A menudo cuando construimos equipos de trabajo acabamos pensando que el numero es importante pero si observamos el siguiente vídeo probablemente nos haga ver cosas que pasan cada día pero puede ser que no sepamos apreciar.
Una vez hayamos limpiado nuestros equipos de trabajo puede ser que entre nuestras filas tengamos un poco de humo…
Todo esto viene dado gracias a que la sociedad nos hemos visto obligados a mentir sistemáticamente, en curriculums, en catálogos de productos, en los tiempos que tenemos aparcados en cierto lugar…
Si además lo que contratamos es un vende-humos me temo que nos tiene bien engañados hasta que llueve (haciendo referencia al vídeo) y a veces pasan muchos meses que no llueve o que no queremos ver llover.
La selección de las personas o equipos que pueden gestionar las acciones de una empresa no solo puede medirse por lo grande que sea un titulo, ya que probablemente deberíamos comprobar la “calidad” de ese tamaño.
Por otro lado ¿como puede ser posible que un chavalote con 25 años tenga una ingeniería de cuatro años junto con un máster en #veteasaberqué? y eso sí al menos lleva 5 años dirigiendo equipos por lo que deducimos que debería haber trabajado desde los 16 para poder llegar a un cargo de tal nivel. ¿cuando saca los estudios?
Pero hablemos de eficiencia de equipos de producción (de cualquier producción). En todas partes encontramos a personas supereficientes que son las que tiran del carro, y probablemente pasen bastante inadvertid@s si no observamos atentamente. Por otro lado están los que destacan, los que llevan las medallas bien lustrosas y a la vsta, pero en realidad aunque probablemente sean expertos en lo que hay que hacer suelen “pasarle el muerto” a una máquina productiva, haciendo que todo el peso recaiga sobre el equipo. Por supuesto en caso de fallo éste no tiene la culpa…
Debemos sanear muy inteligentemente nuestro equipo para que nadie se ponga las medallas de los que se lo curran y nadie cargue con el trabajo de otros, por supuesto siempre puede contener (el equipo) personas con formación incompleta, pero acostumbran a formarse al mismo tiempo y hacer tareas más monótonas, más tediosas y así descargar del equipo esas faenas.
Una buena gestión de los departamentos de personas (fuera de tareas puramente administrativas) hará que las personas que conforman los equipos sean exactamente las que necesitamos para acabar con tas tareas pendientes.