Sí, sí, envidia cochina es lo que me ha entrado hoy después de estar en la jornada encuentro entre atención primaria y especializada del 12 de octubre. Ver a todas esas enfermeras, matronas, auxiliarías, pediatras, neonatólogas, actuando a la par, con las ideas clarísimas y bien formadas sobre la importancia de la atención al parto normal con mínimas intervenciones, escuchando experiencias de cursos de preparación a la lactancia realmente útiles, oyendo hablar de todas las opciones de analgesia durante el parto más allá de la epidural o constatando cómo algunas pediatras de atención primaria conciertan citas con las madres lactantes un mes antes de su vuelta al trabajo para orientarlas durante todo el proceso de compatibilizar la jornada laboral con la lactancia materna me ha producido una variedad de sensaciones.
La primera un bálsamo reparador. Sentarse en un auditorio con más de 200 personas escuchando lo mismo y convencidas de la abrumadora evidencia de todas estas ideas es una situación extraña para las que estamos acostumbradas a batallar día a día por defender la autonomía de la madre durante el parto o a escuchar las barbaridades más diversas en torno a la lactancia materna.
Y, por otro lado, envidia, envidia cochina. Porque aquí en Móstoles damos gracias de tener a un par de buenas matronas e IBCLCs que hacen una labor incomparable, a enfermeras de la maternidad del hospital audiencia activamente a los grupos y todo ello es un gran logro. Pero no deja de parecer poca cosa después del despliegue que he visto hoy.
Y es que casi todo lo que he escuchado hoy me ha gustado.
Empezando con la intervención de Susana Duce Tello, médico de familia en el C.S. Orcasitas, que ha comenzado constatando que "el embarazo no es una enfermedad" y ha aportado un dato muy interesante y es que, según algunos estudios, en el transcurso del embarazo normal, con una media de siete visitas médicas de seguimiento se obtienen resultados similares que con un número mayor y con un menor coste.
Sin embargo, la percepción de la gestante es de mayor calidad asistencial con un mayor número de visitas. Lo que, por un lado, demuestra la inseguridad con la que muchas viven su embarazo y, por otro, la necesidad de canalizar quizás a través de entornos extrasanitarios todas esas dudas e incertidumbres sobre los cambios que está viviendo.
En cuanto a las exploraciones y pruebas diagnósticas, Susana Duce ha afirmado que no hay pruebas que apoyen el hecho de que pesar a la gestante en cada consulta aporte datos significativos y ha destacado que el papel de los profesionales de atención primaria es informar a la paciente de la información que ofrece cada ecografía de las normalmente señaladas y subrayar que no por hacer más ecografías se consiguen mejores resultados obstétricos.
Mercedes Cano, matrona del C.S. Los Ángeles, ha aportado la segunda intervención en la mesa de atención prenatal asegurando que los objetivos de la educación maternal deben ser informar -para que la madre haga decisiones informadas basadas en datos veraces y evidencias-, reforzar y apoyar -haciendo un seguimiento de las necesidades individuales de cada madre.
En su centro de salud han puesto en marcha una interesante iniciativa en el marco de la educación maternal que a mí siempre me ha parecido necesaria. Y es que en mi primera y única preparación al parto me despacharon el tema de la lactancia con una fotocopia de La Liga de la Leche y siempre he pensado que si bien el parto son unas horas, la lactancia dura meses y se debería hacer más hincapié en este apartado.
Pues bien, en el C.S. Los Ángeles, realizan un interesante taller sobre lactancia materna para madres gestantes de entre 25 y 27 semanas de gestación, con información teórica y práctica sobre lactancia materna y con una excelente acogida y participación por parte de las familias adscritas a ese centro de salud.
Finalmente, la mesa sobre atención prenatal se completó con la intervención de Amaya Azuara, matrona residente del Hospital 12 de octubre, que comentó los pormenores de la visita de acogida para gestantes que organizan en su hospital, insistiendo en que uno de los principales objetivos es aportar a la embarazada tranquilidad y familiaridad con el entorno de la maternidad que facilite un buen desarrollo del parto. Durante el año que lleva en marcha, más de 600 madres gestantes han recurrido a este servicio.
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