Entrevista al editor de 'Libro de Voyeur'

Publicado el 16 abril 2010 por Maxpalacios


En la Revista de Libros, entrevistan al director de Ediciones del Viento, Eduardo Riestra, el editor del proyecto independiente Libro de Voyeur. Los dejo con algunas preguntas:
Como le vengo diciendo a otros editores que no están en el eje tradicional Madrid-Barcelona, creo que la labor de tu editorial tiene un mérito múltiple, por lo periférico, por lo independiente, por apostar por la literatura de viajes, por mantener la edición en castellano y renunciar a cierto tipo de subvenciones y, por si fuera poco, por enfrascarte de vez en cuando con el relato breve. ¿No es Ediciones del Viento como aquella aldea gala del cómic, no toma por locos a estos romanos del mainstream? Ya en serio, ¿tuviste clara desde el principio esta línea para tu editorial?
Tenía claro lo que quería hacer, pero no cómo. No sabía que Viento Simún iba a ser una colección, pero sí quería publicar muchos títulos que hoy la forman. En seguida vi que de ahí saldría una colección de viajes. Lo de mi tierra es otra cosa. No tengo ni he tenido nunca relación con la concejalía de cultura del ayuntamiento coruñés; no he tenido hasta hace unos pocos meses relación alguna con la consellería de cultura de la Xunta, y en la de ahora se me deja claro que no habrá apoyos a la edición en castellano; soy miembro del gremio de editores de Madrid porque en Galicia no existe más que una asociación de editores en lengua gallega… en fin. Pero en cambio la prensa, los libreros y los lectores me tratan muy bien. Es evidente que soy un editor gallego como Joyce era un escritor irlandés. Como diría Espronceda, a despecho del inglés.
Este carácter marcado comporta llevarse de vez en cuando algún que otro revés. De un tiempo a esta parte hemos dejado de ver en las librerías aquellas deliciosas ediciones vuestras en pequeño formato y papel reciclado, ya sabes, John Steinbeck, Julio Camba, Felisberto Hernández, etcétera. Estoy seguro de que el lector curtido las valoraba (doy fe) pero, ¿te deja ese tipo de cosas la sensación de que la velocidad del Mercado engulle a veces más de lo que puede digerir? ¿Te replanteas tu trabajo según la respuesta del público y de los medios? Y meto el dedo en la llaga porque creo que el editor independiente se enfrenta a esta clase de retos que pueden condicionar no ya su actividad, sino su labor como (si se me permite ponerme la mano en el pecho un poco) garantes de la diversidad cultural y de la calidad de los fondos en las librerías. Sí, acabo de desahogarme como lector porque siento que por culpa de esta inercia me estoy perdiendo cosas. Desahógate también un poco, Eduardo, si quieres.
La colección que citas, Viento del Oeste (Oh salvaje viento del oeste, tú que eres aliento del otoño, escribía Shelley), es uno de los mayores disgustos que me he llevado en esta ya no tan corta vida editorial. A mí me parecía una colección modélica, por el diseño, las medidas, el papel y sobre todo los textos. Los que citas, pero también Huxley, Bromfield, Azcona, Brandão, Anatole France, Eça de Queirós. Pero lo cierto es que el público ni se enteró. Vendimos bien los tres primeros títulos. Después nos despeñamos y tuvimos que parar, como quien se amputa una pierna gangrenada. Yo todavía siento la pierna, y me duele.
(...)
Repasando vuestro catálogo en narrativa, entre novela y novela uno puede encontrar varios libros de relatos. Incluso uno de vuestros autores fundamentales, Óscar Esquivias, con varias novelas en Ediciones del Viento, se hizo con el Premio Setenil al mejor libro de cuentos editado en España gracias a La marca de Creta. Los que trabajamos en esto y desde cualquier punto de la cadena (como editores, críticos o autores), sabemos lo que a estas alturas cuesta todavía vender relatos. Sin embargo, luego el lector de cuento es un lector fiel y activo. ¿Cómo fue la experiencia posterior al Setenil? ¿Va a seguir Ediciones del Viento pendiente del cuento?
Yo no tengo la cabeza tan departamentada con respecto a eso. Es cierto que prefiero editar novelas que colecciones de relatos, pero también porque es más fácil tomar una decisión frente a una obra que frente a un conjunto. Si un libro de relatos es bueno (o es buenísimo, como La marca de Creta), desde luego lo voy a publicar. Ahora vamos a sacar un volumen que ya está levantando mucha expectación: El libro del voyeur. Se trata de una colección de microrrelatos y de poemas de 69 (esta cifra la tengo que poner con números) autores más o menos jóvenes, muchos muy conocidos, que cada uno de ellos ilustra un dibujo erótico de Pablo Gallo. Es un proyecto personal del artista que me ha encantado y que vamos a presentar en la feria del libro de Madrid (y a la que están todos los lectores invitados).