Por Julián Benítez
La directora regional de la Oficina México de Amnistía Internacional, Érika Guevara Rosas, desde su posición en este organismo sirve de sostén para internacionalizar la campaña contra el gobierno cubano y declarar ante la comunidad internacional “violaciones de DDHH”, y continuar la satanización de la Isla, con el propósito fundamental de aprobar más sanciones contra Cuba.
Ha declarado públicamente en su cuenta de Twitter que participará por “solidaridad” en la manifestación “pacífica” que preparan cubanos radicados en México, frente a la sede diplomática de Cuba, y con esto continuar su rol de apoyo a estos grupos creados y financiados desde EEUU.
Sobran pruebas de que muchos de estos cubanos radicados en México, que conforman grupos para actuar contra la Isla y su embajada, reciben instrucciones y son financiados por congresistas de la extrema derecha y terroristas de Miami.
La actuación retorcida que tiene Érika desde Amnistía Internacional en apoyo a la campaña de supuestas detenciones arbitrarias y “presos políticos” en la Isla, resultan primordiales, pues es esta organización una pieza clave de EEUU para poder aprobar en organismos internacionales la intervención humanitaria en un país que viole DDHH. Precisamente estos grupos de cubanos en México que ella apoya, han exigido esa anhelada intervención en Cuba, incluso militar, retrotrayendo políticas de la Guerra Fría.
Erika, cuyo apellido le queda grande, está vinculada de manera directa con el Movimiento San Isidro para apoyar a Luis Manuel Otero Alcántara, delincuente común en Cuba que han querido victimizar y convertir en líder político, sin caudal alguno.
Tras el intento de Golpe Blando el 11/07 en la Isla, Amnistía Internacional se hizo eco de la campaña inmediata que montaron en las redes para hablar de “presos políticos”, “desaparecidos” en Cuba y supuestos muertos, que posteriormente la televisión cubana, con videos e imágenes irrefutables demostró que se trataba de una gran fake news.
Las investigaciones que impulsa siempre son sesgadas, poco profundas, plagadas de mentiras con el propósito de emitir listas de supuestos muertos y desaparecidos que permita interponer acusaciones internacionales contra Cuba.
La tarea de Érika, instruida por la CIA, es declarar más de 500 muertos de manera arbitraria en la Isla para poder solicitar una intervención humanitaria con respaldo de las legislaciones internacionales vigentes.
Un rol similar jugó durante el Golpe Blando en Nicaragua en abril de 2018, las Guarimbas en Venezuela y el Golpe de Estado en Bolivia, fracasando en cada intento.
Con ese propósito en Cuba, Érika trabaja con grupos engendrados y financiados por EEUU como Cubalex, Cuba Decide, el Movimiento San Isidro y UNPACU.
Esta es la Érika que está anunciando salir el 15N para acompañar al grupo de José Raúl Gallego y Anamely Ramos en México y certificar si se respetan o no los DDHH durante su show contra Cuba.
Es la misma que respalda la campaña que impulsan estos “activistas”, financiados por congresistas de extrema derecha contra Cuba, para acusar a la isla de supuesta violación de DDHH y mantenerla así en listas de sanciones unilaterales.
¿Con qué credibilidad o prestigio moral cuenta esta persona? Si lejos de actuar de manera transparente, apegada a las normas internacionales, solo toma en cuenta la historia de estos grupos opositores, como si otros puntos de vista o realidades no importaran.
Por su actuación solapada desde este organismo internacional y su misma línea contra Cuba, pudiera ser considerada una mercenaria más.