Entrevista del mes: Hotel-Hostal Sport (1/3)

Por Orlando

Pasión. Es una de las palabras que nos mueve cuando hablamos de enoturismo. Y es eso precisamente, pasión, lo que Marta Domènech, directora del Hotel-Hostal Sport, transmite cuando te sientas con ella a hablar del Priorat, de su hotel, de su vida. Marta gesticula, pregunta, te devuelve la pelota, enfatiza… Transmite sus sensaciones y vivencias sin pensar mucho en lo que está diciendo, desde dentro. Y esto contagia. Y la conversación se alarga y podrá durar hasta el anochecer… Y eso que nos sentamos antes de comer, con vistas al jardín interior y tres blancos fresquitos encima de la mesa. He aquí el resultado, en tres entregas. Que lo disfrutéis con la misma pasión que lo hemos hecho nosotros.

¿Qué tipo de turismo, a nivel personal, es el que tú prefieres?
Me gusta descubrir. O sea que haya sitios, que digas… ¡Vaya! Son cosas que para mí me da el Priorat, para la gente que viaja mucho. Me da la sensación de que el Priorat te da todavía aquella cosa de decir: “he descubierto un sitio que está todavía por descubrir y está en el mapa desde hace…un montón”. Si, pero que todavía sigue dando aquella sensación de ser algo que todavía no despega, que está todavía verde, que está fresco, salvaje, que tiene ese punto rústico…

Sin embargo, cuando estuvimos aquí la última vez, creíamos que, al ser una zona tan consolidada, iba a tener mucho más desarrollado todo el tema del enoturismo y… ¡qué va!, todo lo contrario. En aquella época, estamos hablando hace casi 10 años, el enotursimo estaba muy en ciernes…
Es muy muy incipiente… y ahí viene nuestra labor, es decir, tenemos que hacer las cosas bien, tenemos que trabajar a nivel excelencia para que esta sensación se mantenga, para que los que estamos el mundo del turismo podamos vivir de esto. Tenemos que mantener ese equilibrio entre territorio y servicio para que no se distorsione lo que realmente es el Priorat. Al final, nosotros trabajamos el servicio a las bodegas. Es decir, gracias a ellas, gracias al buen producto que hacen, y que lo tienen que seguir haciendo así, porque es que si no, no hay futuro. Los productores cada vez lo hacen mejor y nosotros tenemos que hacer lo mismo, porque nuestros clientes nos vienen por parte de ellos, entonces estamos al servicio, y si ellos trabajan para tener un buen producto, nosotros tenemos que dar un buen servicio, tener una carta de vinos excepcional. Tenemos que adornarlo todo para que los clientes se acaben yendo diciendo: “el hotel es maravilloso, la zona es maravillosa, la gente es maravillosa y realmente tengo todos los servicios. Estoy en un sitio perdido, con una cobertura fatal pero realmente la gente está preparada. Sin conocerles, te cuidan, te da la sensación de que has recivido un buen servicio.

Creemos que ese es el camino, es decir, todos los otros puntos de vista más “mercantilistas” o más orientados al turismo más de masas, como hacen en EEUU o en Jerez, aquí en la zona, no van a triunfar…
¿Sabes qué pasa? Que la diferencia con EEUU es la historia… Nuestra casa mismo, la miras de fuera y dices: ¿dónde están esas fotos que vi por Internet? Pues dentro. ¿Por qué? Porque se han ido haciendo generación tras generación, pues mi bisabuelo empezó con el bar, mi padre compró esta casa porque se vendió en cierto momento, pues una parte de la familia de aquí decidió irse a Barcelona y yo que quería mantener la casa… y entonces tuvimos la oportunidad de comprarla. Así, el hotel ha ido tomando forma año tras año… Esto es lo que hace el tener una historia, tienes este pequeño espacio, este jardín, después un “no se qué”, este rinconcito pegado a la valla… Sin embargo, si tienes metros y metros dices: ¿qué levanto yo aquí?, desde cero. Eso es lo que hacen en EEUU. Aquí, no. Aquí planificamos sobre el día a día, sobre lo que te vas encontrando, igual que las bodegas. Tu visitas una bodega y tienen una parte aquí, otras barricas allí, el despacho arriba, metido en una especie de no se qué…

