Novela inteligente y bien llevada
No es por justificarme pero... Ese es el comienzo de la reseña que en primer lugar me viene a la cabeza.Ni el argumento es novedoso, ni tampoco su desarrollo, ni la trama, los personajes tienen demasiados puntos débiles, es un tratamiento de una historia manido, del tipo “¿me persiguen por mi pasado? ¿por qué?” pero la novela tiene algunas cosas que han suscitado mi interés. En primer lugar el ritmo, trepidante, llevado por el autor sin soltar las riendas, dejando que los vaivenes propios de la trama no descarrilen el interés por lo principal. La obra transmite la sensación de ser conducido por alguien que tenía claro lo que quería hacer y, sobre todo, por rescatar un género como el thriller haciendo una obra, como poco decente. La novela no va a pasar a la historia como un hito literario ni tampoco lo pretende, es un ejercicio inteligente muy bien llevado. Su interés y propósito es proporcionar una lectura agradable e intensa y lo consigue. Puede parecer de perogrullo pero no se ven novelas que logren esos hechos tan a menudo. El thriller como género es muy puñetero y siempre se está cerca de descarrilar, por poner un ejemplo, ahora el autor de moda de ese género es, indudablemente, John Vernon, la gente anda loca por ahí hablando de las artes de ese señor, pues resulta que la primera y única novela que pude leerme, Sé lo que estás pensando, casi acaba con mi paciencia, un trabajo ímprobo fue terminarla y tanto fue el trabajo que las fuerzas me escasearon para reseñarla. Con esto quiero decir que no todas las novelas reciben la misma atención, que lo que a unos encanta a otros espanta, el pareado está buscado a propósito, y un género muy complicado como este precisa no sólo de habilidad sino de tersura literaria. Pues ahí va una afirmación arriesgada: la obra de Gregg Hurwitz me parece que la tiene y creo que es un acierto por parte de la editorial publicarla en nuestro rincón del mundo.
¡me la he leído casi de un tirón!Otro de los puntos que cabe destacar es que el autor, con muy buen criterio, huye de los personajes especiales, se centra en tipos y personajes normales, en este caso un contratista de la construcción con un pasado oscuro que ni él mismo conoce. Su vida y el desarrollo de la trama se ciñe a ese mundo, ni lo introduce en los grandes hoteles ni en los míseros callejones de barrios con problemas, lo mantiene en un nivel y en unos ambientes que el personaje controla y que le permiten esa viveza que se denota por toda la trama. También, y creo que es un elemento a tener muy presente, ese ambiente conocido posibilita al autor un desarrollo de la trama muy sostenible dejándole un margen para las sorpresas amplio, que sabe aprovechar y que son el elemento sustancioso de la novela.