Equipos históricos: La generación dorada de Colombia que terminó en fracaso y muerte

Publicado el 19 enero 2013 por Marianofusco

Lamentablemente, la historia de Colombia en las últimas décadas estuvo manchada de sangre por, entre otras cuestiones, la guerra contra el narcotráfico. Sin embargo, el pueblo colombiano sigue de pie y uno de sus estandartes ante el mundo es su seleccionado de fútbol.

Durante los primeros meses de 1993, fueron asesinados en diferentes operativos sicarios del Cartel de Medellín como Juan Carlos Ospina Álvarez, alias “Enchufe” y Leonardo Rivera, alias “Leo”.

Como respuesta, la misma organización narco hizo explotar dos coches bomba en Bogotá, provocando la muerte de cuatro personas y 155 heridos. Fueron solamente algunos de los hechos violentos de la Colombia de aquellos días, sin contar el conflicto con las FARC.

Poco más de dos meses antes de debutar en las Eliminatorias rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994, entre Bogotá y Medellín se accidentó un Boeing 727 de la aerolínea SAM, en el que murieron 132 personas.

El equipo conducido por Francisco Maturana se presentó el 1 de agosto como local ante Paraguay, con un decepcionante cero a cero. Una semana más tarde, visitó en Lima a Perú y se impuso 1 a 0, sumando tres de cuatro puntos posibles. Aquellas eliminatorias dividieron a los seleccionados sudamericanos en una zona de cuatro y otra de cinco, quedando afuera Chile, suspendido por FIFA tras la simulada agresión al arquero Rojas en la Copa América 1989.

Junto a los colombianos y peruanos, en el grupo A estuvieron Argentina y Paraguay. Los planteles eran definitivos para todo el certamen, que se disputaba entero a lo largo de un mes.

El 15 de agosto, Carlos Valderrama, Leonel Alvarez, Iván René Valenciano, Freddy Rincón y otros recibieron en Barranquilla a la hasta momento invicta selección de Alfio Basile, que venía de derrotar a Perú y Paraguay como visitante.

El invicto argentino se terminó ese día, producto del 2 a 1 con goles de Valenciano y Adolfo “el tren” Valencia. Ramón Ismael Medina Bello decoró el resultado a pocos minutos del final.

Luego, Colombia igualó 1 a 1 con Paraguay en Asunción y goleó a Perú de local 4 a 0. La clasificación la definiría el 5 de septiembre en el Monumental. Esa tarde noche, un avión de Aerolíneas Argentinas asustó a todos al pasar muy cerca del estadio. El piloto fue sancionado de por vida. Freddy Rincón, Faustino Asprilla y Adolfo Valencia estrellaron las ilusiones argentinas de conseguir el pasaje al Mundial ante su gente con un contundente e histórico 5 a 0 que terminó con el público argentino ovacionando a los colombianos y convenciendo a Diego Maradona de regresar al equipo nacional para el repechaje contra Australia.

Colombia se fue de Buenos Aires con los pasajes en el bolsillo y con la chapa de candidata en el pecho, incluso al nivel de los grandes como Brasil, Italia y Alemania. El sorteo dictaminó que Colombia integre el Grupo A junto a Estados Unidos, Suiza y Rumania, debutando el 18 de junio en el Rose Bowl de Los Angeles, California ante estos últimos.

Florin Raducioiu, dos veces, y Gheorghe Hagi dieron el primer gran golpe del campeonato mundial, que estaría plagado de ellas. Fue 1-3 y desilusión, pero aún quedaban chances de avanzar a octavos de final.

El 22 de junio, en el mismo estadio, el rival fue Estados Unidos, conjunto que disputaba su segundo Mundial consecutivo tras una mala actuación en Italia 1990. Los antecedentes de cada uno indicaban que Colombia debía ganar con facilidad y buscar la clasificación ante los suizos, sin embargo, Andrés Escobar marcó un gol en contra a diez minutos de que termine el primer tiempo y, a los siete del segundo Earnie Stewart puso el dos a cero.

El descuento sobre la hora de Valencia no alcanzó y determinó la eliminación de la sorprendente, para bien y para mal, selección colombiana. El 2 a 0 ante los suizos el 26 de junio de nada sirvió. Fue simplemente un triste adorno para una traumática actuación de una generación que se fue diluyendo de a poco, pero quedó en la historia.

De regreso a su país, Escobar se tomó vacaciones y después de su regreso, mientras se encontraba en el estacionamiento de una discoteca en las afueras de Medellín, fue increpado por Humberto Muñoz Castro por el gol en contra.

Al sentirse insultado, Escobar exigió respeto, ante lo cual Muñoz Castro desenfundó un arma de fuego y le disparó seis veces. Murió rumbo al hospital.

El estupor público ante el asesinato permitió la captura del homicida, quien era guardaespaldas y chofer de una pareja de hermanos, aparentemente empresarios, Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, de quienes las autoridades sospechaban que tenían vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico en Colombia.

Sus compañeros de la selección nacional René Higuita, Víctor Hugo Aristizábal y Mauricio Chicho Serna tuvieron la misión de reconocer el cadáver. En los días posteriores a la muerte del jugador, sus compañeros de equipo, temiendo correr con la misma suerte, estuvieron fuertemente escoltados por fuerzas del orden público.

A los funerales del jugador concurrieron cerca de 120.000 personas, entre ellas el presidente de Colombia de aquel entonces César Gaviria Trujillo. Investigaciones posteriores vincularon al homicidio con mafias dedicadas a las apuestas deportivas, aunque el vínculo no pudo ser comprobado judicialmente.

El autor del asesinato fue condenado a 43 años de prisión, aunque la pena fue posteriormente rebajada a 23 años, con la entrada en vigencia del nuevo Código Penal de Colombia de 2001.

El 5 de octubre de 2005 el autor se acogió a un beneficio extracarcelario que le permitió salir de la prisión. Esta decisión judicial fue fuertemente criticada por diversos sectores de la sociedad, periodistas y organizaciones.