Al igual que todo equipo que queda en la historia, los jugadores que conformaron el once titular atraviesan los años en el imaginario colectivo de la gente. El Boca de Bianchi ostenta el record de mayor número de partidos invicto en el profesionalismo. Ese famoso conjunto de 98/99 es el protagonista de nuestro “Equipos Históricos” del día de hoy.
El encuentro histórico ante Central. Boca de blanco, el día que llegó a 40 partidos
Todo comenzó cuando Carlos Bianchi arribó al club de la Ribera un 1ro de julio de 1998. Boca venía de frustraciones de la mano de Vieira y Bilardo en las que ni los millones invertidos por Mauricio Macri habían dado sus triunfos. La nueva apuesta era el ex técnico multicampeón con Vélez, que venía de un paso en falso en la liga italiana, dirigiendo a la Roma.
El plantel era lo suficientemente largo y por eso, una de las primeras medidas tomadas por el Virrey fue la limpieza. Así fue que partieron jugadores como Fabbri, Solano y Cannigia, y llegaron tres: Pereda, Barijho e Ibarra.
La confianza que el entrenador depositó en algunos juveniles (Navas, Riquelme, Samuel) y la combinación con experimentados como Cagna y Basualdo, formaron un equipo verdaderamente imbatible. También fue importante el rodaje que le dio a otros que ya formaban parte del plantel, pero que habían tenido pocos minutos en etapas anteriores, como el caso de Bermudez, Córdoba, Guillermo y Palermo.
La formación habitual que disputó casi todos los encuentros del Apertura y también los del Clausura fue: Córdoba; Ibarra, Bermudez, Samuel, Arruabarrena; Serna, Basualdo, Cagna, Riquelme; Guillermo Barros Schelotto y Palermo. Un 4-3-1-2 clásico que encontraría su pico de rendimiento fundamentalmente en los tres de arriba.
La juventud de un Riquelme que desplegaba clase por doquier, a quien el DT catologó varias veces como “el mejor del mundo”; Guillermo, “un imprevisible” y Palermo, el famoso “optimista del gol”.
45 puntos. 13 partidos ganados, 6 empatados y, lógicamente, ninguna derrota. 18 goles en contra y 45 goles a favor, de los cuales 20 fueron del platinado centrodelantero que también marcó un record en los libros del fútbol argentino. Los números de un Boca inapelable, que consiguió salir invicto por primera vez en su historia, al que sólo puede remachársele haber ganado uno de los tres clásicos: empate 0 a 0 con River, 1 a 1 con Independiente y 3 a 1 con San Lorenzo.
El receso estival de fin de año trajo pocos cambios. El equipo se mantuvo intacto y el rendimiento también. Un auspicioso redebut ante Ferro, 3 a 0 en Caballito, comenzó a engrosar una lista de partidos que poco a poco se acercaba a los 39 que ostentaba el Racing de fines de los 60´.
Luego de resonantes triunfos ante Vélez (3-0), Racing (4-0) y River (2-1), llegaba el encuentro clave ante Rosario Central en la Bombonera. Además de estar prendido en la lucha por el torneo, esa fecha Boca podía quedar en la historia y de hecho lo hizo. Esa 16ta fecha significó el partido número 40 del equipo sin conocer la derrota.
Fue triunfo 1 a 0 con gol del Patrón Bermudez y le sirvió también para casi acariciar el bicampeonato, que conseguiría cuatro días después (sin jugar) ante Independiente. Justamente, quien fue su verdugo, le ganó 4 a 0 y rompió la racha. Poco importaba a esa altura… Otra vez campeón: misma cantidad de triunfos que en el Apertura (13), una derrota y 5 empates. 35 goles a favor y 11 en contra
Bianchi, autor intelectual de un equipo imbatible
Al año siguiente los logros seguirían, vendría la Copa Libertadores, la Intercontinental y otro Apertura. Ese grupo de jugadores seguiría alimentando a Boca de muchas alegrías durante casi toda la década. Algunos se prolongan hasta hoy, otros nunca se podrán olvidar de ese año en el que fueron invencibles.