Hace unas semanas salió a la venta un nuevo poemario de la editorial de poesía independiente Ya lo dijo Casimiro Parker. En esta ocasión, se trataba de una antología (antilogía según la definen desde la editorial, YLDCP), Disociados, que presenta en un mismo volumen a cuatro autores que tienen algunas cosas en común, pero a los que no se puede nombrar bajo la misma etiqueta. Esta entrevista con José Ángel Barrueco y Gsús Bonilla es perfecta para conocer más a fondo el concepto disociado. Que la disfruten.
Mar:
Acaba de publicarse “Disociados”, ¿cómo definiríais en qué consiste este libro?
JAB: Para mí consiste, ya lo he dicho por ahí, en una bomba poética, una manera de descubrir a cuatro grandísimos poetas, autores de una obra que llega a las entrañas y dueños de cierto toque rebelde que, de algún modo, los ha marginado.
Gsús: Antes que cualquier interpretación preliminar basada en la singularidad del título, a mí me gustaría que se entendiese “Disociados” desde una perspectiva más ancha, que se advirtiera en él un lujo tolerable... como una de esas pequeñas joyas con las que nos premia de vez en cuando la literatura, en este caso para los lectores que nos cautiva el "universo poesía". Por otro lado, en “Disociados”, se da la ocasión preciosa para aquellos lectores que por primera vez deciden enfrentarse a la poesía contemporánea sin convencionalismos adquiridos, donde se toparán con un lenguaje y discurso perfectamente asimilable, no cadente de trascendencia y muy alejado de la insustancialidad con la que la crítica simplista se empeña en encasillar a este tipo de autores, como los que aparecen en el libro. Definirlo de otro modo también sería, el que nos encontremos ante un libro estímulo; a medio camino entre el propio homenaje a los autores que en él aparecen, basado y fundamentado en los grandes momentos de lectura que a muchos de nosotros nos han ofrecido; y de alguna manera también, la reivindicación y defensa de este tipo de propuestas poéticas.
Me gustaría saber el por qué de la elección final de estos cuatro ases de la poesía: el Ángel, Carmelo C. Iribarren, Roger Wolfe y David González.
JAB: Fue idea de Marcus Versus, co-editor de Ya lo dijo Casimiro Parker. Aunque, en principio, otro poeta (vivo) estaba incluido en vez de El Ángel. Por una serie de motivos decidimos cambiarlo y a mí se me ocurrió elegir al Ángel porque sus poemas apenas son conocidos y su único libro es muy difícil de encontrar (y los ejemplares que circulan por ahí son carísimos).
Gsús: Está fuera de toda duda la brega, en la poesía española, que llevan tanto Roger, Carmelo y David. Lo curioso es que todo el mundo les conoce pero casi nadie habla de ellos ¿Por qué?. Luego está el caso de El Ángel, donde su único libro publicado (en 1994) “Los planos de la demolición” pasó prácticamente desapercibido y hoy, casi veinte años después, es una pieza para coleccionistas, un codiciado objeto de deseo.
¿Podríais diferenciar el estilo de cada uno de ellos, brevemente?
JAB: Me atreveré aunque puedo equivocarme, es una impresión muy subjetiva. Los cuatro tienen en común que sus versos son como balazos: impactan y conmueven y sacuden. Lo que escribió El Ángel posee un ritmo musical, no en vano grabó un disco con Los Volcánicos y muchas de las letras son suyas. Karmelo es autor de poemas casi siempre muy breves, minimalistas quizá, que sugieren, y con numerosas elipsis que obligan a que imaginemos desenlaces y situaciones. Roger y David son muy agresivos poéticamente, aunque tal vez la poesía del primero sea más individualista y la del segundo más social. A los cuatro les interesa el mundo en el que vivimos, pero el mundo de abajo, el de la calle, las cosas cotidianas, los perdedores…
Gsús: El Ángel es un animal hermoso; Karmelo un animal honesto; Roger un animal sobrio y David es un animal puro. Cuando digo “animal” me refiero a la parte instintiva del ser poético, anverso del racional.
¿Estáis de acuerdo con la etiqueta de “marginales” que sin duda acompaña a los autores antilogados en este libro?
JAB: Por supuesto. Bien es cierto que los tres autores vivos han gozado de algunos momentos “de gloria”: han salido en algunos suplementos de prestigio, sonaron hace años, fueron recomendados por algunos gurús de las letras, etc. Pero su rebeldía y su inconformismo los han devuelto al terreno marginal.
Gsús: No. Porque personalmente estoy hasta el pito de las etiquetas, los encasillamientos y las señales de tráfico. Y no, porque precisamente ese acostumbrado “marginales” es una etiqueta tramposa; porque en general se ofrece de manera despectiva, de importancia secundaria, y, otras tantas veces, demasiadas diría yo, la etiqueta de marras se ajusta única exclusivamente a motivos de marketing.
