Buenas, buenas, hoy os dejo con una bonita entrevista de Vanessa Requena cuyo nombre espero comenzará a sonar pronto, a raíz de su novela Al otro lado de las llamas, cuya reseña podéis leer AQUÍ.
Antes de comenzar os cuento algo sobre ella:
Me llamo Vanessa Requena Fernández y soy de Barcelona. Soy bióloga y hace relativamente poco que me dedico a escribir. Comencé escribiendo microrrelatos y gané el concurso “Amigos para siempre” de la editorial Hipálage con el microrrelato “Luis” (2011). También conseguí una mención de honor por el cuento de nunca acabar “¡Blam!” en el III concurso de microtextos Garzón Céspedes (2012). A partir de ahí me animé con una novela y así nació “Al otro lado de las llamas”. Tengo un blog en clave de humor donde explico mis andanzas en el mundo literario: http://alotroladodelasllamas.wordpress.comSiempre he sido más de ciencias que de letras y, aunque me encanta leer todo lo que cae en mis manos sin importarme el género, no he comenzado a escribir hasta hace poco. Si hace cinco años alguien me hubiera dicho que escribiría un libro no le habría creído. Empecé a escribir por casualidad, una tarde encontré por internet unos concursos de microrrelatos y decidí participar, sin más pretensiones que distraerme. Era lo primero que escribía en mi vida pero para mi sorpresa gané uno de los concursos y recibí una mención de honor en otro. Eso fue lo que me animó a seguir escribiendo y descubrí que me encantaba. Desde luego, para mí ha sido un gran hallazgo.Otra de las cosas que me ha llamado la atención al indagar en su currículum, es que este libro lo escribió en tan sólo mes y medio. Me parece sorprendente, estamos hablando de una novela de 750 páginas. ¿Tenía todo bien planificado por lo que se puede deducir?
No sé cuál es la técnica utilizada por otros escritores para hilvanar sus novelas pero yo me lancé a escribir teniendo tan solo un guion muy básico de toda la trama. La estructura de la novela, que sigue la vida de un personaje de forma cronológica, me permitía ir descubriendo la historia a medida que la escribía, sorprenderme con los giros argumentales. Era casi como estar leyendo una novela donde iba pasando lo que yo quería.
El hecho de tardar tan poco tiempo en escribirla se debe a dos motivos. El primero es que iba enviando los capítulos que terminaba a una amiga. Ella se los leía en diez minutos, me daba su valoración y me pedía más. Cada día le enviaba uno o dos capítulos, en parte porque me había enganchado a la historia y en parte porque no quería hacerla esperar para que no perdiera el interés. El segundo motivo es que tengo la suerte (o la desgracia) de que nunca me quedo en blanco ante un cursor parpadeante, así que todo el tiempo invertido en escribir lo aprovecho prácticamente al cien por cien.
Me gustaría que nos contara el ambiente en el que le gusta trabajar, si es por la mañana, nocturna, a cualquier hora, a solas, manías, si va tomando notas…
No tengo manías a la hora de escribir, me da igual estar en casa, en una cafetería, por la mañana, por la noche… Entre el trabajo y mi familia tengo tan poco tiempo libre que no puedo permitirme el lujo de ser muy sibarita con mis hábitos de escritura. Eso sí, mucho mejor si no tengo acceso a internet, porque tengo una tendencia insana a perderme en Twitter. A veces tengo un flash de una escena o una conversación, y lo apunto brevemente en un archivo Word que uso a modo de libreta, pero nada más. De hecho, tengo un pequeño portátil, un notebook, que llevo en el bolso cuando estoy en medio de una novela para poder escribir en el tren, mientras desayuno… Donde sea. Y sí, el bolso pesa como un condenado.
¿Quién es la primera persona que lee y valora sus novelas o borradores?
Como he dicho antes tengo una amiga que todavía lee más que yo (lamentablemente escribir me quita parte del poco tiempo del que dispongo para leer…) y suelo pasarle lo que escribo, me da consejos muy útiles y, sobre todo, me anima mucho. Si no fuera por ella tal vez “Al otro lado de las llamas” nunca habría visto la luz.
Qué piensa cuando ha leído alguna crítica negativa sobre su trabajo, si es que la ha habido.
Cuando publiqué “Al otro lado de las llamas” estaba preparada psicológicamente para cualquier cosa pero he tenido la grandísima suerte de que hasta ahora todas las críticas de la novela han sido positivas. Eso es lo más importante para mí, porque no soy conocida y las reseñas son mi única carta de presentación. A decir verdad, las peores críticas las he recibido de mi pareja y creo que las he encajado con bastante deportividad. De hecho, sigue con vida…
Escritora novel que se busca la vida como puede, ¿no le han dado ganas de abandonar? ¿qué ha aprendido de todo esto?
