via Binaural.
Nada Surf siempre han sido una de las bandas favoritas del equipo Binaural. Conocidos por casi todos nosotros gracias al fulgurante éxito de su álbum Let Go (2002), el trío de Nueva York ha estado siempre en nuestro punto de mira cada vez que han actuado en nuestro país. Aprovechando su paso por España esta misma semana (tocan en Toledo el 6 de abril, en Granada el 7 y el sábado 9 participan en el Jack Daniel’s Music Day de Barcelona), charlamos sobre el presente, el pasado y el futuro de la banda con nuestro paisano Daniel Lorca.
¿Qué acogida ha tenido If I Had A Hi-Fi? ¿Estáis contentos con la misma? ¿Cómo nace la idea de grabar un disco exclusivamente de covers?
Estamos muy contentos, pensamos que el disco ha tenido una muy buena acogida, mucho mejor de lo que esperábamos. La idea que teníamos antes de grabar el álbum era la de hacer un elepé algo más distendido que nos permitiera tomarnos un respiro de lo que es el proceso de creación que habitualmente conlleva parir un nuevo trabajo de Nada Surf. Así que tomamos una lista de unas 100 posibles covers y a partir de ahí nos ponemos a trabajar, pensando que el hecho de no tener que componer nos facilitaría mucho la tarea. Pero, al final, una vez hemos escogido los temas que van a integrar el álbum nos damos cuenta de que queremos escucharlos sólo un par de veces antes de grabarlos y no volver a hacerlo hasta el final del proceso, para no intoxicarnos con la versión original. En el fondo, queremos que las canciones acaben sonando a Nada Surf y eso lleva un tiempo.
Además, como pensamos que no podemos sacar cualquier cosa al mercado, terminamos gastando mucho dinero en la producción y la masterización, por ejemplo, y acabamos saliendo de gira por Japón, Estados Unidos y Europa, cosa que no teníamos en mente cuando se nos ocurrió la posibilidad de grabar este disco.
¿Qué os parece la idea del grupo If I Had A Hi-Fi, de Milwakee, de que su próximo disco se titule Nada Surf?
(Risas). ¡Cojonuda! La verdad es que son unos tíos muy majos y nos reímos mucho con su idea.
¿Les conocéis personalmente?
No, no. Se pusieron en contacto con nosotros vía e-mail y nos dijeron que nos devolverían el favor de haber titulado el disco con su nombre titulando su próximo álbum como Nada Surf. Quedamos en que nos mandaríamos unas copias de los discos y tal… ha estado muy bien. (Risas)
Let Go (2002) es probablemente el disco de Nada Surf que más repercusión ha tenido en España. ¿Creéis que es vuestro mejor trabajo?
Bueno, yo creo que hablamos de distintos períodos en cada álbum. Lo que sí que es cierto es que con Let Go se dieron algunas circunstancias especiales.: veníamos de la odisea que siguió a The Proximity Effect, con un pleito de dos años con nuestra antigua discográfica (Elektra) para recuperar los derechos sobre nuestra música y eso nos había marcado mucho. Let Go, de alguna manera, representa la salida de ese remolino en el que nos habíamos visto sumidos. Cuando nos metemos en el estudio lo hacemos por primera vez sin una hoja de ruta impuesta por nadie ajeno a la banda. En ese momento sentimos pura libertad. Es el primer disco completamente nuestro, estábamos dentro de nuestra burbuja y no teníamos que rendirle cuentas a nadie. Creo que el álbum sólo podía venir al mundo de esa forma y realmente representa un momento muy concreto de nuestras vidas.
En cuánto a la repercusión, aunque no sabría decirte si es nuestro mejor trabajo, es cierto que para mucha gente este es el primer álbum de Nada Surf y les sorprende descubrir que hicimos música anteriormente. Salvando las distancias, es lo que ocurre con mucha gente que considera que el primer disco de Nirvana no es Bleach, sinó Nevermind.
Let Go es el disco más antiguo de nuestra época “libre”. De hecho, ahora se acerca el décimo aniversario y estamos preparando alguna cosa especial para celebrarlo. Estamos pensando en una gira de conciertos en los que tocaremos íntegramente ese disco con las canciones siguiendo el orden del original, con los músicos que participaron en él, etc. Por otra parte, también estamos trabajando en un DVD y supongo que va a salir bastante material del disco como para montar un documental sobre cómo se hizo.
Algo especial para celebrar el décimo aniversario, en definitiva…
Exacto, algo con cosas raras, otras versiones de los mismos temas, maquetas…
Hablando de Lucky (2008) y esa faceta de Nada Surf más introspectiva de lo que nos habíamos encontrado anteriormente… ¿Cómo llegáis ahí?
Pues lo de Lucky fue un cachondeo… La verdad es que nos metimos en el estudio con algunas canciones tranquilitas aunque la mayoría eran temas cañeros. Pero, en fin, como decía antes, desde Let Go prescindimos completamente de hoja de ruta –es algo que nos quedó muy claro de esa época- y, al final, la fase de estudio se convierte en algo darwiniano en la cual el disco va evolucionando y se van quedando los temas que más nos gustan en ese momento. Y en ese momento, las canciones que mejor sonaban e iban acabando son las que están en el disco. Las más cañeras no acababan de convencernos. Supongo que también tiene mucho que ver el estudio, de la misma manera que influyen las luces y los materiales en la obra de un pintor.
Además, tenemos paciencia. Sabemos que vamos a seguir tocando juntos porque nos queremos mucho y que el material que no se incluye en los discos puede acabar saliendo por otra parte. De hecho en el propio Lucky hay ejemplos de eso con “The Fox” y “See These Bones”…
¿Canciones de otras sesiones que acabaron en ese álbum?
