La trama se centra en el County General Hospital, en la ciudad de Chicago, donde los personajes pasan la mayor parte de su vida en Urgencias, una jungla que nunca descansa, en la que siempre hay pacientes que atender y poco tiempo para tomarse un mísero respiro. A veces, las horas parecen pasar lentamente, paciente tras paciente, diagnóstico tras diagnóstico, pero en otras, también hay tiempo para un poco de diversión: cotilleos sobre posibles amoríos entre enfermeras y doctores, un pequeño partido de baloncesto en una gélida noche de invierno, o simplemente tomando una taza de café para no dormirse en mitad del turno. Así vamos a pasar muchos capítulos, siendo testigos de la parte más profesional del trabajo y la más mundana, aquella que no se suele ver.
La parte contrapuesta a los médicos la forman las enfermeras. Carol Hathaway (Julianna Margulies) es la voz cantante, una chica que la lía en el propio piloto – os dejo que lo descubráis por vosotros mismos –, que lidia con sus inseguridades pero que tiene un corazón de oro, es un ángel, como algunos pacientes dijeron. Pero no sólo está Carol, Haleh, Chuny, Malik, Lydia, Conni… también formarán parte de este grupo sino también de vuestro viaje. En la serie se enseña que las enfermeras, una profesión que puede estar devaluada por la admiración a los doctores, son realmente importantes y que sin ellas, los médicos estarían completamente perdidos.
Hay una gran lista de personajes que nos encontraremos por el camino: Kerry Weaver (Laura Innes), la jefa más temida de Urgencias y a la cual, con el tiempo, querréis; Elizabeth Corday(Alex Kingston), Luka Kovac (Goran Višnjić) – mi gran crush en esta serie –, Abby Lockhart (Maura Tierney), Greg Pratt(Mekhi Phifer), Neela Rasgotra (Parminder Nagra), Ray Barnett (Shane West), Robert Romano (Paul McCrane) – personaje que he odiado a muerte pero que luego he añorado –, Jing Mei Chen (Ming-Na), Michael Gallant (Sharif Atkins), Jerry Markovic (Abraham Benrubi)… Todos os harán sentir algo, hasta odio como me ha pasado a mí, y lloraréis y reiréis con ellos, que es lo que más me transmite de una serie: el vínculo que creas con los personajes.
Y qué decir tiene que os encontraréis con gente conocida por el County General: Eva Mendes, Kirsten Dunst, Joe Manganiello (HIMYM, True Blood), Don Cheadle (House of Lies), Sally Field(Brothers & Sisters), quien ganó un Emmy por su interpretación; un jovencísimo Ewan McGregor, Forest Whitaker, Marisa Hargitay (Law & Order: SVU), Josh Radnor (HIMYM), James Cromwell (AHS: Asylum), Jared Padalecki (Supernatural), etc. Suelen ser papeles pequeños, algunos salen en un capítulo como pacientes, otros tienen una trama de varios capítulos.
Para mí, la esencia de ER es el compañerismo, cómo funciona un grupo de personas tan grande. Son una pequeña gran familia que se conoce bastante bien, se apoyan en los momentos malos, celebran los buenos, sienten el dolor juntos. Y nosotros también formamos parte de ella porque acabamos conociéndolos, lloramos, reímos, lo pasamos mal, nos enfadamos y frustramos. Esta frase de Carter de la series finale resume muy bien lo que quiero transmitiros:
“Hay espíritu de camaradería. Es lo que hace funcionar este lugar. Todo el mundo se ayuda por aquí”
Al mismo tiempo, esta serie es como la vida la misma: unos vienen y otros se van, y eso queda muy bien reflejado a lo largo de las temporadas. Uno crece, madura y se da cuenta de que necesita salir al exterior, cambiar de aires, perseguir al amor de su vida. Otros buscan esa madurez, crecer tanto personal como profesionalmente, huyen, se refugian y, luego, también se van para seguir adelante. Es un ciclo que nos hace hablar de generaciones de médicos. Por otra parte, si tuviera que definir a esta serie con una palabra sería “equilibrio”. Existe un balance entre la trama puramente médica, con sus procedimientos, su vocabulario técnico, y la trama sentimental de cada uno de los personajes en todos los capítulos. Por eso, no compararía ER con Grey’s Anatomy o House ya que ambas pecan de ensalzar un lado u otro de la balanza.
Personalmente, ERha sido un reto importante en mi vida, es la serie más larga que he visto – 15 temporadas, de unos 22 capítulos de media, más de 300 capítulos, muchísimas horas compartiendo momentos con sus personajes –. Ha sido un viaje muy agradable, con grandes momentos pero sin olvidar aquellos en los que lo he pasado mal – el cansancio del camino, tramas y personajes que no me gustaban –; pero quiero quedarme con lo bueno porque, al final de este trayecto, saco un balance en positivo. Me ha enseñado cosas sobre medicina, me ha hecho querer y odiar a personajes, he descubierto por qué generaciones de mujeres desean a George Clooney y ahora lo entiendo muy bien, me ha hecho ver la química que hay entre Clooney y Margulies – deliciosa –, lo mucho que envidio la relación mentor-aprendiz de Benton y Carter, o lo mucho que quiero encontrar un Luka en mi vida – este señor me mata –, entre otras cosas. Ha sido una gran experiencia que deja un vacío en mi anterior ahora que ha tocado a su fin, difícil de llenar y más difícil de olvidar.
Lleva veinte años marcando a generaciones, descubriéndoles las maravillas de la Medicina, creando escuela en la televisión, emocionándonos con sus historias y personajes, siendo deliciosamente entretenida. Os invito a ver una parte importante de la historia de la televisión.
Os invito a entrar en Urgencias.
Irene (@MissSkarsgard)