Pero como todo al final llega, pues estaba yo un día en casa acechándolo desde lejos y me fui aproximando lentamente, se ve que estaba entrajinado (entretenido) con la flor de perejil que ni se dio cuenta de mi presencia y de 3 fotos que le hice esta fue la definitiva.
Enfoque manual, F 5,6 , iso 800 en un buen día nublado y sin flash, unos segundos para configurar todo, otros sin respirar y de ahí salió esta foto. Me hubiera gustado que el fondo hubiera sido todo de color verde, pero eso amigos, será otro día. Ni corto ni perezoso, salió de su ensimismamiento y voló hasta nunca más volver.
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