Equipos históricos: Racing 2001, la gloria en medio del descalabro

Publicado el 20 julio 2012 por Marianofusco

En diciembre de 2001, la Argentina se sumergía en su crisis más profunda, una semana antes de que Racing grite campeón luego de 35 años, el presidente de la Nación, Fernando De La Rúa, había abandonado la Casa de Gobierno en helicóptero.

Entonces, las sensaciones para los hinchas de “La Academia” eran mezcladas, dirían los Rolling Stones en su tema “Mixed emotions”. Tantas fueron las desilusiones en lo deportivo como en el plano político a lo largo de tantos años de historia del país y del club.

El 4 de marzo, Liliana Ripoll, síndico de la quiebra de Racing, dijo públicamente: “Racing Club ha dejado de existir”. Tres días más tarde, el equipo dirigido por Gustavo Costas debía jugar como local frente a Talleres de Córdoba, partido que quedó trunco por la “muerte clínica” del club.

Poco menos de dos años después, con gerenciamiento de por medio en manos de la firma Blanquiceleste Sociedad Anónima, Racing resurgió de sus propias cenizas y alcanzó su momento más glorioso de los últimos años.

Racing, en un punto, era el reflejo de un país que se incendiaba. Vacío, desahuciado, en crisis y con un panorama por demás oscuro. La recuperación institucional y económica en ambos escenarios está aún en curso y sus complejidades son incomparables por su magnitud, pero no deja de haber puntos en común.

Llegó Reinaldo Merlo, Topper se hizo cargo de la indumentaria del equipo y Sky Televisión Satelital se sumó como sponsor de un plantel que se rearmó desde la nada misma con capitales que llegaron para traer soluciones, pero dejaron un legado igual de conflictivo del que lo precedía.

El debut fue contra Argentinos con victoria por 2 a 1 como local, luego llegó el empate agónico en el clásico contra Independiente y tres victorias consecutivas ante Rosario Central, Newell’s y Talleres.

Chanchi Estevez fue el goleador del equipo

La expectativa ya había crecido exponencialmente, pero el hincha de Racing, conocedor de campañas que empiezan bien y terminan mal, intentaron, contra su naturaleza, ser precavidos, cosa poco probable en un hincha tan fanático y sufrido como el de La Academia.

Empate con Belgrano, triunfos ante Huracán y San Lorenzo, con goleada incluida. Otros tres puntos contra Unión, Colón y Estudiantes, en un partido sufrido. Había pasado más de la mitad del torneo y Racing peleaba firmemente en lo más alto de la tabla. La ilusión era incontenible.

La estatua a Merlo: otro símbolo del Racing Campeón

Sin embargo, jugadores y entrenador impusieron la calma y la paciencia con la famosa frase de Merlo ante cada consulta por la candidatura de Racing al título: “Paso a paso”.

Antes de golear a Gimnasia cayó con Boca como visitante y parecía que el campeonato se complicaba, luego empató 4 a 4 con Nueva Chicago y mantuvo el liderazgo del certamen tras vencer a Chacarita. Solamente cinco fechas separaban a Racing de ponerle punto final a 35 años de sequía, pero también faltaba un mes para que la Argentina estalle. Emociones encontradas, cada vez más.

El saqueo a los ahorros de los ciudadanos era una realidad, como el saqueo del que fue víctima el club. La debilidad de las instituciones era alarmantemente frágil en ambos escenarios, pero el fútbol lo tapa todo, como siempre.

Llegó el empate con River, el nudo en la garganta lleno de angustia aún estaba, pero la solidez y fortaleza anímica del equipo sacaron del camino cualquier susto.

En la fecha 17º, el 9 de diciembre de 2001, luego de empatar sin goles con Banfield, Merlo dijo: “Ahora me enojé y lo digo, vamos a salir campeones”. Fue el golpe de efecto que tal vez necesitaron los jugadores para cerrar la historia.

En la fecha siguiente, al ganarle a Lanús, Racing se aseguró el primer puesto y necesitaba tan sólo un punto frente a Vélez en Liniers para volver a gritar campeón. En el medio de aquella semana previa al partido definitorio, cayeron el ex ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo y el ex presidente De La Rúa.

El domingo 27, en medio de la furiosa rotación de presidentes de la Nación, Gabriel Loeschbor puso el 1 a 0, luego, un tal Mariano Chirumbolo, ahora en el fútbol marroquí, decretó el empate que trajo un poco de susto a los racinguistas, pero no fue suficiente porque Gabriel Brazenas pitó el final del juego y Racing se sacó la angustia de encima. Fue campeón por fin.

Hoy Racing enfrenta una sequía de casi once años, pero en lo institucional está bastante más estable. Salió del incendio en un país que tampoco arde… tanto.