combustible.
¿Cuál es su punto de vista respecto al actual programa espacial de los Estados Unidos?
-Necesitamos salir de la órbita baja de la Tierra. Muchos, pero muchos científicos e ingenieros están de acuerdo con ello.
El programa espacial actual de EE.UU. está en un punto decisivo. ¿A dónde iremos? ¿Qué haremos? Voy a esperar y veré.
Sara Howard también es autora. Publicó The Biggest Explosions in the Universe, un libro de divulgación científica con imágenes del Telescopio Espacial Hubble y próximamente editará Something Funny Happened to the Way to the Moon donde relata su experiencia laboral en Michoud.
Más información:
Inside The Apollo Proyect - sitio de Sara Howard
Apollo 40 Years
The Biggest Explosions in the Universe, de Sara Howard
Nota: Entrevista original realizada vía e-mail en inglés.