Epílogo de Los eternos: La saga de los celestiales

Publicado el 02 octubre 2015 por Lord_pengallan

Ya dijimos que Kirby quería a Los eternos fuera del Universo Marvel. Pese a ello su deseo no fue respetado. Tras un minidebate Marvel decidió incorporarla a su universo. En un principio no había mucho problema en ello pues todo dependía de cómo si hiciese. Como siempre. A la postre, dado lo mal que se hizo, la tarea era complicada dado la similaridad del cosmos eterno con el marvelita, pero eso ya lo sabían los autores de la integración, y lo perjudicial que ha acabado siendo para las creaciones de Kirby, nunca han encontrado su lugar en el Universo Marvel, lo mejor habría sido ponerlos en una dimensión paralela. Cierto es que en aquella época no era habitual, pero por ahí estaba el mundo del Escuadrón Supremo así que se podría haber escogido esa opción, que además era fácil.

El que integró Los eternos en el Universo Marvel fue Thomas por ambición, frikismo y porque era el guionista de Thor en aquel momento. Se acercaba el nº 300 y que mejor adorno para la ambiciosa historia que estaba planeando para que finalizase en esa entrega, que usar las creaciones de Kirby, que no desentonan en una cole de aire mitológico? Teniendo en cuenta el injustificado ego de Thomas probablemente fue una cosa de soberbia: ser el continuador de El Rey y el que introdujo a los eternos y sus primos en el Universo Marvel. Es este el precedente que motivó que Angela se introdujese en el Universo Marvel a través de la cole de la versión marvelita del dios del trueno vikingo? En fin. Así nació la llamada "Saga de los celestiales", aunque en realidad se subordina a la historia de quién es la madre de Thor. A pesar dello tiene más importancia la migración que quién parió al hijo de Odín ya que eso ha tenido escasa incidencia. Todo comenzó en el anual nº 7 de Thor (curiosamente forum, cuando editó la saga, lo puso después del final de la misma), más o menos 6 meses después del cierre de Los eternos, que se ambienta en el pasado, en el año mil d. C., cuando según Kirby los celestiales volvieron por 3ª vez a la Tierra y residieron un tiempo en los Andes. Tras eso hay que esperar al nº 283, casi un año media entre este y el anual mencionado, para la continuación de la migración, que tiene lugar en el presente pues en él El Rey había ambientado Los eternos. Esa entrega continúa el relato de Kirby, volviendo a los Andes, una localización y trama abandonada por El Rey en el tramo final de la serie, de forma bastante estúpida (por ejemplo un espía de SHIELD invita a una perfecta desconocida a espiar con él todo porque en realidad ella es un desviante y Thomas no sabe como meterla en la acción o que haya eternos que no sepan cuando son las Olimpíadas eternas), y pronto queda claro que Thomas no va a respetar lo hecho por Kirby: Ajak y el dr. Damian, al contrario que en Los eternos, no se llevan bien, la desviante es tan hermosa como cualquier humana o ... eterna, un eterno maneja tecnología desviante... Sin duda Thomas sólo hizo una lectura superficial de la serie de tal modo que no se enteró de nada, ni de los detalles ni del fondo. Ya hablé destos nº pero sin la lectura de Los eternos fresca. La "Saga de los celestiales" quedó relegada en el 292 hasta el especial nº 300, y termina con un epílogo en el nº 301 (vol. I EE.UU. por supuesto), malo porque está destinado a hilar y explicar y no a contar un relato de interés. El final no es de Thomas, por desavenencias dejó su historia colgada y se marchó de Marvel, sino de Gruenwald y Macchio, editores que habían colaborado con el guionista en la manera de meter Los eternos en el Universo Marvel. Por eso la saga termina un poco abruptamente.
Creo que lo que más llama la atención de esta historia es el protagonismo de Thor. En el siglo XXI el dios marvelita-vikingo es un secundario en su propia serie además de débil, pero en 1979 y 1980 domina su propia cole y es el más poderoso de todos. En aquellos momentos sí que era el Superman de Marvel. Así, a veces el tipo es incapaz de ceder pues sabe que tiene poder suficiente para imponer su criterio. El descubrimiento de una cara oscura en un personaje hasta entonces unidimensional, y desarrollar el conflicto paternofilial, que es el trauma superheroico de Thor, es lo único bueno de la etapa de Thomas en Thor. Su motivación heroica no es su altruismo, consecuencia de descubrir la humildad, sino la frustración que lleva el ser eternamente príncipe heredero y el ser eternamente hijo de. La imposibilidad de madurar, es decir, de crecer, ser libre, autónomo y reproducirse, es la fuente de su odio a la autoridad, que es el auténtico origen de su lucha contra todo tipo de sádicos. A la luz de esta frustración quedan justificados todas las idas y venidas de Odín a lo largo de los diferentes volúmenes de la serie y el hecho de que Thor no haya sido líder de los Vengatas, así como el fallo de sus 2 relaciones sentimentales y su celibato desde el último, a la vez que eleva el interés de toda la cole al dar fondo incluso a las aventuras más tontas. Otra aportación importante a Thor que Thomas hizo en esta saga, es la de establecer el carácter cíclico del panteón vikingo-marvelita. Su Ragnarok no es único y final sino periódico.
