Entrevistas imaginarias: La sota de bastos

Publicado el 22 mayo 2014 por Cartas A 1985 @AntonCruces

Y es que me acabo de enterar de que Diez Minutos se acaban de inventar un nuevo género periodístico: la entrevista imaginaria.

Y dice así:

“Recreamos con datos contrastados y testimonios fiables la conversación que podría haber tenido con nuestra revista”

¡Y al carallo oiga!

Me imagino al director o directora de la revista más satisfecho que un Hobbit después de un churrasco, con las piernas estiradas sobre la mesa ojeando su obra maestra mientras piensa.

¡”Entrevista imaginaria”, claro! ¿Cómo no se me  había ocurrido antes?Si es que lo peto.

Y nada… un fiables por aquí, un contrastados por allá y listo: un sacacuartos INVENTADO pasa a ser una entrevista IMAGINARIA.

Igual me la pillo, me la leo y le digo al hombre del kiosko:

─Tenga usted, ahí tiene tres euros imaginarios. Quédese con la vuelta.

─¿Pero de qué habla? ¡Ni imaginarios ni leches, me paga ahora mismo  que ya se la ha leído!─ responde el hombre.

─No hombre no, no se ha fijado bien. HACÍA que leía. Era todo imaginario.

Entrevista Imaginaria. Lo que nos faltaba.

Aunque pensándolo bien, a lo mejor estos caballeros de Diez Minutos son honestos, al fin y al cabo ellos tienen el valor de decirnos: ¡Si quieres cómpranos, pero que sepas que nos lo hemos inventado todo, hasta las comillas! 

Entrevista imaginaria. Espero que no se ponga de moda.

Diez Minutos presenta:

Entrevista Imaginaria

Hoy nos recibe en su casa: La Sota de Bastos.

La Sota de Bastos (no quiere que hagamos público su nombre) nos recibe en su pequeño adosado de Villaviciosa de Odón, una pequeña localidad al sur de Madrid. Sota, que así nos ha pedido que la llamemos, nos abre la puerta de su hogar cargando el pesado basto verde en su mano izquierda. La verdad que encaja a la perfección con la imagen que todos tenemos de ella y sería muy fácil reconocerla en un sitio público. Por eso no suele salir de casa.

Así de cerca pierde bastante y tiene un pinta de gilipollas que no puede con ella. Parece un elfo anormal, pero no le decimos nada para no herir sus sentimientos. Sota nos hace pasar a su salón y comienza nuestra animada charla. Sentada justo en frente de mi, con su brazo en alto que sujetando firmemente y con decisión el lustroso y verde basto comenzamos a conversar.

P: Supongo que su profesión, desconocida para el gran público, es bastante sacrificada.

R: Sí, la verdad es que estoy harta de que no se me reconozca, todo el mundo pasa de las sotas. Espadas, copas y oros estamos hasta arriba de vestir así para nada. Hay gente que incluso las saca de la baraja para no vernos. Me parece injusto, a todas luces.

P: ¿Siempre tiene que estar en esa postura?

R: Siempre. Por ejemplo, si voy a buscar un yogur a la nevera voy así, de esta guisa, con el basto en la mano. Si estoy viendo un partido de fútbol en el Plus también tengo que conservar este gesto. Para cambiar de canal es un poco embarazoso, la verdad, pero hago lo que puedo. Intentando cambiar a la 2 me he cargado ya seis mandos en lo que va de mes.

P: ¿Le gusta el fútbol?

R: Mucho

P: ¿Cuál es su competición preferida?

R: Por mi trabajo la Copa del Rey.

P: ¿Y para dormir? ¿Cómo se las arregla?

R: Nuestra cama es de 2,50 para que el basto y yo quepamos bien. Con los años una se acostumbra, pero mi marido lo lleva peor. Cada vez que me doy la vuelta acaba con una contusión, un negrón o algo peor.

P: Creo que una de sus mejores amigas es la chica del logo de Columbia Pictures.

R: Sí, es muy maja. Nos conocimos hace años en un equipo de voley playa y lo cierto es que hicimos buenas migas desde el principio. Tenemos mucho en común. Nos apuntamos a un curso de Microsoft Word en una academia, pero nos expulsaron porque los profesores nos preguntaban todo el tiempo si queríamos algo. Creyeron que estábamos de güasa y nos echaron. Ni siquiera nos devolvieron la matrícula. Un despropósito.

P: Sota, ya para acabar. ¿Qué es un basto?

R: Ni puta idea hijo, será el palo este verde y frondoso, pero no me preguntes más.

Esto es una entrevista imaginaria, y como es imaginario no os la cobro, aunque debería.

¡Salud hermanos!