Entrevista a Yoji Yamada, director de "La casa del tejado rojo"

Publicado el 09 abril 2015 por Mumbo @OMasti2012
El próximo viernes 10 de abril se estrena en las carteleras españolas, "La casa del tejado rojo", la última película del reputado director japonés Yoji Yamada, el cual tiene en su haber más de 80 largometrajes, entre los que se destacan la famosa serie cinematográfica "Tora-san"; y además ha sido galardonado en cuatro ocasiones con el Premio de la Academia Japonesa de Cine a la Mejor Película, por 'El pañuelo amarillo de la felicidad' (1977); 'Musuko' (Mis hijos, 1991); 'Gakko' (Una clase inolvidable, 1994), y 'El ocaso del samurái' (2002), que también fue nominada al Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa.
Su nuevo filme "La casa del tejado rojo" nos relata una historia ambientada en los años anteriores a la II Guerra Mundial, concretamente en 1936, en la cual Taki deja a su familia en el campo, para ir a trabajar como criada en una casa moderna con un tejado rojo a dos aguas en las afueras de Tokio, que es el tranquilo hogar de la bondadosa Tokiko, su marido Masaka y su adorable hijo. Sin embargo, cuando aparece Shoji Itakura, Tokiko se siente irresistiblemente atraída por él. Ella es leal a Tokiko y cuida de la familia a pesar de ser consciente de esa relación; no obstante, llega el momento en que debe tomar una desgarradora decisión.
El director japonés Yoji Yamada nos habla sobre su nueva cinta, en una entrevista concedida por Golem:

El director Yoji Yamada (centro), con el elenco actoral del filme "La casa del tejado rojo".


¿Por qué decidió hacer una película basada en la novela Chiisai ouchi, de Kyoko Nakajima?
Leí la novela hace tres años. La portada era muy atractiva, la compré y empecé a leerla. Nada más terminarla, me pregunté si ya la estaba filmando alguien. Me enteré de que nadie había comprado los derechos y fui a ver a la autora para explicarle que deseaba hacer una película a partir del libro. No es la primera vez que una película mía se basa en fuentes literarias, pero sí es la primera vez que una novela me inspira para hacer una película.
Es una obra literaria que tiene algo indefinible, misterioso, inquietante. Empecé a escribir el guion mientras reflexionaba en esos tres adjetivos. Es una historia acerca del pecado, pero también está la época en que transcurre. Pensé que sería maravilloso si pudiera captar ese entorno.
Cuando estaba a punto de empezar el rodaje de Tokyo Kazoku, tuvo lugar el gran terremoto del 11 de marzo de 2011 y tuve que posponerlo. En ese momento no podía quitarme La casa del tejado rojo de la cabeza. Hay algo conmovedor en el hecho de haber construido los decorados de la película y de contar con un reparto tan espléndido.
¿En qué pensaba cuando decidió hacer la película?
Hace mucho que dirijo películas, pero nunca había hecho nada parecido. Cuando rodamos la escena de (Takako) Matsu subiendo la escalera donde se aloja (Hidetaka) Yoshioka y entrando en su cuarto, yo estaba tan nervioso como los actores. Era un viaje hacia lo desconocido.
Su atención por los detalles es excepcional, pero ¿en qué aspectos es diferente esta película de sus anteriores trabajos?
Los actores gesticulan, se mueven de maneras diferentes, pero lo importante es conseguir que la cámara atrape sus pensamientos y estados de ánimo. Pienso en eso cuando ruedo, aunque son cosas difíciles de reconocer, de captar, por lo que me esfuerzo en sentirlas de forma consciente en el “aire” de una escena. Quiero rodar para capturar la atmósfera y la esencia. Una buena película rezuma encanto y fragancia. Quiero que mis películas sean así, pero no es tarea fácil, y por eso suspiro tanto durante un rodaje.
¿Qué mensaje quería enviar al mundo a través del decorado de La casa del tejado rojo?
El periodo previo a la II Guerra Mundial durante la era Showa fue muy oscuro. Las grandes ciudades japonesas ardieron, fue una época de gran brutalidad. Pero la pequeña burguesía de las afueras de Tokio, a pesar de vivir modestamente dentro de sus posibilidades, supo crear una cultura muy particular. Mi intención ha sido mirar atrás con cariño hacia ese modo de vida y plasmarlo. También me pareció que, en este relato, la cultura se veía rápidamente adelantada por un contexto histórico mucho mayor. Pude documentarme a fondo porque quedan muchas cosas de este periodo. Al parecer, las casas modernas de tejados rojos a dos aguas se hicieron muy populares en los años inmediatamente anteriores al decenio de la era Showa (1935). El diseño de la casa que se ve en la película está basado en la arquitectura, el estilo de vida y la cultura de la época.

