“El momento más emocionante fue cuando hicimos la transición de los clubes a pequeñas salas de conciertos”
"No habría ningún The Doors sin el Maharishi". John Densmore (Los Ángeles, 1944) nunca se ha andado por las ramas al referirse a su antigua banda The Doors. Esta simbólica frase, extraída de su libro Riders On The Storm, bien puede servir como recordatorio de que el grupo nunca hubiese llegado a su encarnación original sin esas benditas clases de meditación trascendental, en las cuales conoció a Ray Manzarek.
En agosto de 1965 el tecladista le propuso a John unirse a su banda Rick and The Ravens. Densmore tocaba la batería desde los doce años y empezó a meterse más con el jazz cuando ingresó a la universidad. Junto a Ray, Jim Morrison y ocasionalmente Dorothy Fujikawa (por entonces novia y futura esposa
de Manzarek) se encargó de ir de discográfica en discográfica presentando el primer vinilo con temas genuinamente Doors (incluía las primeras versiones de Moonlight Drive, My Eyes Have Seen You -en ese momento titulada Go Insane-, End Of The Night y Summer's Almost Gone). Quienes les rechazaron nunca imaginaron el tamaño de su error. La partida de uno de los hermanos de Ray de la banda dio pie a que el mismo John invitara al que sería el nuevo y definitivo guitarrista: Robby Krieger. Densmore le conocía de tocar juntos en la banda The Psychedelic Rangers y también por las clases de meditación.En los primeros días de The Doors (ya formados como le conocemos) la banda dependía de John para muchas más cosas que marcar el ritmo; para sus traslados contaban con su coche Singer Gazelle y cuando tenían hambre solían ir a comer a su casa (la madre de John era la más amable de las tres madres disponibles). En esa temporada de estrechez económica le ofrecieron a John un puesto en otra agrupación. Asimismo fue Densmore el que descubrió el nombre de la banda en la lista de descartes del sello Columbia, con quienes habían firmado su primer (y draconiano) contrato.A partir de entonces la suerte de la banda cambió. Empezaron los contratos en mejores locales (pasaron del London Fog al prestigioso Whisky a Go Go). Sobre esta evolución en la suerte del cuarteto nos comentaba el mismo John: "El momento más emocionante fue cuando hicimos la transición de los clubes a pequeñas salas de conciertos. Me di cuenta de que iba a ganarme la vida en lo que más me gustaba: tocando música".
Lo que siguió es sencillamente una de las carreras musicales más emocionantes y creativas de la historia. El sonido de The Doors podría definirse como la mezcla alquímica perfecta, con John Densmore como jefe de la sala de máquinas, pero no pensemos con ello que se encargaba sólo de llevar el tempo. Al contrario de muchos de los bateristas de su tiempo, Densmore dejó de lado la potencia beat y optó por un contundente sentimiento jazzístico. Su firma percusiva esta plasmada en cada tema, álbum tras álbum, y es esa precisamente una de la señas de identidad del grupo. Tan importantes como los versos de Jim Morrison son los expresivos redobles de John Densmore.RP: Recordando ese lejano primer ensayo junto a Jim, Ray y Robby ¿Acaso se imaginaban The Doors todo el furor y éxito que vendría luego? JD: Tenía la esperanza de que podríamos durar al menos 10 años... mi pelo es gris ahora y todavía estamos pisando fuerte.RP: “Yo no toco solamente un-dos-tres-cuatro. Yo trato de tocar melodías”. Esta frase tuya me lleva de regreso a tu interacción percusiva con Jim Morrison en When The Music’s Over, en aquel especial de 1968 The Doors Are Open, en Granada TV. ¿Desde qué punto de vista y espíritu componías tus interpretaciones a la batería?JD: El primer trabajo de un baterista es mantener el ritmo, pero también se puede obtener música sin con ello sacrificar la sensación... claro, eso si lo tienes presente en tu cabeza mientras se improvisa.RP: ¿En cuál canción de The Doors está tu propia interpretación preferida? JD:En L.A. Woman. Esa es la canción de The Doors con mi propia interpretación favorita.
RP: El destino quiso que tú fueras el último integrante de la banda con quien habló Jim Morrison antes de morir en París, en 1971. ¿Cómo recuerdas esa conversación telefónica? ¿Cómo vislumbrabas el futuro de la banda, asumiendo que Jim regresaría a Los Ángeles?JD: Todo lo referente a esto está muy bien documentado en mi primer libro de memorias, "Riders on the Storm". (Nota del entrevistador: Este libro, publicado en 1990, sirvió como fuente de consulta para la película ‘The Doors’, de Oliver Stone).RP: ¿Cómo es actualmente tu rutina musical? ¿Practicas metódicamente cada día o simplemente tocas cuando el alma te lo solicita? JD:Toco música cuando mi alma me lo pide, a menos que esté en medio de un proyecto... de resto toco todos los días. Cuando me siento inspirado para escribir, lo hago. También escribiendo, cuando tengo encima una fecha límite, lo hago todos los días.RP: Recuerdas cuál fue el primer y el último disco que compraste?JD: No recuerdo cuales discos, pero ‘Tibetan Peach Pie’ de Tom Robbins y ‘Joseph Conrad’ de Salman Rushdie son los dos últimos libros que he leído.RP: ¿Qué piensas de la música que se hace hoy en día? ¿Te gusta algún artista actual en particular? JD: No me siento calificado para responderlo... RP: ¿Conoces algo de la música Latinoamericana? JD: Me encanta la música latina, sobre todo de Centro y Sudamérica... también de España ¡toda su música! RP: ¿Tienes planes de publicar una edición de The Doors: Unhinged traducida al castellano? Muchos fans hispanos lo esperan con ansias… JD: ¡Sí! ¿Puedes ayudarme a encontrar un editor? ¿O un traductor?
The Doors: Unhinged esta disponible en
www.amazon.com
www.kobobooks.com
www.smashwords.com
Enlaces de interés:
www.johndensmore.comwww.facebook.com/johndensmore@JohnDensmore
Copyright ©2014 Ecos del Vinilo.Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin previa autorización del autor.