¿Qué tipo de gente viene aquí? ¿Turismo nacional, extranjero?
Bueno realmente extranjeros. Priorat esta puesta en el mapa gracias a su propio producto, el vino, por lo que es más conocido a nivel internacional que nacional. Cuando digo nacional, te hablo de un nacional cercano. Ahora empezamos a atraer más público catalán, madrileño, valenciano… porque se está vendiendo producto a nivel nacional. Pero hasta ahora, más del 90% del vino de Priorat se exportaba. Ahora estamos en otras cifras, se está potenciando la venta nacional. Es absolutamente paralelo: ventas y turistas. La gente que viene aquí, la gente no conoce Falset, no conoce Priorat, lo conoce a través de su producto, vienen porque les gusta el vino, ¡no porque tengamos una zona consolidada! Quizás ahora si conseguimos ser Patrimonio de la Humanidad a nivel paisajístico pues esto será un aliciente. ¡Vamos a ver! La gente esta loca por el tema paisajístico. Parece que hasta que no estemos en la lista de lugares, no existiremos. Solo existimos para wine-lovers y ese es el tipo de público… Por ejemplo, el grupo que está fuera son neozelandeses, mañana tiene una boda en otro local y el welcome dinner lo hacen aquí, pero son de Nueva Zelanda y el padre de ella importaba vinos españoles y le encantaban los del Priorat. Estamos hablando de los años 80. Su padre falta, no está, y ella, en homenaje, decidió casarse aquí… ¿No os parece increíble? ¡Es excepcional! Es decir, imagínate tu, a principios de los años 80, finales de los 70, había un señor loco que estaba empezando a llevar vinos a Nueva Zelanda, riojas y riberas y tal… y su hija, ahora que su padre ya no está, le rinde homenaje casándose aquí y trae a toda la familia neozelandesa …

¡Qué bueno! y eso que Nueva Zelanda no está aquí al lado…
Esto si que es cierto. Esta gente tiene la mentalidad de viajar mucho. Ella es neocelandesa pero vive en Londres, su novio es neocelandés pero vive en Nueva York. Ahora cuando se casen, se trasladan los dos a Nueva York pero las familias quedan dispersas. Algunos viven en Portugal… Aquí sin embargo somos más de familia de raíces, de tradición familiar, y eso hay que respetarlo.

Por lo que vemos, casi todo tus clientes están relacionados con el mundo del vino. ¿Es así?
Sí, directa e indirectamente. Porque directamente digamos que son los wine-lovers y de manera indirecta son comerciales del mundo del corcho, de las botellas, tema logístico, representantes de pan…. pero todo relacionado con el vino y la gastronomía… En septiembre de 2007 se nos quemó el hotel, lo suficiente como para hacernos mucho daño ya que somos una empresa familiar pero no lo suficiente como para dejarlo en cenizas y no tener plan B…entonces, ¿qué hacemos, ¿qué hacemos? Y realmente, bueno yo no lo veía, ni vendido, ni cerrado, ni en manos de otra gente. Toda la vida esta ha sido mi casa. Entonces yo trabajaba fuera y decidí, con mi marido y mis hijos venirnos aquí y tirar adelante… ha sido un “renacer”. Absolutamente. Lo hemos reconstruido todo por dentro. Por fuera está exactamente igual, por dentro está todo reconstruido y volver a empezar después de casi dos años de obras, volver a abrir y encontrarte en un momento muy difícil, a finales del 2007 principios del 2008, con el tsunami financiero, la crisis económica…

En ese sentido, como respuesta a la salida de la crisis, ¿qué opinas de la evolución del enoturismo en España?
Estamos notando que se habla mucho de enoturismo, pero de ahí a que sea una realidad, de la que se viva, bien estructurada… Se está hablando mucho, pero está muy verde. Está muy verde, realmente. Hay que trabajar mucho para hacer investigaciones serias sobre el enoturismo. Esto supone prepararse, formarse mucho, hablar idiomas, apostar. Tienes que abrir de lunes a domingo, con horarios muy amplios: ser lo que somos pero con horarios americanos, con una filosofía clara de atención al cliente. Mientras esto no sea así, porque parece que realmente no lo es, tienes que invertir y los resultados vienen con el tiempo y hoy en día esto, no solo en este sector sino que en todos, será realmente difícil… Si tienes que contratar a una persona, pagarle a final de mes, darle de alta, seguridad social. Si al final no hay tanta circulación, ¿cómo voy a retribuir a esta persona a fin de mes? ¿Cómo? Se oye mucho hablar de enoturismo, que parece que si, que parece que la gente está empezando a consumir, que parece que la gente se mueve, sobre todo en Cataluña. Por ejemplo, la Agencia Catalana de Turismo esta planificando poner en marcha “País de Vins”…

