Las recientes declaraciones de Mariano Rajoy, en las que se opone a los privilegios de los políticos, en especial a las pensiones máximas de diputados y senadores, conecta al PP con la sociedad española, que clamaba hace mucho tiempo por el fin de los privilegios de "la casta", y sitúa a la derecha muy por encima del PSOE en ética, decencia y democracia.
La nueva posición del PP es una gran noticia para España y demuestra que todavía quedan partidos políticos que, aunque estén infectados por la corrupción y por los abusos de la partitocracia, conservan la suficiente sensibilidad política y social para ser receptivos a los deseos y sueños de la ciudadanía.
A partir de este momento, el PP y el PSOE no pueden ser medidos con el mismo rasero, pues uno está de la senda de la ética y la decencia, mientras que el otro está en la indecencia, el privilegios y otros muchos pecados contra la dignidad de la política y de la vida ciudadana.
Mariano Rajoy, anunció en Sevilla que su partido va a plantear en el Congreso la revisión del sistema de pensiones de los diputados y senadores, y la eliminación de cualquier cosa que pueda suponer un “privilegio” respecto al resto de los ciudadanos.
Los privilegios de los políticos no son el principal problema de España, pero sí uno de los mas hirientes y con mayor rechazo para una ciudadanía que no considera justo que los que han fracasado en el ejercicio del poder y conducido a España hacia la pobreza, el descrédito y la desesperación disfruten de privilegios que no merecen y que los sitúa en un plano distinto y superior al del resto de los ciudadanos. Los privilegios de la casta son todo un símbolo de la baja calidad de la democracia española que el PP ha decidido eliminar en el momento oportuno para ganar muchos votos y adhesiones,
Es probable que en muchos rincones de España, donde no se aceptaban los inmerecidos y escandalosos privilegios de los políticos, se hayan aplaudido esa promesa de regeneración, al igual que otras palabtras pronunciadas, como las que también dijo el líder del PP en Sevilla: “Vamos a cuidar el dinero del contribuyente, al que le cuesta mucho pagarlo porque le cuesta mucho ganarlo, y vamos a dar ejemplo”.
Esas nuevas posiciones del PP dejan al PSOE a kilómetros de distancia en la carrera de la decencia y de la política que conecta con el pueblo. Los discípulos de Zapatero y Rubalcaba no han tenido idea mejor en estos últimos días que manipular la Justicia y colocar a un adicto al frente del Tribunal Constitucional.
La reacción inmediata del presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, demuestra que el PSOE ha "sentido" el golpe y que, consciente de que el pueblo la valora, se apresura a sumarse a esa propuesta. Considera Barreda que "no está de más" la propuesta hecha por el líder del PP, Mariano Rajoy, para que se revise el sistema de pensiones de los diputados y senadores y de eliminar "privilegios" respecto al resto de los ciudadanos.
Sin embargo, los expertos creen que nadie puede arrebatar al PP el mérito de haber propuesto esa reforma antes que el PSOE, abriendo así una etapa nueva en la política española, dominada en los últimos años por el descaro y la golfería de los políticos, la cual que tendrá un efecto demoledor en las encuestas de intención de voto, donde el PP subirá y el PSOE caerá más todavía en un foso que Zapatero y sus adláteres han cavado con sus insensateces, errores, mentiras y suciedades.