Entrevistamos a Santiago Posteguillo

Publicado el 30 noviembre 2011 por Elinquilinodepapel @elinquilinodpapel

El autor, entrevistado por Diego L.G para los lectores de El Inquilino de Papel y la revista D´Latinos Magazine , nos desvela diferentes aspectos sobre su obra en general y su nuevo libro en particular.

La novela histórica se ha convertido en uno de los géneros novelísticos que recibe hoy en día más apoyo entre los lectores. Sin embargo son pocos los escritores que consiguen ambientar una época histórica conjugando con certeza realidad y ficción siendo fiel al rigor histórico.

Santiago Posteguillo forma parte de esa minoría de nuevos escritores de literatura histórica, un auténtico gladiador de las letras que destaca por su sencillez y claridad narrativa. Su primera novela Africanus, el hijo del cónsul se publicó en el año 2006, le siguieron Las legiones malditas en 2008 y La traición de Roma en 2009. Estos tres libros conforman una apasionante trilogía ambientada en la época romana sobre los personajes históricos de Publio Cornelio Escipión y Anibal Barca. Dicha saga recibió grandes elogios por parte de la crítica y obtuvo una exitosa acogida por miles de lectores en España y América Latina.  

Posteguillo regresa a las estanterías con Los asesinos del emperador, su nueva y apoteósica novela ambientada en Roma durante el último tercio del siglo I d.C. y centrada en la vida de uno de los emperadores romanos más injustamente olvidado, el único emperador de la historia de Roma de origen hispano, Marco Ulpio Trajano.


¿En que momento y porque decide usted sumergirse en el inmenso océano de las letras y comenzar a escribir novela histórica?

S.P. Yo siempre quise escribir. Lo hice de niño y de adolescente. De joven escribí varias novelas, pero no fue hasta que tuve 35 años que llegué a la madurez adecuada para acometer libros como Africanus. 

Un dato relevante para el lector es que su última novela tiene más de 1200 páginas además de una cuidada edición con mapas, glosarios de términos, árboles genealógicos, etc. ¿Cómo logra dar calidad y frescura a su prosa entre tantos personajes, diferentes tramas y datos históricos?
S.P. Muchas páginas, sí, pero servidas en capítulos cortos con mucha tensión dramática y mucha acción. Eso hace que el lector lea centenares de páginas sin casi darse cuenta. Le sorprenderá, pero los lectores sólo me critican que haga las novelas demasiado “cortas”.

Llegar a conjugar con certeza realidad y ficción siendo fiel al rigor histórico es una ardua tarea. ¿Cómo lo consigue?

S.P. Respeto los datos de la historia y uso la ficción para rellenar los espacios vacíos. De esa forma se consigue un equilibrio entre ficción y realidad pero sin adulterar la realidad y eso lo agradece el lector.

Documentarse, investigar, impartir clases, vida familiar, escribir... ¿Cómo han sido estos dos últimos años que ha dedicado a escribir su novela?

S.P. Complicados. Ha habido momentos difíciles por cuestiones personales. Entonces la escritura es como una válvula de escape. Pero al final lo he conseguido. Siempre es emocionante cuando consigues dar término a una novela de más de mil páginas y cien personajes. Ahora es de los lectores. 

A la hora de documentarse, ¿Qué bibliografía maneja? ¿Prefiere a los ensayistas modernos o clásicos?

S.P. Hay que combinar los dos. Los clásicos estuvieron allí, pero les falta objetividad. Los modernos son muy científicos pero no vieron los sucesos con sus ojos. Entre unos y otros consigues una reconstrucción bastante completa, intensa, atractiva. 

 

En Los asesinos del emperador aparecen más de cien personajes diferentes. ¿Cómo logra mantener esa tensión argumental dando vida a este elenco de figuras históricas?¿Y cómo consigue dotar de trasfondo psicológico a sus principales personajes?
S.P. Hay que dar vida a los personajes históricos. De ellos nos ha llegado su vida pública, pero nada o muy poco de su vida privada. Intento recrear su vida pública pero también sus conversaciones privadas con los amigos, con la familia, con los enemigos. Eso es lo que los hace reales ante los lectores. 

Háblenos un poco de sus gustos literarios, tanto clásicos como contemporáneos. ¿Cuáles han sido sus escritores de referencia?

S.P. De adolescente me gustaban Tolkien, Salgari, Verne, Blyton, y leía también muchos cómics: el Jabato, el Capitán Trueno o Mortadelo y Filemón. Luego, por supuesto, vinieron los clásicos: Cervantes, Lope, Calderón, Quevedo, Góngora,   Clarín, y los clásicos ingleses, en especial Jane Austen.,Henry Fielding, las hermanas Brontë. 

En alusión a los protagonistas principales de sus novelas, tanto en su anterior trilogía sobre los personajes históricos de Publio Cornelio Escipión y Anibal Barca como en su última novela sobre el emperador Marco Ulpio Trajano. ¿Podría resumirnos brevemente que valores resaltaría de cada uno de ellos?

S.P. De Escipión su entereza ante la adversidad, de Aníbal su genialidad y de Trajano su capacidad de predicar con el ejemplo. 

Dentro de amplia historia de Roma, ¿Qué periodo le resulta más atractivo, la monarquía, la república o el imperio?
S.P. La república y el imperio. La república por sus supuestos valores. Digo supuestos porque de la teoría a la práctica había un mundo. Y el imperio porque de vez en cuando había algún emperador que francamente merecía la pena, como Trajano. 

Aparte de los personajes históricos sobre los que ya ha escrito, ¿Qué otro personaje resaltaría dentro de la historia de Roma?

S.P. Julio César y Augusto y los hermanos Graco. De los dos primero se ha novelado bien, de los últimos aún falta una gran novela. 

En próximas novelas, una vez acabada esta nueva trilogía, ¿Piensa embarcarse en algún otro periodo histórico?

S.P. Cuando termine la serie de Trajano seguramente me adentre en otros momentos de la historia de España. 

Para finalizar y en unas breves líneas. ¿Cómo presentaría su anterior trilogía y esta nueva entrega a los lectores de El Inquilino de Papel?

S.P. La trilogía de Escipión describe como Roma pasa de ser una ciudad importante del Mediterráneo a convertirse en el germen de un gran imperio. Mi última novela, “Los asesinos del emperador” presenta al más grande de los emperadores romanos, un hispano que nació para cambiar el mundo. Después de Trajano nada fue igual.

Muchas gracias Sr. Posteguillo por su tiempo y dedicación. 

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Escrito y publicado por: Diego L.GFotografia: Susana Alfonso