Por lo que dicen los escritos, Cleopatra era una mujer terriblemente astuta y seductora, y aunque siempre se la ha querido ver como un bellezón, en realidad era más fea que pegarle a un padre. Pero tenía personalidad, mucha maña, una voz persuasiva y usaba sus armas de mujer con mucha habilidad. Además, era una persona extremadamente culta, y aunque había sido instruida en una educación griega, como era tradición por aquél entonces en la familia real egipcia, fue la primera en aprender el egipcio. También tenía conocimientos de literatura, música, política y matemáticas. Una joyita de mujer vamos. No hace falta decir que dos grandes hombres como Julio César y Marco Antonio cayeron rendidos a sus pies y le dieron bastantes hijos como prueba.
Cleopatra ascendió al trono después de una guerra civil contra su hermano y marido (algo muy común) de doce años (algo también muy común), Ptolomeo XIII. Para conseguir ser reina de Egipto contó con la ayuda de Julio César, que justo acababa de quedarse sin rival político con la muerte de Pompeyo. Pero de las batallitas de Julio y Pompeyo ya hablaremos en otra ocasión.
Lo importante es que Cleopatra se cameló aquí al “dictador” de Roma.
Apunte importante, en aquella época, el cargo de “dictator” era otorgado a una persona que poseía el poder absoluto en caso de que la república sufriera una crisis, como una guerra. Era un cargo que no duraba más de seis meses, en el que todas las decisiones eran tomadas por la persona que ostentaba este cargo, que, además, era escogido por los senadores. Igualico que ahora vamos. Julio César dijo que eso que sí, que estaba muy bien, pero que lo de los seis meses le parecía poco tiempo, y se hizo dictador vitalicio, es decir a tiempo completo. Eso ya empieza a sonarme más familiar.
En fin, que Cleopatra consiguió los favores de César y algo más, un hijo, al que los alejandrinos llamaban “cariñosamente” Cesarión. Poco después y teniendo en cuenta los problemas que había en la ciudad de Roma, Julio César se fue de Alejandría dejando a Cleopatra al mando del cotarro junto a su nuevo marido, otro hermano suyo, también llamado Ptolomeo, pero esta vez de 10 años de edad, enternecedor.
Muerte de Cleopatra
Cleopatra fue enterrada junto a Marco Antonio, pero la tumba aún no ha sido encontrada, así que ya saben, si no tienen nada que hacer este verano, vayan a darse una vueltecita por Egipto y quizá entren en los anales de la historia.
Respecto a los mitos de Cleopatra, sí, es cierto que se bañaba en leche de burra, que era muy bajita, que condenaba a los traidores a morir devorados por cocodrilos y que su barco tenía remos de plata. También es cierto que se rodeaba de lujos ostentosos y incomprensibles, que derrochaba mientras su pueblo pasaba hambre y que se han encontrado imágenes donde aparece vestida de hombre. Lo que recuerdo con más cariño, si me permiten la mención, es el cómic de “Astérix y Cleopatra”, en el que Panoramix el druida, recordando a Cleopatra, siempre decía la coletilla “¡Qué nariz!”.
Sí lectores, ESTA es Cleopatra...