Viñetas 1 y 2 de la página 7 del anual 7 y 1ª viñeta de la página 6 del nº 289.
A pesar de esas interesantes ideas, esta historia es mala, ya en su día no era mucho mejor. Thomas siempre ha sido un tostón salvo cuando le tocaban dibujantes capaces de contar ellos la historia, tales como BWS o J. Buscema, o adaptaba buenos textos literarios. Esto explica que, pese a no haber escrito nada sobresaliente en Marvel (creo que lo hizo mejor en DC pero no conozco mucho su trabajo allí) salvo Clavos rojos, goce de mucho prestigio. El gran problema de la historia es que es muy larga de modo que hay mucha paja que Thomas no sabe como hacer entretenida y los dibujantes no saben como hacer atractiva. Luego hay otro problema importante: el querer tratar a la vez 2 temas sin mucha relación. Ya se mencionó que la idea de Thomas era por fin revelar la identidad de la madre de Thor pues, aunque parezca extraño, no se había contado nunca. Se sabía que no era hijo de la esposa de Odín, su padre, pero no se había dicho más. Supongo que por falta de interés de los guionistas y, también, por no tener que hablar de múltiples matrimonios, adulterios o sexo prematrimonial. En ese relato no encaja bien la migración de Los eternos, ya compleja por su difícil encaje en el cosmos marvelita, y por eso no debió subordinarse al descubrimiento de la madre. El tema es que investigando a los celestiales Thor descubre quién es su madre que, como en la tradición, ahí está Edipo, es en realidad un autodescubrimiento. La migración es algo muy importante y por ello no se puede mezclar o diluir. No puede ser parte de una relato del Universo Marvel sin ser antes parte del mismo. Sin embargo esto no es lo terrible de la misma, lo es el que se hizo degradando lo creado por Kirby. Debería haber zanjado el debate mencionado al principio el que los eternos deberían ser opacados para no opacar a los principales panteones marvelitas, el vikingo y el griego, y que los desviantes serían otra especie habitante de la Tierra hostil a la humanidad más. Si su destino era acabar como comparsas, entonces es que la idea no era buena. Finalmente la "Saga de los celestiales" tiene otro problema importante: la mala resolución del tema del juicio a la Tierra de los celestiales. Este era el tema de Los eternos y por ello había que resolverlo para que sus protas pudiesen fluir en el Universo Marvel, pero no se hizo bien. El tema era tan complicado que lo mejor hubiera sido dejarlo estar. El juicio iba a durar 50 años, luego iba a terminar en el 2026 (cuando Thomas y muchos aficionados van a estar criando malvas), y en tiempo Marvel eso puede ser nunca, por lo que bien se podía haber dejado la cosa como un elemento que sirviese de tabla de salvación a un guionista sin ideas de cuando en cuando. Pero no, Thomas y cía, en su soberbia, quisieron zanjarlo aplicándole el motivo del conflicto sólo resoluble mediante la violencia de todo argumento superheroico. Así, convirtieron el juicio en algo negativo en vez de la motivación para mejorar que tenía con Kirby, de modo que metieron la trama en una lucha tan difícil de resolver bien que al final no se hizo bien. La historia de Thomas era dar respuestas, así que meter a los eternos y cía era un sin sentido porque eso generaba preguntas. Por eso, al final, el hilazón de celestiales y demás con los panteones marvelitas es problemático en vez de resolutorio. Establece que los panteones llegan a la Tierra (nadie sabe como por cierto, ni antes ni ahora) entre la 2ª hueste, es decir, tras el Diluvio, y antes del nacimiento de la Historia, y eso plantea el problema, aún pendiente de resolver, de cómo se coordinaron eternos y dioses hasta que por la 3ª hueste los dioses abandonaron la Tierra (cosa que no tiene mucho sentido pues los griegos y egipcios lo hicieron antes del Edicto de Tesalónica y los hindúes nunca lo han hecho). Pero no sólo es eso, es que se introduce una nueva deidad procedente de un misterioso panteón, la Diosa Tierra, que es la que resuelve el problema (trayendo a colación una vieja y olvidada historia de la cole procedente de la deleznable etapa de Conway), por esto se puede decir que el nº 300 es uno de los pocos cómics feministas de Marvel, negociando por supuesto, y eso plantea el problema de cómo se coordina ella con los celestiales a lo largo de la historia de la humanidad, que fue creada por estos últimos. Así, extensión, mezcla y violencia hacen que la "Saga de los celestiales" sea mala y una patada al pobre de El Rey en sus huevos (qué pensó de la parida en la que habían convertido su trabajo? Le consoló el respeto y el afecto con que se hizo?). Manifestación dello es la muerte de Zuras, el líder de los eternos, en el nº 300. Con la migración algo se perdió y nada volvió a ser igual. De lo más elocuente es el título del tomo de Panini que contiene la 2ª parte de la "Saga de los celestiales". Aunque seguro que ha sido inconscientemente.

