El amor es lo que tiene nos cuenta cuatro historias de... ¿amor? O mejor dicho, cuatro formas de cómo cagarla si te gusta alguien. Porque empezar una buena historia de amor, o tener una primera cita digna... todos sabemos que no es tarea fácil. Y si no, que se lo pregunten a nuestro querido Julio que le dan espasmos cuando intenta hablar con Ana. O a Lola, que quiere encontrar al hombre de su vida y Tristán no la deja ni hablar. O a Federico, que solo quiere hacer feliz a Lili aunque eso signifique no formar parte de su vida... Y es que hay una delgada línea entre impresionar a alguien o espantarle, pero... ¡de perdidos al río! ¿Lo intentamos? El amor es lo que tiene es una comedia fresca y dinámica cargada de una buena dosis de ironía donde los personajes, aunque están desesperados por gustar, están destinados a no encontrarse. ¿O sí? A pesar de que una cita pueda ser un auténtico desastre, a veces surge el amor sin más, porque el amor es lo que tiene, aunque a veces sea absurdo, ridículo, incluso irritante, puede transformar la torpeza en belleza y perdonar lo imperdonable.
Cuando escribías la historia en pleno confinamiento ¿Tenías claro que dos actores iban a interpretar a ocho personajes en cuatro historias?
Dicen que de las primeras cosas que hay que tener claro para arrancarse a escribir una historia es saber cómo termina, que eso es lo que te guía para contarla. Voy a confesar que me resulta imposible cumplirlo. Yo justo lo hago al revés, siempre escribo sin saber hacia donde voy, de manera más impulsiva. Y así hice con EL AMOR ES LO QUE TIENE, luego ya até los cabos. Pero así es como a mí me funciona la creatividad.
La de Federico y Lili que se quedan encerrados en la cámara frigorífica a -18°. Cuando empecé a escribirla pensé que me estaba poniendo demasiado dramática y que el tono de la obra se me estaba yendo de las manos a una comedia, sí, pero raspada por los pelos. Es mucho más realista y cruda. Y venga, me voy a mojar... Esta es mi historia favorita y quizás sea la clave para contar el tono global de la historia. Son cuatro historias, pero las cuatro tienen un nexo de unión entre sí y todas caminan juntas de la mano a contar exactamente lo mismo... A pesar de que una cita pueda ser un auténtico desastre, a veces surge el amor sin más, aunque sea absurdo, ridículo, incluso irritante, puede transformar la torpeza en belleza y perdonar lo imperdonable.¿Cuál de esas historias es la que más te costó dar forma?
¿Por qué crees que nos cuesta reírnos de nosotros mismos?
Estoy convencida que la culpa es del ego. Es difícil dar ese salto, pero creo que la persona que se libera de su ego y es capaz de reírse de sus propios defectos es mucho más libre y, por lo tanto, mucho más feliz. En realidad, tendríamos que poner el foco en el otro, en ser más generosos, poner más atención en comprendernos y darnos menos importancia a nosotros mismos. En mi opinión habría que tomarse la vida menos en serio. Pero claro, es muy fácil decirlo, ¡que me lo digan a mí!
Hablando de primeras citas. En el mundo en el que vivimos en el que las redes sociales para ligar, encontrar pareja están a la orden del día. ¿Crees vivimos en una sociedad en la que estamos desesperados por encontrar esa pareja/desesperados por gustar?
¿Por qué crees que existe tanto miedo a quitarnos las máscaras y mostrarnos cómo somos?
No creo que sea cosa de la sociedad actual, si no de algo que va implícito en nuestra condición. Lo único que necesitamos es sentirnos queridos, saber que nuestras cosas le importan a alguien. Ese es el sentimiento más básico y puro que nos mueve a todos como seres humanos y del que ninguno nos libramos. Pero no es fácil en dos direcciones, encontrarnos con alguien que nos quiera como nosotros necesitamos, y encontrarnos con alguien que nos quiera tal y como somos. Y ahí es donde aparece el miedo a que nos nos quieran y el sentimiento absurdo de tener que ser de una manera concreta para gustar más. Pero es que el amor es lo que tiene, qué le vamos a hacer.
A la hora de ir dando vida a estas historias, a los personajes y verlos en acción o del papel sobre el escenario ¿Qué personaje le tenías en mente de una manera, pero sobre el escenario salió de otra?