No sé dónde leí una vez que el verdadero trabajo comienza cuando terminas de escribir el libro, y vaya si es cierto… Para empezar, hay dos o tres millones de novelas en Amazon, que es la plataforma que he escogido para publicar, es imposible que alguien de con la mía por casualidad. Dar visibilidad a una novela es muy complicado y laborioso cuando no cuentas con la infraestructura de una editorial, y menos cuando no sabes por dónde empezar. Decidí escribir un blog y colgar allí los primeros capítulos de mi libro, pero no sabía muy bien cómo hacerlo atractivo para que la gente lo leyera, qué enfoque darle, de qué trataría… Al final decidí que fuera un blog en clave de humor donde iba explicando mis aventuras en el mundo literario, pensé que sería más atractivo para el público, y la verdad es que me siento muy a gusto con el humor. Dar visibilidad al blog me llevó a pasearme por páginas literarias, Twitter, luego hice una página en Facebook sobre la novela… Esto es todo un mundo pero lentamente y gracias al boca a boca la novela se va dando a conocer. Después de casi un año de haber publicado en formato ebook he podido por fin editar en papel y ahora comienzo a organizar presentaciones de la novela. Pasar de la promoción en internet desde el sofá de mi casa a tener que hablar ante un público impredecible da un poco de vértigo pero también me hace mucha ilusión.
Es cierto que he pasado algunos momentos duros y alguna vez he pensado en abandonar pero cuando alguien me dice que ha leído “Al otro lado de las llamas” y que le ha gustado… Hace que todo merezca la pena.
¿Por qué fantasía y no algo más tradicional? ¿Influída por Laura Gallego tal vez?
Me da un poco de vergüenza decir que no he leído nada de Laura Gallego, lo tengo en tareas pendientes. Y, bueno, para mí la fantasía medieval es un género tradicional, me ha acompañado toda la vida. Primero en forma de juegos de rol cuando era adolescente, y luego a través de las novelas. ¿Qué tiene de raro?
Después de “Al otro lado de las llamas” he explorado otros géneros pero he comenzado con este porque me permite dar rienda suelta a mi imaginación, crear cualquier cosa que se me ocurra… Es el género en el que me siento más libre.
La novela para mi gusto está muy bien ambientada, y los personajes bien perfilados, ¿cómo trabaja ese mundo imaginario, hay algo de real en él?
Como suele decirse, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Los personajes no están inspirados en personas reales, aunque todos tienen algo de mí.
He tratado de alejarme, dentro de mis posibilidades, de otros mundos creados por autores de fantasía. Es imposible que no haya sido influenciada por lo que he ido leyendo durante toda mi vida pero tenía muchas ganas de inventar mi propio mundo de cero. Hacer algo original, mío. Espero haberlo conseguido.
Háblenos para los que no la conozcan de su última novela. Preséntenosla.
“Al otro lado de las llamas” es una historia que gira en torno a una idea principal: que la sociedad impone límites en tu mente a un nivel tan profundo que ni siquiera eres capaz de verlos, y que si no hay nadie a tu alrededor para decirte lo que es posible y lo que no, puedes lograr cualquier cosa. Eso es lo que aprende Kendra, una niña pequeña que de repente se encuentra sola, abandonada en medio de un bosque, sin nadie a quien recurrir, sin recursos, sin nada. Forzada a sobrevivir en un medio hostil, la pequeña sabe que morirá cuando llegue el frío pero entonces descubre algo maravilloso: que puede comunicarse con los elementos. Eso le permite hacer cosas que, aunque no tienen nada que ver con la magia, un arte prohibido que está penado con la muerte, se parecen mucho.
Años más tarde Kendra siente la necesidad de volver a la civilización y allí conoce a Derán, un joven que la marcará profundamente y que le enseñará muchas cosas buenas, pero también hará que despierte en ella un lado oscuro que no le gustará…
¿Algún plan de futuro que se pueda contar?
Estoy dando los últimos retoques a la segunda novela que voy a publicar, que está ambientada en el mismo mundo pero… dos mil años antes.
También tengo alguna novela escrita en otros géneros pero eso lo dejo para más adelante.
Pues estoy leyendo un libro de Terry Pratchett que me acaban de regalar, “El atlético invisible”. Antes me había leído un libro sobre política y, la verdad, Pratchett me está viniendo muy bien para sacudirme el mal humor. La verdad es que leo todo lo que cae en mis manos, me da igual el género y me gusta casi todo.Gracias por su tiempo y un cordial saludo de unlibroparaleer.