Ernesto Huerta, Los gestos olvidados

Por Griseldagarcia

  Aquietó la luz de la lámpara
   hasta el borde de la penumbra
   y vistió el aire de verano.
Sanó los gestos que no se recuerdan,
   los sentó a la mesa
y al cortar el pan, la mirada del trigo
  fue secreto y revelación.
Volvió al interior del espejo,
   rescató su cara de la tormenta del tiempo,
guardó sus ojos en la sombra
   y miró los gestos olvidados.
Ernesto Huerta, Los gestos olvidados. Libros de Tierra Firme. Buenos Aires. 1994.