¿En realidad?, todos. Irene y Miguel han conseguido un trabajo de construcción con cada personaje minucioso y precioso, poniendo mucho cariño, talento y sobre todo, mucho sentido del humor (no sabes lo que nos hemos reido en los ensayos). Son ocho personajes totalmente opuestos, cuatro historias, vínculos distintos, formas de hablar distintas, de moverse... Un ejercicio interpretativo a modo de maratón en el que ni siquiera tienen tiempo de preparación para el cambio de cada personaje entre historia e historia. Y a pesar de que no lo tenían nada fácil, han creado unos personajes reales y preciosos llenos de matices que mi mucho menos estaban escritos.
La música es otra de las cosas que llama la atención en el amor es lo que tiene ¿Qué tienen de especiales estas canciones? ¿Las elegiste al azar o te inspiraron esa elección?Tenía que encontrar un estilo de música que unificara el tono de las cuatro historias. ¿Y qué mejor que un buen jazz al más puro estilo de Woody Allen para acompañar una comedia romántica? No nos vamos a engañar, siempre queda bien con casi todo tipo de comedia.
En la obra se trata el tema del destino (o no) de una manera original ¿Crees en él?
No me gusta la idea del destino desde el punto de vista de que todo está escrito y que decidamos lo que decidamos acabaremos en el mismo punto. Pero sí que creo que todo lo que nos sucede a lo largo de la vida pasa por algo, y que cada una de las acciones que hacemos y cada una de las personas que conocemos, nos conducen a algún lugar concreto y a un aprendizaje concreto. Igual ambos conceptos son el mismo, pero qué quieres que te diga, a mí pensar como el segundo me da un poquillo de más alegría.
La verdad es que para mí ha sido un reto como actor, que ha sido mucho más llevadero gracias al acompañamiento de Beatriz Manrique de Lara como directora, y el apoyo de mi compañera de escena Irene Escalada. Cada personaje me ha aportado herramientas nuevas como actor, y me ha hecho conectar a nivel personal con particularidades de mi mismo que tenía abandonadas. Además, también he llegado a comprender, aunque me ha costado, la urgencia por encontrar el amor romántico que tienen algunas personas, y que se ve reflejado en alfuno de los personajes que llevo a cabo en la obra. En definitiva, en este proceso todo ha sido muy enriquecedor a la vez que lúdico.
Creo que somos una sociedad muy falta de terapia. Fuera bromas, creo que habría que fomentar mucho más el autoconocimiento y la empatía. A veces creo que muchos problemas se solucionarían tan solo poniéndonos en los zapatos del otro, eso tan sencillo y a la vez tan complicado.
La espontaneidad de los personajes es uno de los puntos fuertes de el amor es lo que
tiene. ¿Cómo ves a estas generaciones actuales y de nuestros días, respecto a la espontaneidad? (nos cuesta serlo, no...) ¿Crees que la generación espontánea existe?
La espontaneidad es una característica propia de la vida. Y siempre ha habido seres más espontáneos que otros. Puede que las generaciones más jóvenes se entiendan mejor con el artificio de las pantallas y las imágenes prefabricadas de ellos mismos, porque han nacido con ello en la palma de la mano, pero la espontaneidad sigue existiendo de algún modo y yo tengo mucha fe en las generaciones que vienen por debajo. En el "Amor es lo que tiene" jugamos mucho también con lo que aparentamos ser frente al otro cuando estamos conociendo a alguien, y como la espontaneidad acaba por ganar terreno al artificio. La generación espontánea, como fuente de vida, ya está demostrado por la ciencia que es una teoría obsoleta... pero sí creo que la mayoría de las cosas que "me dan la vida" se generan de forma espontánea. ;)
Creo que cada historia sorprende de un modo u otro. Algunas de estas parejas en potencia que llevamos al escenario parece que encajarán a la primera, otras no, creamos relaciones en diferentes puntos de la diversidad funcional o intelectual, hablamos de la necesidad de amar y ser amado... pero todo desde el humor y la comedia. Creo que la gente se ríe mucho precisamente porque los cimientos de nuestro humor son sólidos y basados en la verdad. Microtragedias del día a día, que cualquier persona que haya tenido citas reconocerá al instante.
El amor, el cortejo, y sus misterios. Pero qué sería de nuestra especie sin estas tonterías que hacemos o decimos. Es patético, pero tremendamente divertido y espontáneo.
Creo que el acompañamiento musical de la obra está fantásticamente elegido; sus percusiones medidas, el sugerente jazz melódico... cada canción ha sido elegida con mucho gusto por Beatriz. Creo que toda la selección representa muy bien ese carácter divertido, travieso, atropellado, que el amor lleva consigo siempre. El amor es lo que tiene.