En la misma falda del Vesubio y a orillas del mar, Herculano desapareció del mapa en el año 79 d.C sufriendo la misma suerte que su vecina Pompeya.
No obstante, hay diferencias entre las desapariciones de ambas ciudades. Mientras que Pompeya fue enterrada bajo 6 metros de cenizas y piedras, Herculano fue sepultada bajo ríos de lava que solidificaron hasta una altura de alrededor de 16 metros, determinando un fenómeno de conservación completamente original que no se dio en Pompeya. Dándonos a conocer, dos mil años después, restos orgánicos (vegetales, textiles, partes estructurales de edificios de madera) y los pisos superiores de los edificios que permiten conocer en profundidad la arquitectura de la época.
La ciudad era más bien pequeña y tenía unos cuatro mil habitantes. En la actualidad tan solo hay excavadas a cielo abierto una cuarta parte y no se puede acceder a las zonas que se excavaron mediante galerías o pozos de descenso. Estas técnicas es utilizada porque la nueva ciudad se encuentra justo encima y esto complica mucho que algún día todo Herculano esté abierto al visitante.
El hecho de que la superficie de la excavación sea más reducida y de que muchos de los edificios que formaban parte de la arquitectura monumental, civil y religiosa de las ciudades romanas no estén excavadas a cielo abierto, hace que se opte por visitar las excavaciones de Pompeya.
Pero, a pesar de esto, la antigua ciudad de Herculano no deja indiferente, gracias a su magnífico estado de conservación.
Al parecer, durante la época romana, Herculano estaba mucho más cerca del mar, el terremoto del 62 d.C la hundió cuatro metros y el material que arrojó el Vesubio le ganó al mar una franja de tierra de cuatrocientos metros. Muchos ciudadanos intentaron escapar alojándose en los almacenes de la playa con los objetos más valiosos que pudieron reunir, pero la elevada temperatura los mató y, en 1980, trescientos esqueletos fueron descubiertos como trágico testimonio de la tragedia.
Para llegar hasta Ercolano la mejor opción es coger el transporte público, el parking es escaso y caro. Nosotros cogimos el tren en la estación de Pompei Scavi, a cinco minutos del camping. La entrada cuesta 11€, gratis con la Artecard y niños, como siempre.