San Alejandro de Foigny, monje cisterciense. 12 de abril y 3 de mayo.
Cuando Alejandro cumplió 12 años ambos cruzaron el océano y llegaron al continente. Mechtilde dejó al niño en la abadía cisterciense de Foigny, diciéndole: “aquí emplearás en todo lo que sabes”, y le despidió con un “Hasta la vida eterna”. El muchacho tomó el hábito de Hermano lego y fue un gran artesano del queso. Cuéntase que en una ocasión apareció un jabalí gigantesco que comenzó a atacar las vacas del monasterio. Un cazador intentó neutralizarlo, pero quedó paralizado de miedo. Entonces el jovencito Alejandro se le enfrentó al animal y con una oración la bestia desapareció.
Alejandro murió joven, con fama de santidad, al poco tiempo de su muerte, un monje tuvo grandes dolores en el pecho y rezó en la tumba del joven con gran devoción. Al poco tuvo una aparición en la que Alejandro le sanó de su mal. Como se mostró llevando una corona en la cabeza y otra en la mano, el joven le preguntó que significaban, y el santito le respondió: "La corona en mi mano indica mi origen, porque soy verdadero hijo de reyes. Mas la corona en mi cabeza indica que soy uno de los elegidos".
A 12 de abril además se celebra a
San Erkenbod, obispo
San Julio I, papa