La modesta alegría que muestra La casa del tejado rojo durante el periodo moderno de la era Showa es destruido por la guerra que se acerca cada vez más…
La guerra es un pecado horripilante que destruye la felicidad de los seres humanos. En Monsieur Verdoux (1947), Chaplin pronuncia la famosa frase: “Por un asesinato se es un malvado; por un millón, un héroe. Los números sacralizan, amigo mío”. Es la naturaleza de la guerra. Supongo que puede decirse que sentí un afecto desbordante por la anciana Taki, que sufrió toda su vida por su pequeño pasado. Taki lloró, rió, se sintió culpable por un pecado de nada, pero vivió y disfrutó. Los personajes de la película son personas así, gente de cada día.
Hábleme de los dibujos que acompañan a los créditos de salida.
El libro The Little House, de Virginia Lee Burton, publicado en 1942, que leí a mis hijos cuando eran pequeños, ofrece un contraste con la urbanización moderna, al tiempo que subraya y afirma las alegrías de la vida. De joven no creía mucho en esta alegría modesta que describía, pero ahora el libro me parece notable porque acaba con el traslado de la casa a un lugar donde podrá vivir feliz para siempre. En el mundo real, lo más probable es que haya sido derruida, y me alegro de que la autora decidiera acabar la historia de otra forma. Como en las películas que describen una realidad dura, pero que acaban bien y nos hacen sentir cómodos. La esperanza es algo muy tenue, es importante agarrarse a ella. Y siempre espero que ese sea el mensaje que llega a los espectadores de mi cine.
¿Qué significado tiene para usted rodar en 35 mm en este momento?
No sé si me creerá si le digo que es un pensamiento que me ha perseguido durante el pasado año. Si solo se tratase de que el 35 mm se convirtiera a digital, de que pasamos conscientemente al digital, muy bien, pero se trata de saber si esto enriquece la expresión cinematográfica. No es un desarrollo comparable a añadir color al cine en blanco y negro, o pasar totalmente a la película en color, se trata más bien de un proceso de racionalización. Para los que hemos crecido con negativo, es exasperante ver que cada vez quedan menos técnicos capaces de manejarlo y que el mismo negativo ya no abunda. Mientras viva, me esforzaré en trabajar con montadores y técnicos de sonido que sepan trabajar con 35 mm.
¿Qué les diría a las personas que van a ver la película?
Es una película que consiguió hacerse gracias a la total entrega del reparto y del equipo. Posiblemente algunos vieron las similitudes entre la época que describe y el momento actual, con todo el entusiasmo que despertó saber que Tokio acogería los Juegos Olímpicos de 2020. Estos son tiempos de incertidumbre en cuanto al futuro, incluso de cierta intranquilidad, pero si 'La casa del tejado rojo' inspira a los que la ven a sopesar qué es lo importante y qué no lo es, al comparar el presente con el pasado descrito en la película, me sentiría muy feliz.
Fuentes:Entevista extraída del pressbook.Pressbook e imágenes cortesía de ©Golemhttp://golem.es/lacasadeltejadorojo/http://www.image.net/  ©Getty Imageshttp://www.filmaffinity.com/es/film524636.htmlhttp://www.elseptimoarte.net/peliculas/chiisai-ouchi-10106.html