¿Pensáis que la realidad brutal que exponen estos poetas los acercan, o los alejan del público?
JAB: Los alejan del público conformista, aquel que sólo lee para entretenerse o que no quiere ver la realidad. Pero los acercan mucho a quienes optan por las lecturas que nos llegan a las entrañas y que nos hablan del mundo en que vivimos.
Gsús: Yo entiendo por “brutalidad”, por ejemplo, como trata en estos momentos el gobierno popular a los ciudadanos más desfavorecidos de este país y quizá no consiga discernir el término. A mi juicio, no hay tal brutalidad en las diferentes realidades que nos ofrecen en su obra estos poetas, como para acercar o alejar a alguien de su lectura; sí que en estos poetas hay particularidades abruptas y escarpadas, propias de al que le tocan malos naipes en el juego de la vida; pero sinceramente, no creo que el lector sea tan memo como para establecer ciertos prejuicios antes de acometer una lectura, sea la que sea.
¿Cómo veis la actualidad poética española?¿la seguís?¿Su futuro, nombres destacados en vuestra opinión, temáticas, formatos?
JAB: La veo en su peor momento editorial, pero sin duda en uno de sus mejores momentos desde el término creativo. Es decir: hay un montón de buenos poetas que suelen estar al margen, que publican en editoriales muy pequeñas o que apenas hacen ruido, y que ahora mismo tienen dificultades para publicar su obra, por culpa de la crisis (evidentemente). Hace unos años leía más poemarios, hubo una especie de boom. Ahora es desolador. Se publica con cuentagotas. Prefiero no decir nombres, porque luego hay olvidos y llegamos a la controversia. Pero te diré que un buen termómetro para medir el nivel poético está en el índice de muchas antologías. Yo recurro a ellas para “descubrir” (descubrirme a mí) a numerosos poetas.
Gsús: Salvando algunos tejemanejes imperecederos, la poesía en castellano goza de buena salud. No tengo constancia de que en un pasado hubiese tal abanico de propuestas e iniciativas como las que hoy se dan, en este país. Y más que nombres (seria muy injusto por mi parte olvidarme de, aunque solo fuese uno/a, de los muchos autores/as actuales que leo y que además me gustan) apunto un dato: De un tiempo a esta parte el género femenino gana por goleada al masculino en lo que se refiere a cantidad y calidad en la poesía española de hoy; desgraciadamente, si nos ajustamos los suplementos culturales, nos venden lo contrario. Hoy el panorama poético español es un hervidero de alimañas felices, le sigo y participo en él; me alegra y me entusiasma que en estos momentos tan complicados en los que vivimos, un porcentaje amplío de la poesía que se publica responda, de alguna manera, al caciquismo caprichoso del yo hago porque quiero y mando, y en el que estamos inmersos como sociedad civil.
La editorial Ya lo dijo Casimiro Parker lleva unos años dando voz a autores inéditos junto con otros ya consagrados en el mundo de las letras. ¿Cómo surgió la ocasión de trabajar con ellos? ¿Cómo ha sido la experiencia?
Gsús: La idea es de la editorial; no obstante ellos ya habían publicado en 2010 un libro similar, bajo el concepto “antilogía (de poetas reversados)”, cuyo título fue CONTRAPOESÍA, dónde también se daba una extensa selección de obra publicada e inédita de cuatro autores contemporáneos. Y como experiencia propia, ha rozado lo excelente. Esta “misión” de ir seleccionando poemas, para mí supuso un caramelo desproporcionado desde un principio ...en el sentido de que, desde un primer momento supe, que iba a poder ofrecer “por escrito” muchos de los mejores momentos que yo mismo he tenido como lector. Luego está, el compromiso y trato, para con nosotros y para el propio libro, de Ana Curra (como bienhechora de El Ángel), Karmelo, Roger y David, que han sido exquisitos, de disponibilidad absoluta y parabienes.
¿Existe la posibilidad de hacer una segunda parte de “Disociados” manteniendo la misma idea conceptual pero con otros autores? ¿Un “Asociados”, quizá...?
JAB: Lo dudo. Aunque todo depende de las ideas de Marcus, y no sólo de eso, sino de a quien confíe el proyecto. De momento te puedo decir que esta antología a mí me ha agotado: el trabajo de relectura, selección y cribas diversas no ha sido un paseíto por el campo.
Gsús: Aunque desconozco si sí, o si no, una segunda parte de “Disociados”, lo que es impepinable es que autores/as y diversidad hay como para uno, dos, tres, etcétera...
Me gustaría que hablaseis también sobre vuestros proyectos futuros e inmediatos, ¿en qué estáis trabajando actualmente?
JAB: Apenas estoy escribiendo, pero a pesar de ello trato de ultimar un poemario y una novela (el primero ya está casi listo). Y también trato de publicar el poemario y la novela previos. Son malos tiempos para el sistema editorial…
Entrevista publicada en la revista digital de literatura El Mar de Tinta.