Enviar libros por correo, un lujo barato

Publicado el 27 junio 2010 por Fragmentario

¿Una bomba? No, pero igual de peligroso.

Tengo la costumbre casi religiosa de regalar libros. Lo hacía antes de empezar la carrera, y haberme recibido lo convirtió casi en una obligación. Las amistades confían en que un profesor de literatura les llevará en su cumpleaños un libro que a la vez sea complejo pero fácil de leer, intenso pero no agobiante, universal y particular (las personas, por alguna extraña razón, buscan mensajes ocultos que hablen de ellos en los libros: a una ex amiga le regalé Memoria de mis putas tristes, sin ninguna intención, pero nunca volvió a saludarme).

La cosa se complica cuando hay distancias de por medio y uno opta por pasar a la tarjeta de felicitación o al escueto e-mail, al recuerdo de la fecha como único presente. Probablemente esto cambie, para mí y para muchos, luego de leer este artículo en Hablando del asunto. ¡A saturar de literatura los camiones del correo!