Sí, sí. Probablemente el mejor ejemplo sea “See These Bones”. Es una canción que personalmente siempre me ha gustado, que hacía siete u ocho años que estaba escrita y que yo quería incluir en el álbum como fuera. De hecho, en mis archivos debo tener entre 100 y 200 versiones de ese tema. Tuvimos algunos problemas, porque a Matthew no le acababa de convencer, cambió la melodía un montón de veces y la cosa no acababa de cuajar. Yo empezaba también a cabrearme…
Había habitación preciosa en el estudio –vivíamos allí mientras grabábamos- que había estado ocupada por el hijo del dueño del estudio y que estaba realmente hecha un asco. Pero mi novia y yo la habilitamos y le monté a Matthew un pequeño estudio en esa habitación con vistas al mar en Seattle, que era alucinante. Estuvimos dos días enteros llenando bolsas de basura y desinfectando… De allí Matthew salió con tres melodías y le sugerí que las usara todas, que hiciera un cánon, y terminó funcionando.
Las canciones encuentran su momento…
Si la hubiéramos publicado tal y como nació años atrás, habríamos dejado de currárnosla. Habría sido una versión bonita, pero era mucho más simple…
Además, nosotros queremos que cada canción que está en un disco de Nada Surf nos guste a los tres. Todos tenemos derecho a voto y no querríamos para nada que un día, veinte años después, uno de nosotros escuchara un disco y no le gustara alguno de los temas que hay. Así que tenemos paciencia con las canciones. A veces incluso usamos algunas partes sueltas de canciones que no hemos publicado para completar temas nuevos
Como un taller…
Exacto. Yo tengo 25 discos duros con todos mis archivos de Nada Surf. 15 años en 25 discos duros… Hay mucho material y no hay que cabrearse si algo no entra al momento. Hay canciones que siempre llevas dentro y que tarde o temprano acabaran saliendo. Yo, por ejemplo, no podría escribir jamás una canción sobre un coche pero en cambio siempre pienso en canciones sobre oportunidades perdidas. Acaban saliendo…
Visitáis España en abril. ¿Vamos a tener más fechas?
No, de momento no. Ahora mismo estamos componiendo y lo que hay que hacer es terminar el disco nuevo, que esperamos que esté listo la primera semana de octubre. Estamos grabando en Nueva York, lo que es raro para nosotros, porque siempre intentamos estar lejos de casa. Pero hemos llegado al estudio con los deberes hechos. El álbum está muy trabajado. Así que ahora estamos centrados en eso. De todos modos, la gente de Jack Daniel’s puso mucho empeño en qué viniéramos y al final aceptamos. Tenemos justo esa semana libre, Matthew aprovechará para traer a su hijo a España y yo suelo estar por aquí siempre que puedo. Pensamos que sería bueno calentar un poco antes del show de Barcelona, porque hace tiempo que no tocamos, y buscamos esas fechas en Toledo y Granada. Tenemos muchas ganas.
¿Ese va a ser el único parón que hagáis antes de editar el disco?
Vamos a hacer otra excepción por Japón. Con todo lo que ha pasado allí en los últimos tiempos… La verdad es que hace un par de años que hemos estado yendo por allí, tenemos un sello que nos distribuye, son gente muy simpática y nos hemos puesto a su disposición por si hace falta algo. Cuando nos llamen, compramos los billetes y nos vamos para allí. Seguramente sea en la primera semana de julio.
¿Alguno de vosotros tiene algún proyecto en solitario?
No de manera seria. Matthew tiene algunos temas que quiere grabar desde hace tiempo. De hecho le he pedido por favor que me deje producir uno, porque me apasiona su manera de tocar el bajo, que es muy diferente a la mía, y ha aceptado. Pero es un proyecto que está algo aparcado.
El que es más activo en ese sentido es Ira, pero se dedica sobretodo a tocar la batería como músico de sesión, no con un proyecto personal. Actualmente está metido en algo muy interesante que se hace regularmente en Nueva York . Se lleva a cabo en una sala que se llama Loser’s Lounge y se trata de hacer monográficos sobre determinados artistas. Cogen a un grupo, forman una banda y se dedican a su obra de forma exhaustiva. Hacen cosas muy divertidas y de mucha calidad. Hace poco hicieron una velada titulada The Cure vs. The Smiths en la que interpretaban temas de ambas bandas y el público votaba qué banda les gustaba más. Gracias a eso Ira ha tenido acceso a muchos artistas y tuvo el placer de poder saludar a uno de sus ídolos, Stevie Wonder…
Hablando de otros artistas, y ya para terminar. ¿Qué opinión os merece Chris Walla de Death Cab For Cutie y qué esperas del disco que están a punto de editar? Chris ha colaborado con vosotros en varias ocasiones…
Aunque me interesa más la música más cañera, me parece un proyecto muy interesante y son muy buena gente. Somos amigos desde hace mucho tiempo y nos llevamos muy bien. Giramos juntos en su día y compartimos muchas cosas. De todos modos, su forma de llevar el grupo no es parecida a la nuestra. Ellos son muy reflexivos, se reúnen después de los conciertos para hacer autocrítica. Si mi mánager me pidiera que hiciera eso le diría que lo primero que tiene que hacer es buscar otro bajista… (risas) Además ellos se fueron a la nueva versión de Elektra después de haberla abandonado nosotros y fue un movimiento que no entendí demasiado bien porque venían de unos de los mejore sellos de Estados Unidos. Tienen esa ambición que yo no entiendo. Pero, como te digo, son gente adorable.
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