Eres como yo digo... y punto

Por Javier Ribas

Estereotipo: Idea o imagen aceptada por la mayoría como patrón o modelo de cualidades o de conducta.
¿Quién no ha sido encerrado en un estereotipo? Esto, en algún momento es una ventaja pero ¿Cuántas veces te has sentido molesto por ello? “Pedro es demasiado serio,…” “Juan se comporta altívamente,…” “Pilar no ayuda a nadie,…” y así podríamos hacer una lista enorme. Hacemos – yo no me quito del pecado – un montón de afirmaciones sobre los demás que en muchos casos son exageradas cuando no directamente inciertas. Y nos quedamos más anchos que largos.

Esto puede afectar a la persona en cuestión y hacerle un daño irreparable. En la conferencia del otro día propuse una serie de ejercicios para la mejora. Entre ellos hablé de la puntualidad y las ventajas que nos puede aportar. Al acabar se me acercaron, entre otros, un par de amigos. Buenos amigos. Me comentaron con una sonrisa: “Pero hombre Javier, ¿Cómo hablas tú de la puntualidad? No puedes decir que la pones en práctica,…”. No le di más importancia en ese momento. Pero me dejaron pensando. Un par de días. Revisé mis últimas impuntualidades y no me salía ninguna. Así que llamé a ambos y les hice la misma pregunta: ¿Me puedes decir cuándo he quedado contigo y he llegado tarde? Tras un silencio, vino la respuesta: “Hombre pues no sé”.  Insistí en la pregunta: Por favor, recuerda las últimas veces que hemos quedado (que son  muchas). Y ambos contestaron lo mismo: “Pues no, has llegado siempre a tiempo”. ¿De dónde viene entonces este estereotipo? Yo lo sé. Reconozco que hace bastantes años, tenía esa virtud. Era repetidamente impuntual. Me trajo algunos problemas. Y decidí cambiar. Hice un verdadero esfuerzo por cumplir con la agenda. Por supuesto esto me ha beneficiado y mucho. Pero,…, me he quedado colgado con el sambenito. Tal vez ahora, espero haberles quitado esa idea de la cabeza a mis amigos. Les he hecho pensar sobre esto. Pero,…, no sé si lo habré conseguido. ¡Tendré que insistir más! Pero sobre todo debo trabajar yo para no colgarle a nadie un estereotipo, por lo menos sin haberlo re-re-reconfirmado. ¿A quién tienes encasillado? ¿Desde cuándo? ¿Qué ocurriría si revisas eso?(Pd.- Al preguntárselo a otra persona más, me recordó que hubo una cita a la que no asistí. Tenía razón. Pero eso no fue impuntualidad sino despiste. No recordé la cita. En este caso el sambenito de despistado es cierto. Aunque trabajo para mejorar reconozco que aún me supera.)