Hoy entrevistaremos a una especie en periodo de extinción.
Butticula según le llamaban los romanos, búcaro, pimporro o pipo según los andaluces, los canarios lo llaman porrón, en México se le llama cántaro, en Guatemala pichinga, aunque quizá el nombre mas extendido es el de botijo.
Es usted muy famoso, como quiere que le llame?
Botijo es el nombre que mas me gusta, aunque ahora pocos me utilizan, yo estaba en todos los trabajos que se hacían en el exterior, también en muchas casas, pero ahora con los frigoríficos, estamos en muy pocos sitios.
Sabía usted que si me llenaban de agua y me ponían al sol, el agua se refrescaba? Se filtraba por los poros de la arcilla y en contacto con el ambiente seco exterior, la evaporación enfriaba el agua.
Claro, debido a mi edad lo he conocido de diversas formas y tamaños, y he bebido a gargalé (modo de beber del porrón, de la bota o del botijo a chorro, desde lo alto), pero en la actualidad casi no lo veo en ningún sitio.
Ahora la gente se ha olvidado de nosotros, beben agua fresca de la nevera (la de catarros que cogen), otros compran unos recipientes de plástico y beben chupando directamente de él y claro el agua cada vez está mas caliente, en la actualidad muchos nos tienen como adorno en sus casas… ¡ay señor! la vida del botijo se está terminado.
La entrevista me ha dado sed, me permite que lo sujete y con los brazos estirados vuelva a recordar mi infancia?
Será un honor para mí.
La imagen es Thirst (1886) de William Adolphe Bouguereau (1825 – 1905), podeís ver una galería de sus pinturas aquí.
Entrevista a un botijo | Unjubilado.