Le dijo el loco al científico:
estás equivocado.
Le dijo la víctima a su verdugo:
estás equivocado.
Le dijo el niño al político:
estás equivocado.
Le dijo el pecador al virtuoso:
estás equivocado.
Le dijo el hombre a Dios:
estás equivocado.
Y Dios le dijo al hombre:
ambos estábamos equivocados,
ambos debemos perdonarnos.