Como sabemos, entre medias de esta historia hay un interludio. En el nº 292 Thomas abandona la trama de los celestiales para poner en 1º plano lo de la madre de Thor. La incapacidad para contar las 2 cosas a la vez revela claramente lo erróneo del planteamiento de unir las 2 cosas. En fin, para el tema de la madre se lió la manta a la cabeza e hizo lo que a mi me encanta de los superhéroes, que hoy prácticamente se ha perdido, que es ser audaz y transgresor. Los 1º cómics que leí de superhéroes fueron los nº en que Thor se enfrenta al Cruzado! y luego a Drácula!! Eso, impresionó tanto a mi tierna mente, 8 años tenía entonces,  que aún sigo aquí. Aquellos emparejamientos no pueden ser más estrambóticos, originales y alucinantes (cosa que compensa la mediocridad de esos nº). Poco después vino Simonson metiendo mitología vikinga a porrillo... Esa audacia transgresora, esa absoluta falta de límites por no tener vergüenza de mezclar lo que sea mientras sea popular, es lo que tenemos aquí, mas, lamentablemente, mal ejecutado. Thomas se inventó un ojo flotante, enorme y con nervio óptico!!!, que es el de Odín, para revelar a Thor el pasado que su padre le niega conocer, de modo que esos nº están llenos de viñetas delirantes casi absurdas, y luego adaptó la trilogía de Los nibelungos de Wagner. Pero el Ojo de Odín es un personaje aburrido y la adaptación es lamentable porque es un resumen apresurado y sin alma.
1ª aparición del Ojo de Odín. 1ª viñeta de la página 11 del nº 292.
Así, la lectura de estos nº, los anteriormente reseñados más la adaptación de la obra de Wagner, es dura por pesada y aburrida y triste por como se enloda el trabajo de Kirby. La cosa mejora un poco con la marcha de Thomas, pero porque la historia se concreta y el final es dinámico pues lo mal que lo habían hecho Thomas y sus asesores Gruenwald y Macchio no tenía ya solución. Por otro lado todos estos seguramente ignoraban que les había salido un churro. El problema del mal guión se agrava porque el dibujo no alegra o aligera los pesados guiones de Thomas. Cuando está J. Buscema la cosa no duele, pero con Simonson, convertido gracias a Chan en Chan imitando a J. Buscema en el mentado anual nº 7, y sobre todo con el bienintencionado y esforzado por mediocre K. Pollard, que se encarga de casi todos los nº a pesar de que adaptar óperas wagnerianas le venía muy grande, el guión está más desnudo así que la "Saga de los celestiales" se vuelve una cuesta muy empinada por lo que su final es un alivio.
Mas la historia "continúa" como complemento del What if..?, nº 23 al 30 publicados aquí en la BM: Los eternos nº 3, donde Gruenwald sigue atornillando el cosmos de los eternos al Universo Marvel vulgarizándolo aún más pues lo utiliza en su megalomaníaco proyecto de hacer del cosmos marvelita un todo coherente y por ello pesado y petrificado (otro ejemplo de ellos son los nº 281 y 282 de Thor; creados para quitar el poder de viaje temporal a Mjolnir para que los guionistas no pudiesen enrevesar la continuidad y para aclarar el lío que eran Inmortus y el Fantasma del Espacio, cosa que no sirvió de mucho). Así, los titanes creados por Starlin para su Thanos resulta que son eternos, de modo que estos acaban mezclados con los Kree, y por eso pasan a ser los que ayudan a Rayo Negro a trasladar la isla de Attilan al Himalaya, la localización donde los 4F encontraron a los inhumanos, para poder terminar una historia de otra cole que había quedado inconclusa. Así, todo acaba tan bien atado que nadie puede respirar, y los eternos como parte del decorado. 
Por tanto la "Saga de los celestiales", aunque tiene su importancia por formar parte de la Historia del Universo Marvel, es bastante coñazo. El tratamiento de las creaciones de Kirby es pésimo, la trama es vulgar, la adaptación de la obra de Wagner es mala y, sobre todo, la integración del cosmos eterno en el Universo Marvel es poco afortunada.