¿Sabías que alguna vez Albert Einstein, Charles Darwin, Wiston Churchill y Pablo Picasso fueron calificados como estudiantes mediocres? ¿En este libro descubrirás que sí es posible desarrollar tu potencial y alcanzar la excelencia sin una presión excesiva!
Muchos jóvenes de nuestra era intentan, por todos los medios, ser el estudiante, la hija, la hermana o el amigo perfecto. El resultado es: padecer una gran tensión, pues para ellos, nada es suficiente. En este libro aprenderás a enfocar de manera positiva tu tendencia hacia la perfección y, al liberarte de la presión que te impone, gozar del tiempo y la energía con que contarás; igualmente, podrás desarrollar habilidades que quizá no sospechabas que tenías.
En 1984 se realizó una investigación entre un grupo de muchachas, estudiantes de la Universidad de Georgia, para determinar la relación que existe entre el perfeccionismo y la opinión que las personas tienen de sí mismas. Los resultados arrojaron un patrón fascinante: a mayor perfeccionismo, menor autoestima. Las estudiantes valoraban su personalidad de acuerdo con los logros que obtenían.
Hace tiempo leí un poema muy hermoso en un libro de superación personal el cual comparto contigo con mucho gusto: “Pacté con la Vida por un penique, y la vida no pagó más. Sin embargo, mendigué por la noche cuando conté mi parco acopio. Pues la Vida no es más que patrón que da lo que se le pide, pero una vez que se fija el salario, ¡oh!, es preciso seguir adelante con el trabajo. Trabajé por el jornal de un lacayo, sólo para aprender acongojado, que cualquier jornal que hubiese pedido a la Vida, ella me lo hubiese dado”.
El perfeccionismo nos puede llevar a este extremo, pues no existe la perfección. Para que lo entiendas mejor, remontémonos al pasado, cuando Henry Ford construyó su famoso automóvil modelo T. Era un carro hermoso. Tuvo tanto impacto en la sociedad que casi todos los estadounidenses tenían uno. Al parecer era un auto perfecto pues nada le faltaba. Sin embargo, a través de los años hemos visto como ha evolucionado el automóvil; y más aún, todavía seguirá evolucionando. Entonces, ¿qué es la perfección? Yo diría que es algo que nada le falta y nada le sobra, por toda la eternidad.
Ser perfeccionista afecta tu relación con los demás pues los perfeccionistas imponen reglas demasiado elevadas a todos aquellos que los rodean. Los perfeccionistas creen que sus amigos, sus padres, sus maestros y sus parejas también están obligados a ser perfectos. Tienen el mal hábito de criticar a quienes no responden a lo que esperan de ellos, o se atreven a cometer errores.
En 1841, un hombre llamado John Humphrey Noyes estableció una comunidad religiosa a la que denominó Los Perfeccionistas. Seis años después, en 1847, sus miembros formaron una colonia en Oneida, Nueva York. Noyes creía que todo aquel que se uniera a su comunidad estaría libre de pecado. Pero en 1879 desapareció la colonia... porque era “imperfecta”. En la actualidad, todo lo que queda de los ideales de Noyes es la compañía Oneida, que fabrica vajillas de plata y de acero inoxidable, que son bonitas, pero no perfectas.
Estoy seguro que este libro te ayudará a dejar de ser perfeccionista. Además, si tú consideras que tu perfeccionismo te está causando muchos problemas, el capítulo 10, titulado: “Cuándo y cómo conseguir ayuda” te será de utilidad pues además de recibir varias sugerencias encontrarás la dirección de un grupo de autoayuda.
La Dra. Miriam Adderholdt es profesora adjunta en Lenoir-Rhyne College en Hickory, Carolina del Norte, en donde da cursos sobre educación para superdotados. Obtuvo su doctorado en psicología educativa en la Universidad de Georgia, Athens, y este libro nació de su disertación. Miriam también fue maestra de niños superdotados de 9 años de edad.
Por su parte, Jan Godberg es una escritora profesional y maestra acreditada en Glenview, Illinois. Es autora de veintiséis libros y más de trescientos artículos sobre educación y planificación de carreras. Madre de tres hijas con diversos grados de perfeccionismo, Jan también conduce talleres de escritura para jóvenes aspirantes a escritores.
Foto de portada: Melissa Gray