Entrevista con un Zombie, todo un buen ejemplo de corrupción

Publicado el 23 julio 2014 por Alberto Garcia @ensurincon
Tienen mala fama, huelen mal, visten peor, andan despacio y comen carne humana. En esencia son muertos vueltos a la vida pero últimamente hay de todo, incluso vivos que parecen zombies. Un virus o un mordisco de zombie puede convertir a un vivo en un muerto viviente. También se han dado casos curiosos de animales zombie, sobre todos los enterrados en “Cementerio de Animales” de Stephen King.
Nuestro entrevistado se ha encerrado voluntariamente en una jaula, para evitarnos perjuicios, mordernos e infestarnos sin querer. Lo único que recuerda de su vida como vivo es su pertenencia a un partido político sin poder especificar la orientación ideológica…




¿Cómo se llamaba cuando todavía estaba con los vivos? 
Ni lo se, ni me importa. Tengo problemas más acuciantes que recordar mi nombre. Todos nos conocemos de vista, de salir a comer juntos, nos comunicamos con gruñidos inexpresivos o señalando con el dedo los que disponen de brazo. No debemos olvidar que algunos carecen de lengua e incluso de boca. Los nombres no tienen sentido ni significando pausible entre nosotros. 



¿Cuáles son esos problemas tan acuciantes? 

Cada vez me encuentro más torpe y ando más despacio. Ayer sin ir más lejos perdí un trozo de hígado, se me cayeron dos dedos del pie y se me desprendió una oreja. Cuando no es una cosa es otra, así no se puede vivir… pero como estamos muertos. 



Además la ropa que lleva está muy deteriorada y sucia, huele mal… 

Vamos a ver, me encuentro en esta situación desde hace 50 años, ni me cambio de ropa ni me baño, mi estado natural es estar pútrido. Estoy harto de oír que mi ropa –aunque muy deteriorada– tiene un cierto aire “vintage”, hay algunos vivos que sin ser zombies están descerebrados. 



¿Es cierto que comen carne humana y tienen un apetito insaciable? 

Si, no tiene sentido ocultarlo. Es una adicción como el tabaco o el alcohol, con el tiempo sabes apreciar si la carne es de un sexo u otro, la raza, la edad e incluso sus ideas políticas. Por ejemplo, un republicano tiene un gustillo diferente al monárquico, ni peor ni mejor, sólo diferente.
Yo, en lo personal, aprecio mucho la carne de friki, de cool y de pijo. Y rechazo, por principios, comerme a un vegetariano o a un vegano… son muy insípidos (sus primeras risas, en exceso guturales)


No parece usted una persona sin seso o un descerebrado, a pesar de su estado 

Siempre he sido una persona muy versada, me he interesado mucho por las películas “gore” de serie B, el genero de terror en la literatura y por la política. Además soy muy selectivo en mi alimentación, marcada por mis inquietudes intelectuales. De entrada primero me como los sesos.
Tengo compañeros que fueron amantes de la literatura erótica y las películas pornográficas… imagina lo primero que se comen. Las preferencias intelectuales marcan las gastronómicas. 


Las últimas noticias apuntaban en este mismo blog que los jueces iban a toma cartas en el asunto. 

Si, es correcto. Nos quieren imputar por corruptos, pero la mayoría somos aforados. No ha lugar. Un gran número de infestados son políticos mordidos por sus propios votantes zombies.
Hay también un pequeño número de zombies reales y muchos antidisturbios mordidos en manifestaciones antivivos y similares. 


¿Zombies reales?. ¿Los originales, los primigenios, lo que no son de mentira? 

No, no, me refiero a la realeza, a personajes de Casas Reales. Son pocos, siempre están juntos, son muy tiquismiquis a la hora de comer y se pasan el día quejándose. Les llamamos “los abdicados” (nueva risas guturales), no se juntan con el resto. 


¿Cómo ven su futuro? 

Pues si quieres que te diga la verdad, jodido, muy jodido. Nos están quitando muchas prestaciones y haciendo muchos recortes. Tengo compañeros que son torsos andantes por los recortes y amputaciones que han sufrido. En algunos sitios las familias están pasando hambre de carne viva.
Nos tachan de antisistema, violentos, demagogos y revolucionarios. Ayer a un conocido que grito “Toda la carne viva para los zombies” le molieron a palos. Se marcho a su casa sin un brazo, la espalda rota, las tripas fuera y el cuello descoyuntado… no son maneras. Como ya estamos muertos, todo vale con nosotros.
Desde aquí quiero hacer una llamada de cordura a los vivos y de contención a los nos muertos. Podemos vivir juntos, queremos que se reconozcan nuestros derechos, no podemos vivir en este estado de apartheid, tampoco somos tan repugnantes ni tan descerebrados como parecemos. Los vivos no pueden ir por ahí reventándonos la cabeza, mientras las autoridades miran hacia otro lado.


Al final ha resultado una persona excelente, un zombie muy reivindicativo y con más seso de lo esperado. Esperemos que estos problemas se resuelvan pronto, no podemos ni estar todos vivos ni estar todos no muertos.