[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Cuando a Centauros, el más reciente disco de Tulsa, le pusimos en nuestra crítica el cartel de ‘vehemencia y claridad’ quizás faltó el de ‘colosal’ por lo que abarca, o el de ‘cerebral’ por las fibras que toca inteligentemente desde su tesitura. Miren Iza, la voz y esencia de Tulsa es una artista de una madera única, preciosa y rara, que no carece de nudos y asperezas, que en contra de las convenciones terminan aportando riesgos benéficos para el oyente. Conversar con ella es dialogar con un todo que ruge a rabiar en Centauros y arrulla en Bilbao, que ata con siete nudos en Brancusi y convence limpiamente con Atalaya.Si el ayer de Tulsa fue de americana y guitarra acústica el hoy es de pop ortodoxo y sintetizador; estos vaivenes -bien llevados- son los que dejan huella y Miren, la creadora, en eso (saber marcar) tiene una pericia digna de elogio. Tuvimos el gusto de conversar con ella sobre el álbum, su origen, linaje y circunstancias, siendo el resultado un diálogo vívido y cercano desde la lejanía.
Ricardo Portmán: El Centauro ha sido retratado como un ser salvaje, sin ley ni hospitalidad, esclavo de pasiones animales ¿Cuánto de esto yace entrelíneas en Centauros, el disco? Miren Iza: Ciertamente es un trabajo con mucho músculo…RP: Tras tu regreso de Nueva York has estado muy prolífica ¿Pasó algo en NY que te espoleó artísticamente? La distancia suele dar buena perspectiva…
MI: Quien no se sienta espoleada artísticamente por Nueva York no tiene corazón. Lo que recuerdo muy bien es una impotencia que sentía allí por no tener la estructura que fluyera para tocar, grabar y publicar con gente de confianza, no llegué a quitarme la sensación de no pertenencia a la ciudad, no sé si se habría diluido con más tiempo. Por eso cuando volví a Madrid cogí con muchas ganas lo conocido, y en esa ola sigo.RP: El teclado se ha convertido en tu arma creativa. ¿Qué te llevó a dejar la guitarra para crear? ¿Qué sutilezas te han brindado las teclas?
MI: El instrumento que eliges para componer una canción es como plantar los cimientos de una casa; determinará si el acabado final va ser más pop o más punk o más o menos enérgico. El teclado me ha servido para dar más vigor a las ideas incipientes, creo. Tampoco estoy muy segura de esta teoría pero me gusta. RP: Venda, Vendita, Venda y Atalaya fueron los primeros singles ¿Por qué estos temas abrieron la promo y no otros tan potentes como Bilbao o Centauros?
MI: Es una elección complicada, ya no funcionan las cosas como antes en el sentido de tener que lanzar la canción con más potencial radiable porque la gente se aproxima a los discos a su ritmo, desde internet y cuando quiere. Yo concibo estos adelantos como muestras de lo que va a contener el disco, como un ejercicio de honestidad con el público, para que se hagan una idea de lo que has estado mascullando en la ausencia. En este sentido elegí Venda Vendita Venda porque es una canción compleja, sé que no es un hit pero a la gente le podía resultar interesante por su extrañeza o ironía, que es un elemento muy importante del disco. En el caso de Atalaya quería revelar que en el disco había una energía diferente a los discos anteriores. Después hay cosas que te sorprenden, nunca vi Bilbao como una canción con ese potencial de gustar a mucha gente, sin embargo sí que me hablan de ella muy a menudo. Todo es bastante misterioso.
RP: La fuerza de las letras llevan a pensar que soltaste lastre, que hay mucha auto-referencia ¿Es así? Es de valientes eso mostrarse sin evasiones…
MI: He intentado que sea justo lo opuesto a eso, dar un paso atrás y ser observadora y narradora de imágenes, pero siempre utilizo material emocional propio porque si no me cuesta encontrar la fuerza o un latido interesante en la canción. En los discos previos mi experiencia estaba más en el centro, era el contenido fundamental, ahora he tratado de poner el foco en otras cosas con la idea de la duda y la hibridez, los centauros de fondo.RP: Se te percibe con una libertad absoluta especialmente en Brancusi, el corte más diferenciado de Centauros. ¿Cómo nace esta canción? ¿Tiene un significado especial para ti?
MI: Es una canción nacida muy del inconsciente, hay otras que elaboras más, que las reflexionas más. Con Brancusi, el verso inicial y la melodía me vinieron un día muy temprano por la mañana, lo grabé rápidamente y me fui. Cuando volví me pareció extraño, atípico en mi, me sorprendió y me alegré mucho de poder crear melodías sorprendentes para mi misma. Decidí dejarme guiar por el instinto y meter elementos varios sin censurar nada. Ayudó que a esas alturas ya tenía unas cuantas canciones para el disco, creo que escribes con más libertad. Las primeras suelen estar más enconsertadas por eso suelen acabar en la papelera. RP: ¿Cómo te sentiste trabajando con Ángel Luján y Charlie Bautista?
MI: Con Charlie he trabajado mucho y me encanta tenerle cerca, su capacidad de entender la música siempre crece y su carácter para trabajar en equipo es maravilloso. Angel hizo un trabajo para mi totalmente novedoso que fue decirme cómo me percibía él, qué cosas hago sin darme cuenta, dónde tengo el sello personal o los vicios.. mejoró mi conciencia sin pasarse y mejoró mi autoestima musical. Además es un torrente imparable de ideas y arreglos. RP: El trabajo de estudio puede terminar transformando lo que surge con lápiz y papel. Al tener Centauros terminado en las manos ¿Seguías viendo/percibiendo las canciones como las concebiste originalmente? ¿Canción, Lobo o Amiga seguían siendo familiares para ti?
MI: Sí y no. El resultado final es muy diferente a los esbozos pero era eso lo que buscaba cuando decidí llamar a Angel y a Charlie, con su ayuda las canciones iban como revelándose poco a poco. Como yo estuve presente en todo el proceso no me resultaron lejanas.
RP: Música y psiquiatría. En Miren ¿Dónde termina lo uno y empieza lo otro?MI: Siempre van juntas, durante mucho tiempo he tratado de generar un muro entre las dos y vivía un poco disociada. Lo hacía porque creía que se restaban legitimidad mutuamente como si fuera un fraude en las dos cosas, pero ahora lo tengo muy integrado, he aceptado esa dualidad y duermo mejor. Mikel Laboa era psiquiatra también.
RP: Para cerrar, si pudieras resumir en una frase la diferencia entre toda tu obra anterior y Centauros, esta sería…
MI: El miedo. |
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