Hace un par de meses el periodista José Antonio Muñoz me propuso hacerme una entrevista para la web cultural ‘Viaje a Ítaca’. Por supuesto, acepté encantado. Después de unas semanas de reformas, vuelve a pleno rendimiento, y aquella charla tan agradable que mantuvimos en la terraza de la librería Laie de Barcelona, es uno de los nuevos contenidos del menú. Espero que la disfrutéis.
La pereza que provoca ir buscando a nuevos autores que, en la mayoría de casos, recurren a autopublicar su obra se compensa con aquellos a los que voy conociendo, en ocasiones, asistiendo a los pocos eventos que suelo marcar en mi agenda. Es lo que me sucedió con Benjamín Recacha García, con quien coincidí en una mesa redonda celebrada en el salón Liber de 2014. Recacha es un tipo tenaz, de conversación amena, con ideas claras y que no se anda por las ramas cuando defiende lo suyo y la alternativa que, como él, muchos escritores están tomando: ir a su bola. La novela El viaje de Pau, aparecida en 2013, va un poco de eso: de gente que vive y sobrevive a pesar de los pesares, que se recompone y busca en los demás sus puntos de apoyo, siempre de manera natural y porque se quiere. También va de historia, la de una batalla acontecida en la Bolsa de Bielsa durante la Guerra Civil. Y de los desaparecidos de la contienda. Y de naturaleza. Y de respeto.
Lo de escritor indie, ¿es algo que te molesta, te enorgullece?, ¿es un calificativo que encuentras correcto en tu caso personal?
Sí, me parece correcto. Cuando empecé a escribir El viaje de Pau mi idea era publicar con una editorial porque no conocía nada del funcionamiento posterior a la escritura, pensaba que la aspiración del escritor era que le publicaran en una editorial, y tenía el prejuicio de que los autoeditados no tenían calidad suficiente, que no habían conseguido que una editorial se fijase en sus obras y optaban por esta opción, básicamente por orgullo de tener el libro. Pero cuando lo acabé y empecé a investigar un poco entendiendo cómo funciona el sector me puse a ello. He conocido a más escritores que lo han hecho y he leído novelas autoeditadas muy trabajadas, tanto en el texto como en la edición. Ahora lo que intento es contribuir poniendo mi granito de arena para derribar el muro del prejuicio basado en que los autores indies somos todos sinónimo de falta de calidad. Así que no me molesta, me gusta.