Entrevista a Tom Frank: 'el engaño de los tiempos difíciles'

Publicado el 04 enero 2012 por Lilik


En su nuevo libro Pity the Billionaire [Compadécete del multimillonario] Tom Frank analiza irónicamente uno de los acontecimientos políticos más importantes de la presidencia de Obama: cómo sirvió el crac de 2008 para fortalecer a la derecha política. La desregulación de Wall Street propugnada durante 30 años por los dirigentes derechistas, había llevado a una catástrofe económica tan aterradora que el país eligió a un demócrata liberal a la presidencia. Sin embargo, dos años después, la facción más conservadora del Partido Republicano, el Tea Party, había tomado el control efectivo de la Cámara de Representantes, la regulación de Wall Street se había paralizado y los campeones de la desregulación económica de Washington habían emergido más fuertes que nunca.
Frank, autor del éxito de ventas What’s the Matter With Kansas? suministra una concisa y matizada explicación de lo que llama “el engaño de los tiempos difíciles”. Habló con Salon desde la casa de su padre en Kansas City, Montana.
Al principio del libro, usted describe el momento en la primavera de 2009, cuando la economía de libre mercado había sido desacreditada tan exhaustivamente que Newsweek publicó un artículo en primera plana en el que proclama: “Ahora todos somos socialistas”. ¿Qué pasó? ¿Por qué se perdió esa oportunidad?
Vi esa portada muchas veces [en eventos del Tea Party]. Para esa gente fue la campana de alarma. Pienso que el momento del AIG [cuando el monstruo asegurador rescatado utilizó la ayuda del contribuyente para repartir inmensas bonificaciones a sus ejecutivos] fue de alguna manera el punto álgido de la crisis, cuando [la política] podía decantarse de diferentes maneras. Existía esa asombrosa indignación pública que fue para mí el momento decisivo. Newsweek tuvo otra portada: “Guía hacia al populismo para la persona pensante”, y recuerdo ese sentimiento en todo el país, que la gente estaba simplemente furiosa. De alguna manera la derecha capturó ese sentimiento de cólera. Lo capturó por completo. Se podría decir que no tenía derecho a hacerlo, pero lo hizo. Y uno de los motivos por los que pudo hacerlo fue que los liberales no estaban interesados en esa cólera.
Estoy hablando de la cultura liberal de Washington, D.C. No existía un movimiento Ocupa Wall Street [entonces] y solo había gente al margen, como yo, que hablaba del asunto. El líder de los liberales era Barack Obama… los liberales tenían a varias personas en el Congreso. Pero esas personas no estaban familiarizadas en absoluto con la cólera popular. Era algo extraño para ellos. No confiaban en ella y les costaba dirigirse a ella. Me gusta Barack Obama, pero a fin de cuentas es un sujeto muy profesoral. Los liberales perdieron totalmente la oportunidad y la derecha pudo aprovecharla. Sigue leyendo en Sociología Crítica