Si, hoy hemos visto una noticia que iban a invertir varios millones de euros en turismo gastronómico…
Bueno, dicen que provendrá parte de la tasa turística. Se ha hecho una mesa de enoturismo a nivel nacional, nosotros estuvimos participando en esta mesa, nos propusieron que estudiáramos cómo está el enoturismo en Cataluña y aquí estamos…

Y ¿cómo ves a los bodegueros? A los pequeños y a los grandes. ¿Con ganas de verdad, de meterse en esta dinámica de excelencia turística?
Yo creo que si, que había muchos de ellos dispuestos. Es decir, hace años la gente venía aquí y se lo encontraba todo cerrado. Hoy la gente está viendo que ahí hay una vía para avanzar, en muchos sentidos, un camino de proximidad, de dar a conocer tu producto -tu bebé- a tu cliente, en primera persona, sin márgenes de proveedores, y hacer una venta de manera directa. Realmente todo el mundo se está animando mucho, yo lo veo. Nosotros, por ejemplo, que somos mucho de redes, de Facebook, de Twitter… hace dos años buscabas el hastag “priorat” y te tirabas para atrás: estábamos sólo nosotros y Scala Dei. Hoy, la misma búsqueda da miles de resultados. Y esto se nota. Cuando la gente se une es cuando se nota que vamos hacia delante. Porque batallar uno solo no tiene ningún sentido, tienes que trabajar como colectividad. Ahora hemos publicado también el nuevo portal de “Priorat Enoturismo”, una asociación de 50 empresas privadas, que nos hemos unido realmente para comercializar el territorio.

Esta asociación funciona como si fuera lo que es la Ruta del Vino en otras DO’s, pero aquí lo habéis organizado a nivel privado, sin ningún apoyo institucional.
Cero… Es decir, ahora empezamos a tener acuerdos puntuales con el Patronat de Turisme de Costa Daurada, pero realmente el dinero ha venido de los socios que lo hemos puesto. Y existir una ruta o crearla… No. Después de estar constituida la Asociación, hemos de llamar a más puertas, como a la de la Diputación, la del Patronato, la de las dos DO’s (Monsant y Priorat). Pero realmente, aquí la iniciativa y el trabajo duro se está haciendo desde la asociación, y esto se nota. Porque no es lo mismo, acudir a una feria y vender sólo tus 28 habitaciones. Realmente vas a ferias y hablas del Priorat, de “todo” el Priorat, porque al final, para vender el hotel, vendes nuestra cultura, nuestra gastronomía, nuestra identidad… tienes que vender el territorio. Si fuéramos un Chateau del siglo XII, que por ti solo ya puedes venderte, como vende el territorio o el paisaje. Claro que yo tengo discurso, y mucho: 90 años de historia, cocina catalana de toda la vida, raíces… Todo muy bien, pero si quieres estar arriba, cuando vas en bloque se nota. Todo el mundo oye hablar del Priorat habla uno, habla el otro, habla el otro…

Por supuesto, no es lo mismo hablar uno solo que en bloque…
Claro, pero aún con mucho ruido que hagas nunca es suficiente… Es buenísimo que la gente realmente hable de Priorat y que no le de vergüenza y hable. Vergüenza no es la palabra… que no lo mires con recelo. Hablar de territorio todos juntos, suma. Si hubiera dos o tres hoteles más, fantástico. Porque ya sabéis lo grande que es el esfuerzo para atraer gente, y de una manera u otra, de rebote me llegarían clientes… Y si yo hago cosas y monto, por ejemplo, una cata, de rebote derivaría huéspedes a otros hoteles, porque no todo el mundo quiere ir a un hotel en centro de la población, hay quien busca una casa rural, hay quien busca un hotelito rural con piscina, hay quien busca una casa rural pero perdida a 20km o a 20 min de un camino de carro… Y está muy bien tener riqueza en ese sentido. Pensar a la inversa, a nivel de competencia, yo creo que es erróneo, porque son objetivos muy corto plazo y muy pequeños y tenemos que pensar en grande. Porque si pensamos en pequeño tendremos cosas pequeñas. Si pensamos en grande, seremos grandes…

Continuará…